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Capítulo
Punto 285
Vida sobrenatural · Punto 285

 La conversión
es cosa de un instante. —La santificación
es obra de toda la vida.

Comentario

Caravaggio, Conversión de San Pablo

Punto procedente del Cuaderno VI de Apuntes íntimos, nº 918, texto fechado por San Josemaría el 5-II-1933 [1].

«La conversión es cosa de un instante. La santidad es obra de toda la vida».

Nótese la propiedad en el cambio de palabras. La santificación implica no sólo el don de Dios, sino la tarea del hombre, que es la dimensión que San Josemaría quiere subrayaren este punto

Como se ve, San Josemaría usa el primer concepto –«conversión»– en un sentido muy próximo al de «justificación» en el Concilio de Trento, es decir, en su profundo sentido ontológico: el cambio de pecador a justo [2]. Los actos que integran el llamado «proceso de justificación» tienen carácter preparatorio y dispositivo y el don de la justificación acontece en un instante. Trento afirma allí mismo que esa justificación no es sólo remisión de los pecados, sino, a la vez e inseparablemente, «santificación» [3].

Subrayo esta clásica doctrina católica para mostrar cómo San Josemaría utiliza el segundo término del binomio («santificación») no en el sentido ontológico de Trento, sino en sentido moral, como antes he dicho. La «santificación» del Decreto tridentino fundamenta y exige la «santificación» que «es obra de toda la vida». La Iglesia misma, que es santa, aspira a una santidad nunca alcanzada completamente en sus miembros. Por eso, «santificación», a lo largo de todo el libro, es el despliegue –posibilitado y guiado por la gracia de Dios (gratia pro gratia)– de esa «santificación» radical producida en el instante de la justificación.



[1] Futuros puntos de Camino transcritos ese día: 378, 893, 285.

[2] Concilio de Trento, sess VI, Decr de justificatione, cap 4; DS 1524.

[3] Ibidem, cap 5-7; DB 1526-1528.