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Capítulo
Punto 327

Tibieza · Punto 327

Ya sé que evitas los pecados mortales. —¡Quieres salvarte! —Pero no te preocupa ese continuo caer deliberadamente en pecados veniales, aunque sientes la llamada de Dios, para vencerte en cada caso.
—Tu tibieza hace
que tengas
esa mala voluntad.
 

Comentario

Nótese que en este punto, y en el resto hasta el final del capítulo, San Josemaría trata siempre del pecado venial. Los temas «pecado venial deliberado» y «tibieza» están intrínsecamente vinculados en la doctrina espiritual de Camino. Ya en las primeras páginas de su Cuaderno del año 30 se lee este clamor al Señor:

«¡¡Señor!! Dame que, a sabiendas, no te ofenda nunca ni venialmente» [1].

La idea está por todas partes en los guiones de predicación de San Josemaría. Por ejemplo, en éste de 1933:

«Medios: Huida de las ocasiones: no contentarnos con evitar los pecados mortales...» [2].

O este otro de un retiro que predicó en la Residencia de Ferraz:

«La tentación. No oír, no dialogar. – Si no, el pecado grave: muerte. El leve, enfermedad: la tibieza... Propósitos: nunca, en mi vida, acostarme en pecado mortal – evitaré los pecados veniales deliberados (Presencia de Dios)» [3].

Pero esos guiones quedaron en Madrid. Al redactar Camino en Burgos sólo disponía de los guiones que elaboró para su predicación en el año 1938. En uno de ellos [4] cita unas palabras de San Ignacio en el libro de los Ejercicios: «y, con esto, que por todo lo criado ni porque la vida me quitasen, no sea en deliberar de hacer un pecado venial» [5].

En todo caso, en el punto que comentamos se nos ofrece una condensada descripción de la relación entre tibieza y pecado venial.


[1] Apuntes íntimos, nº 15, 13-III-1930.

[2] «Plática de Perseverancia», Madrid, III-1933; guión nº 11.

[3] Retiro espiritual, Plática «El pecado», Madrid 1934; guión nº 15.

[4] Ejercicios Espirituales, Plática «Espíritu de humildad», Vitoria VIII-193; guión nº 118.

[5] Ejercicios, 164-167; BAC 86, 2ª ed, 1963, pg 230s.