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Capítulo
Punto 609
Humildad · Punto 609

El propio conocimiento nos lleva
como de la mano
a la humildad.

Comentario

 

Vid com/607. El apunte del guión, que tiene idéntico tenor literal [1], está al comienzo del mismo. Al final del guión se lee (cursiva del original):

«Como fruto del conocimiento propio, busquemos y pidamos la humildad. Así... et invenietis requiem animabus vestris [Mt 11, 29]».

En la formulación de los puntos de Camino puede decirse que ésta, la del propio conocimiento, es la verdadera prioridad. San Josemaría que, como dije, no habla de grados, ni tiene preocupación «sistemática», sí quiere dejar claro al lector este radical comienzo.

En los puntos procedentes de la redacción de Cuenca, el tema y su carácter de presupuesto de todo el camino, salía indirectamente aquí y allá (vid 591: «saber lo que he sido»; 593: «cuando te veas como eres»; 595: «si te conocieras»). En la redacción definitiva es objeto de explícita declaración, ya hacia el final del capítulo, recogiendo el camino andado en los puntos anteriores.

Como ya dijimos en com/593, es la doctrina del propio conocimiento algo de radical importancia antropológica, reconocida por los filósofos paganos y la tradición cristiana [2]. Vid p/90, donde San Josemaría explica cómo el propio conocimiento tiene su hogar propio en el diálogo de la oración. Este «conocimiento» lleva a la humildad porque es, ante todo, un «reconocimiento» de las propias miserias (p/242, 283, 473, 475, 595, 604).



[1] Ejercicios Espirituales, Plática «Espíritu de humildad», Vitoria VIII-1938; guión nº 118.

[2] Para Anselmo es éste el «primer grado» de la humildad: «primus gradus in monte humilitatis, cognitio sui» (San Anselmo, De similitudinibus, cap 101; PL 149, 665C). Santa Catalina de Siena: «En cuanto el alma se conoce a sí misma, encuentra la humildad» (El diálogo, cap 7; BAC 143, 1955, pg 191). El P. Alonso RodrÍguez, Ejercicio de perfección, Parte 2, tratado 3, cap 5; AP, 1950, pg 865, resumía así la tradición: «Todos convenimos en que el conocimiento propio es el principio y fundamento para alcanzar la humildad y tenernos en lo que somos».