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Capítulo
Punto 682
Otras virtudes · Punto 682

De ordinario
comes más de
lo que necesitas.

—Y esa hartura,
que muchas veces
te produce pesadez
y molestia física,
te inhabilita para saborear los bienes sobrenaturales
y entorpece
tu entendimiento.

¡Qué buena virtud,
aun para la tierra,
es la templanza!
 

Comentario

Hogarth, El banquete, detalle

San Josemaría describe con claridad las consecuencias de la «gula», centrándose en lo que los moralistas llaman la «hebetudo mentis», esa rudeza del espíritu que hace que el hombre sólo sea sensible para los bienes materiales y se haga progresivamente inepto para la vida intelectual y espiritual [1].

Son célebres las consideraciones de la Antigüedad cristiana sobre el tema; en el Pedagogo de Clemente de Alejandría se lee:

«No debemos abusar de los dones del Padre, viviendo disolutamente, como el hijo pródigo del Evangelio; por el contrario, debemos usarlos como señores, sin inclinarnos ante ellos, pues hemos sido constituidos reyes y señores, no esclavos, de los alimentos» [2].



[1] Vid Santo Tomas de Aquino, Summa Theologiae, IIª-IIae q.148 a.6.

[2] Clemente de Alejandria, El Pedagogo, II, 9, 2; Fuentes patrísticas 5, Madrid 1994, pg 297.