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Capítulo
Punto 683
Otras virtudes · Punto 683

 Te veo, caballero cristiano —dices que lo eres—, besando una imagen, mascullando una oración vocal, clamando contra los que atacan a la Iglesia de Dios..., y hasta frecuentando los Santos Sacramentos.
Pero no te veo hacer un sacrificio, ni prescindir de ciertas conversaciones... mundanas (podría, con razón, aplicarles otro calificativo), ni ser generoso con los de abajo... ¡ni con esa Iglesia de Cristo!, ni soportar una flaqueza de tu hermano, ni abatir tu soberbia por el bien común, ni deshacerte de tu firme envoltura de egoísmo, ni... ¡tantas cosas más!
Te veo... —No te veo... —Y tú... ¿dices que eres caballero cristiano? —¡Qué pobre concepto tienes de Cristo!
 

Comentario

Camino, en alemán

Este texto refleja ciertas vivencias de San Josemaría durante su estancia como refugiado en la Legación de Honduras en Madrid, durante la guerra civil. Además de San Josemaría y los que le acompañaban, se había refugiado en aquella Legación una gran variedad de personas, con los caracteres y costumbres más diversos.

La expresión «caballero cristiano» no era un término del lenguaje habitual de San Josemaría, pero era muy de la época [1]. En Caminoaparece otras dos veces, empleado en un sentido claramente positivo (p/390 y 925) [2].

Si embargo en este punto 683, lo mismo que sucede en el punto 393, San Josemaría escribe caballero cristiano en un sentido irónico, dirigido a aquellos que abusan de ese nombre, empleándolo como una mera calificación honorífica que no se ve reflejada en su obras ni en su conducta diaria.



[1] Un devocionario o libro de rezos del P. Vilariño S.J, muy conocido en los años veinte y treinta, se titulaba precisamente así: El Caballero Cristiano, .

[2] También en la Instrucción, 1-I-1935, nn 97 y 106 aparece el término caballero cristiano en su más noble sentido:

«La charla será el trabajo más hermoso y fecundo del Director, en este Curso Preparatorio. Los primeros días, se dedicará a inculcar en los jóvenes el espíritu de la Obra. Después, se hablará, sin excepción, de temas que lleven a los alumnos a conocer y a vivir la vida interior que ha de tener un caballero cristiano».

«... y a fin también de sostener las asociaciones católicas e imponerse en las organizaciones oficiales, por sus conocimientos profesionales unidos a su rectitud de caballeros cristianos».

Los subrayados son míos.