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Capítulo
Punto 792
Proselitismo · Punto 792

 «Duc in altum».

—¡Mar adentro!

—Rechaza
el pesimismo
que te hace cobarde.

«Et laxate retia vestra in capturam» —y echa tus redes para pescar.

¿No ves que puedes decir, como Pedro:
«in nomine tuo,
laxabo rete»

—Jesús, en tu nombre, buscaré almas?

Duc in altum: grito de los pescadores: ¡Mar adentro!
Comentario

Sorolla, La pesca del atún, Detalle

San Josemaría preparó probablemente este punto a partir de este apunte que había hecho en un guión de predicación:

«Junto al lago de Genesaret. (Luc. V, 1-11) –Duc in altum!... Praeceptor, per totam noctem laborantes nihil coepimus; in verbo autem tuo laxabo rete» [1]. ("Maestro: hemos estado trabajando durante toda la noche y no hemos pescado nada; pero en tu nombre echaré la red").

Este punto paralelo es paralelo al punto 629, que aborda la misma cuestión, pero desde la perspectiva de la obediencia.

La reflexión sobre las dos pescas milagrosas –«barcas y redes»– era constante en la predicación de San Josemaría, antes y después de escribir Camino [2].

El pasaje de San Lucas sobre el Duc in altum puede considerarse emblemático de la propuesta que hace San Josemaría sobre la misión apostólica [3].

En la liturgia eucarística de la fiesta de San Josemaría, el 26 de junio, ésa es precisamente la lectura del Evangelio.

Conviene leer a este propósito, los puntos 372, 808, 799 y 978, que presentan el significado de la pesca milagrosa en el horizonte de la vida secular y profesional.

Encontramos el mismo tenor de este punto 792 en el texto de esta a Instrucción dirigida por San Josemaría a los fieles del Opus Dei:

«Duc in altum, ¡mar adentro!, et laxate retia vestra in capturam, y echad las redes para pescar. Llevad a Cristo en los labios y en el corazón: así ganaréis vocaciones, así pescaréis como Simón y los hijos de Zebedeo piscium multitudinem copiosam, un crecido número de almas (Luc. V, 4 y 6)» [4].

La escena evangélica señala las coordenadas del proselitismo en Camino. Se requiere ante todo, una relación íntima del apóstol con Jesús; y luego, pureza y rectitud de intención: «Jesús, en tu nombre, buscaré almas».

Como consecuencia de esa intimidad, de esa pureza y rectitud de intención nace la acción proselitista: «Llevad a Cristo en los labios y en el corazón: así ganaréis vocaciones».

Las decisiones de entrega a Dios son la consecuencia del hablar con Cristo y del hablar de Cristo.



[1] Ejercicios Espirituales, Plática «Espíritu de obediencia», Vitoria 19-VIII-1938; guión nº 122. —San Josemaría escribió, sin embargo, in nomine tuo en vez de in verbo tuo. Probablemente era una trasposición de Lc 10, 17.

[2] Leer los puntos 629, 799, 808 y 978. Vid también el punto 377 de Surco y el cap 3º, que se titula así: «Pescadores de hombres»; Forja, 356, 574; Es Cristo que pasa, 159, 175; Amigos de Dios, 14, 21, 23, 259, 260, 262, 265, 273.

[3] Una consideración de la misión cristiana en el mundo desde la perspectiva del «Duc in altum» es la que ha propuso Juan Pablo II en la Carta Apostólica Novo millennio ineunte, 6-I-2001, passim.

[4] Instrucción, 1-IV-1934, nº 89.