Texto escrito en Burgos por San Josemaría con letra gruesa, enérgica y con líneas espaciadas. Tampoco conozco interrelación documental.

Es un punto de profunda significación para la eclesiología de Camino. Los años treinta fueron testigos del gran debate sobre «la unión de los católicos» en la acción social y política, cuestión que repercutía en la manera de entender el «apostolado de los laicos» con una fuerte tendencia a la organización vertical apostólica.

San Josemaríar, como se ve, no piensa, ante todo, en «organizaciones», aunque no las excluya. Piensa en lo esencial, en el núcleo mismo de la Iglesia como misterio, que San Agustín llamaba sencillamente «Caritas» [1].