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Capítulo
Punto 892


Vida de infancia · Punto 892

¡Qué buena cosa es ser niño! —Cuando un hombre solicita
un favor, es menester que a la solicitud acompañe
la hoja de sus méritos.
Cuando el que pide
es un chiquitín —como los niños no tienen méritos—, basta
con que diga:
soy hijo de Fulano.
¡Ah, Señor! —díselo ¡con toda tu alma!—,
yo soy... ¡hijo de Dios!
 

Hoja de méritos: similar a lo que en nuestros días se llama curriculum vitae, que hay que mostrar, cuando se desea conseguir un determinado trabajo.

Comentario

Punto procedente del Cuaderno VII de Apuntes íntimos, nº 1114, que fue fechado por San Josemaría el 19-I-1934 [1].

Un pequeño suceso de su historia personal pudo ser lo que le llevó a expresarse de este modo en su oración. Sabemos que durante esos días San Josemaría estaba haciendo gestiones para obtener el uso de la vivienda de los Capellanes del Patronato de Santa Isabel y le debieron pedir, dentro del del papeleo correspondiente, la «hoja de méritos»...

Como era habitual en él, todas estas pequeñas cosas de la vida le llevaban a una profunda contemplación.

El 24 de enero, unos días después de escribir este punto, presentó la instancia para obtener el uso de la vivienda de los Capellanes del Patronato al Ministerio de Trabajo. Las gestiones fueron rápidas y el 31 de enero le fue concedido el uso [2].

«¡hijo de Dios!». Vid punto 274 y com.



[1] Futuros puntos de Camino transcritos ese día: 900, 892, 923, 925, 924.

[2] Cfr. Archivo Patrimonio Nacional (Palacio Real), Patronatos Reales. Patronato de Santa Isabel. Expedientes personales. Caja 182/81: Expediente de Josemaría Escrivá Albás.