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Capítulo
Punto 944
El apóstol · Punto 944

 Has de prestar Amor de Dios y celo por las almas a otros, para que éstos a su vez enciendan a muchos más que están en un tercer plano, y cada uno de los últimos a sus compañeros de profesión.
¡Cuántas calorías espirituales necesitas! —Y ¡qué responsabilidad tan grande si te enfrías!, y —no lo quiero pensar— ¡qué crimen tan horroroso si dieras mal ejemplo!
 

Comentario

Este punto procede del Cuaderno V, nº 520, de un texto fechado por San Josemaría el 28-XII-1931 [1].

«El socio ha de prestar Amor de Dios y celo por las almas a los terciarios [2], que le correspondan conforme a nuestra organización, para que éstos a su vez enciendan a los circulistas de las actividades centrífugas [3], y cada circulista luego a sus compañeros de profesión. ¡Cuántas calorías espirituales necesita el socio! y ¡qué responsabilidad tan enorme para él, si se enfría! y –no lo quiero pensar– ¡qué crimen tan horrendo, si diera mal ejemplo!».

El mensaje y el tenor redaccional de este punto hay que ponerlo en relación con la doctrina del p/831, de posterior redacción.



[1] Futuros puntos de Camino transcritos ese día: 920, 268, 5, 944, 186.

[2] Así designaba entonces a los fieles del Opus Dei que después se llamarían Supernumerarios.

En cuestiones terminológicas San Josemaría echaba mano en aquellos comienzos de lo que podía y de lo que había disponible y de lo que era de alguna manera inteligible para los que le escuchaban. Sobre el tema vid A. de Fuenmayor, V. Gomez-Iglesias, J. L. Illanes, El itinerario jurídico del Opus Dei, 1989, passim.

[3] Los que hoy se llaman Cooperadores del Opus Dei. Lo de «actividades centrífugas» era una manera gráfica de explicar la connatural apertura apostólica de los fieles del Opus Dei y de los Centros de la Prelatura. Después usó poco esta expresión –yo no se la he oído nunca– y hablaba más de «abrirse en abanico», en todas direcciones, como los dedos de la mano.