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Capítulo
Punto 129
Santa Pureza · Punto 129

 Sin la santa pureza
no se puede perseverar en el apostolado.

Comentario

Este punto procede a la letra del Cuaderno VI de Apuntes íntimos de San Josemaría, nº 1026, 19-VI-1933 [1].

Forma una secuencia con los tres anteriores y con el siguiente: muestra el sentido de esas tres medidas ascéticas: asegurar la santa pureza, porque sin ella –como testifica la experiencia– no se puede perseverar en el servicio de Dios.

Pero en realidad esas medidas, solas, no la aseguran: la pureza hay que pedirla, como dijo San Josemaría en el primer punto de este capítulo y volverá a decir en el punto siguiente.

La interna relación entre la santa pureza y la plena dedicación al apostolado es una dimensión muy subrayada por San Josemaría al trazar el perfil de la «vocación cristiana»:

«La santa pureza no es ni la única ni la principal virtud cristiana: es, sin embargo, indispensable para perseverar en el esfuerzo diario de nuestra santificación y, si no se guarda, no cabe la dedicación al apostolado» [2].



[1] Ese día San Josemaría transcribió a continuación el punto 733.

[2] Homilía «Vocación cristiana», Roma 2-XII-1951, primer domingo de Adviento, en Es Cristo que pasa, 5.