Original manuscrito por San Josemaría en Cuaderno VI, nº 960, 22-III-1933 [1]. Fue dado a conocer en el 2º cuadernillo a velógrafo. El texto de Camino es idéntico al del Cuaderno, sin el guión.

La mortificación de los sentidos externos es, de hecho, un test de la mortificación «interior», de la misma manera que la caridad con el hermano, «al que ves», se transforma en test del amor a Dios, al que no ves (cfr 1 Jn 4, 20).

Hay en todo esto una profunda teología de la corporalidad.