Los grandes amores de mi vida son hebreos: Jesucristo y María, su Madre.
Caracas, Venezuela, 1974
"Padre yo soy hebreo". Así empezó Roberto Ackerman, un judío, una pregunta a San Josemaría durante un encuentro en Caracas.San Josemaría le explicó que los grandes amores de su vida -Jesucristo y su Madre, la Virgen- también eran hebreos, y de ahí nacía su gran estima hacia el pueblo judío.