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Capítulos de Camino
Obediencia

 

Obediencia

Es el tercer cap sobre las virtudes. El Autor procede aquí de manera muy semejante al cap precedente. Toma de Cec (cap «Virtudes») las cinco consideraciones que contiene sobre esta virtud y con ellas, y por su orden, comienza el nuevo cap. Agrega una sexta consideración que saca de las páginas finales de Cec (futuro p/619 de C) y finalmente añade los diez puntos de nueva elaboración.
¿Cómo se encontraba el patrimonio de Cec en Cem? En contraste con el cap sobre «Humildad», que estaba allí, como dije, perfectamente trazado, Cem32 no ofrece base para el cap «Obediencia» de Cec, que toma sus consideraciones, excepto una que procede de Cem33, directamente de los Cuadernos VI y VII.


Después de las virtudes-fundamento, el Autor aborda la obediencia, la virtud más expresiva de la kénosis –abajamiento, humildad– de Cristo (cfr Flp 2, 8). Es éste el pensamiento que está detrás de los distintos puntos del cap. Su formulación explícita se encuentra en el p/628: «Ahora, que te cuesta obedecer, acuérdate de tu Señor». Sobre esta base, el Autor desgrana los diversos obstáculos que se oponen a la obediencia de fe y, por contraste, expone la eficacia apostólica de obedecer. El horizonte del cap, como digo, está determinado por los dos anteriores –«Fe» y «Humildad»–, que llevan al cristiano a sentirse «instrumento» en las manos de Dios, temática ya adelantada en el cap «Los medios».


614* En los trabajos de apostolado no hay desobediencia pequeña.


Texto procedente del Cuaderno VI, nº 1060, 11-X-1933, cuyo tenor es como sigue:
«En la Obra de Dios no hay desobediencia pequeña».
Como vemos, al redactar el original, Josemaría Escrivá está pensando en el apostolado del Opus Dei en el mundo, y al pasarlo a la multicopia, ve que es en realidad un criterio evangélico aplicable a todos «los trabajos de apostolado» .

El mismo día, a continuación de este p/614, transcribió otras cuatro consideraciones, todas sobre obediencia: tres de ellas pasarán a ser los p/616, 617 y 618 de este mismo cap y la cuarta es el p/457, que, por su peculiar enfoque del tema, situó en el contexto del cap «Caridad».


615* Templa tu voluntad, viriliza tu voluntad: que sea, con la gracia de Dios, como un espolón de acero.
—Sólo teniendo una fuerte voluntad sabrás no tenerla para obedecer.


Al ordenar los materiales del presente cap para el impreso de Cuenca, el Autor intercaló, entre los cuatro puntos del 11-X-1933, este texto, que es del 9 de enero (cumplía ese día 31 años) y estaba transcrito en el mismo Cuaderno VI, nº 905. También el tenor literal del texto es idéntico al de C, con las pequeñas variantes que constan en el apcrít.

Nótese que, por medio de su recurso, tan frecuente, al lenguaje paradójico, el Autor logra expresar, cuando parece que lo está negando, que en cada acto de obediencia del cristiano a las exigencias de la fe se expresa una «fuerte voluntad». La «fortaleza» de la voluntad se manifiesta en este caso en hacer propia la voluntad del Señor, no la nuestra. La paradoja está en que, realmente, esa fuerte voluntad se manifiesta en el abandono en las manos de Dios. El mismo Autor lo explica así en p/856. Sobre el tema vid com/19 con sus referencias.


616* Por esa tardanza, por esa pasividad, por esa resistencia tuya para obedecer, ¡cómo se resiente el apostolado y cómo se goza el enemigo!


Texto del Cuaderno VI, nº 1061, fechado, como dije, el 11-X-1933 junto con otros cuatro futuros puntos de C (vid p/614). El tenor literal del texto es idéntico al de C.
El Autor, sin decirlo de modo explícito, establece una gradación creciente en la desobediencia: tardanza, pasividad, resistencia: tuya. Una gradación que manifiesta un fino análisis psicológico. Con el lenguaje del p/382, podríamos decir que son tres «etapas clarísimas» en sentido inverso: en el alejamiento de Cristo, obediente hasta la muerte. El Autor aprovecha para hacer notar que en la respuesta tuya –de cada persona humana– se está jugando en cada momento la eficacia de la Redención.

617* Obedeced, como en manos del artista obedece un instrumento —que no se para a considerar por qué hace esto o lo otro—, seguros de que nunca se os mandará cosa que no sea buena y para toda la gloria de Dios.


Este texto del Cuaderno VI, nº 1060, es otro del grupo fechado en 11-X-1933 (vid com/614). El tenor literal del texto es también idéntico al de C. A este texto sigue en el Cuaderno el actual p/457. La lectura consecutiva de ambos integra muy bien la secuencia originaria del discurso. El Autor no está hablando aquí de «obediencia ciega». Vid sobre esta expresión com/941. Su preocupación es el sentido sobrenatural de la obediencia: que haya en el que obedece una convicción de que Dios está presente en el gobierno de la «empresa apostólica» en la que trabaja y, a la vez, un clima de confianza –en los que la dirigen– que genera un auténtico diálogo. Vid p/619.

Pero el otro polo, lo que modernamente se ha llamado obediencia «dialogada», tampoco representa el espíritu del Autor de C. «Obediencia inteligente»: ésa es la expresión que solía utilizar para describir la obediencia de la que él hablaba, que es verdadera obediencia, que pregunta y dialoga con el director, pero no en orden a un «consenso» pactado sino a una captación clara de lo mandado para obedecer con la cabeza2b. Vale para la obediencia lo que se dice en el p/983 a propósito de la perseverancia: que no puede ser «consecuencia ciega» de un impulso primero, sino que ha de ser una «perseverancia reflexiva».


618* El enemigo: ¿obedecerás... hasta en ese detalle «ridículo»? —Tú, con la gracia de Dios: obedeceré... hasta en ese detalle «heroico».


Cuaderno VI, nº 1060. Último de los cinco textos transcritos en 11-X-1933 (vid p/614). El tenor literal del texto es idéntico al de C.
El punto ofrece una retroproyección, al campo de la obediencia, de la doctrina que el Autor expondrá detenidamente en el cap 39 sobre «Cosas pequeñas». El horizonte es el señalado en la Introd a este cap: la humildad-obediencia de Cristo hasta la muerte.

619* Iniciativas. —Tenlas, en tu apostolado, dentro de los términos del mandato que te otorguen.
—Si se salen de estos límites o tienes duda, consulta al superior, sin comunicar antes a nadie tus pensamientos.
—Nunca olvides que eres solamente ejecutor.


Procede del Cuaderno VII, nº 1135, transcrito en 11-II-1934. El tenor literal es idéntico al de C. Ese mismo día transcribió otros dos futuros puntos del libro . Este texto estaba situado en la edición de Cuenca en el cap «Apostolado» y el Autor, en Burgos, al crear el presente cap para la edición definitiva, decidió traerlo aquí. Es el último de los puntos procedentes de Cec.
Obediencia no es pasividad (que ya ha quedado descartada, como «etapa» de la desobediencia; vid p/616), sino «fuerte voluntad» (p/615) e «iniciativas» apostólicas, que deben integrarse en el proyecto de conjunto.


620* Si la obediencia no te da paz, es que eres soberbio.


Comienzan ahora los puntos posteriores al impreso de Cuenca. El p/620 está escrito sobre una octavilla con dorso en blanco perteneciente a la serie Lhz, en la que tiene el nº 6. Es uno de los textos que proceden del pequeño Cuaderno sobre el que escribía sus notas íntimas en la Legación de Honduras. Tenor literal idéntico. Tiene fecha de 26-V-1937; Apínt, nº 1392.

Un texto especialmente venerable, a mi parecer, por haber sido escrito dentro de aquella «noche oscura» (vid com/151). Va inmediatamente precedido en el cuaderno por el actual p/211. La lectura consecutiva de ambos ayuda a captar el clima en el que se redactan. Este p/620 pone especialmente de manifiesto la secuencia teológica y espiritual de la humildad y la obediencia y la lógica por tanto de los dos caps. En la base de todo, la Fe.


621* ¡Qué lástima que quien hace cabeza no te dé ejemplo!... —Pero, ¿acaso le obedeces por sus condiciones personales?... ¿O el ‘obedite praepositis vestris’ —«obedeced a vuestros superiores», de San Pablo1, lo traduces, para tu comodidad, con una interpolación tuya que venga a decir..., siempre que el superior tenga virtudes a mi gusto?


Texto escrito también en Honduras. Es la octavilla 20 de la serie Lhz. En la predicación de aquellos meses exhortaba San Josemaría:

«Aprendamos a obedecer sobrenaturalmente, con entrega plena de la voluntad, con prontitud, sin detenernos a pensar que esos mandatos provienen de un hombre imperfecto, sino pensando que provienen del mismo Dios. Obedezcamos siguiendo el consejo del Apóstol, que recomendaba la docilidad hasta a los malos, etiam dyscolis (1 Pet 2, 18) bien entendido que no en las cosas malas» .
La vivencia de este punto la traía el Autor de C en su propia carne. A Jiménez Vargas, que asistió a esa predicación de Honduras, le dice en la carta en que le felicita la Navidad del 38:
«Hoy escribo a toda la familia. Pocas cartas, porque somos pocos. Me acongoja pensar que por mi culpa. ¡Oh, qué buen ejemplo quiero -eficazmente- dar siempre! Ayúdame a pedir perdón al Señor, por todos los que di malos, hasta ahora»4b.
Anotación de la predicación en Vitoria:
«Obediencia. ¿Quibus? Deo: Ecclesiae: Episcopo: aliis superioribus... Obedite praepositis vestris, ...etiam discolis» .
Sobre la expresión «hacer cabeza» vid com/951.


622* ¡Qué bien has entendido la obediencia cuando me has escrito: «obedecer siempre es ser mártir sin morir»!


Texto escrito sobre una octavilla Jef . «Me parece –escribe Jiménez Vargas– que esto es de una carta que escribí a Burgos durante la guerra. Y creo recordar que fue por algo que había leído en el misal, probablemente en una misa de la Virgen» . Muy bien pudo el Autor, releyendo cartas en aquellos meses finales del 38, dar con ésta, que, sin embargo, no hemos encontrado. No ha sido difícil, en cambio, identificar el texto litúrgico que llevó al alférez médico a expresar este pensamiento. Se trata de la «communio» de la fiesta de la Virgen Dolorosa, que se celebra el 15 de septiembre, y que en el Misal de San Pío V decía: «Felices sensus beatae Mariae Virginis, qui sine morte meruerunt martyrii palmam sub Cruce Domini». La Virgen María, sin morir, mereció la palma del martirio cuando

estaba junto a la Cruz del Señor. La antífona, en la liturgia actual, ha pasado a ser la del aleluya de la lección evangélica nº 11 del Común de la Santísima Virgen .


623* Te mandan una cosa que crees estéril y difícil. —Hazla. —Y verás que es fácil y fecunda.


Texto escrito sobre una octavilla Bl. No hay interrelación documental conocida. San Juan Crisóstomo tenía esta misma experiencia:
«Nada hay efectivamente tan fácil que nuestra mucha tibieza no nos lo presente difícil y pesado; como nada hay tan difícil y penoso que no nos lo haga absolutamente fácil y llevadero nuestro fervor y determinación» .


624* Jerarquía. —Cada pieza en su lugar. —¿Qué quedaría de un cuadro de Velázquez si cada color se fuera por su sitio, cada hilo de la tela se soltase, cada trozo de madera del bastidor se separase de los otros?


Texto escrito sobre una octavilla Drv, en cuyo dorso se lee, autógrafo del Autor: «+ (Med.) Maria, Reg». La mitad, pues, de una cuartilla, en la que iba a escribir el guión de una meditación sobre María, Reina . Un texto muy similar se encuentra en el guión de una plática, en el que se lee:
«¿Qué quedaría de un cuadro de Velázquez, si cada color se fuera por su sitio, cada hilo de la tela se soltase, cada trozo de madera del bastidor se separase de los otros? Vuestra Obra, consuelo de Dios, hermoso cuadro, con la inspiración del Cielo pintado por vuestro Padre... y por vuestra Madre […] Orden, sumisión, jerarquía» .

625* Tu obediencia no merece ese nombre si no estás decidido a echar por tierra tu labor personal más floreciente, cuando quien puede lo disponga así.


Texto escrito sobre una octavilla Bl. Hay un apunte de predicación a sacerdotes, que puede estar en la base redaccional de este punto:
«Obediencia a la Jerarquía: deshacer aun lo más floreciente, si lo ordenan así» .


626* ¿Verdad, Señor, que te daba consuelo grande aquella «sutileza» del hombrón-niño que, al sentir el desconcierto que produce obedecer en cosa molesta y de suyo repugnante, te decía bajito: ¡Jesús, que haga buena cara!?


Texto escrito sobre una octavilla Bl. Hay en el guión 122 este apunte, añadido con la tinta azul-verde que le dieron en Vergara:
«Obediencia. –Qualis? [...] hilaris (¡Señor, que haga buena cara!)» .
Se trata de una vieja anécdota que el propio Autor contó en diversas ocasiones. En una de ellas (29-VI-1969) fue recogida en cinta magnetofónica. Mons. Escrivá, ante una pregunta, rememora sus visitas a los hospitales de Madrid:

«Entre los que me acompañaban en esas visitas, se contaba un hermano vuestro que fue el primero en morir, antes de la guerra de España. Se llamaba Luis Gordon; era ingeniero industrial, y pertenecía a una familia muy conocida de Madrid.
Un día estábamos atendiendo a un tuberculoso, y mientras yo me ocupaba de asearle y lavarle, dije a Luis: limpia el orinal. La bacinilla estaba llena de esputos repugnantes. Aunque noté que no pudo reprimir un gesto de asco, y que palidecía un poco, vi que salía con el orinal en la mano. Considerando el gesto de Luis, reaccioné inmediatamente, y fui en pos de él con la intención de realizar yo mismo esa tarea. Lo encontré en el servicio, un pequeño cuarto del hospital, donde había un grifo y unas brochas para lavar esas cosas. Lo seguí, repito, pensando que hasta podía caerse en redondo al suelo, y me lo encontré con la cara radiante de alegría. En vez de utilizar las escobillas, se había arremangado el brazo y metía la mano para limpiar bien el orinal. Me quedé muy contento y le dejé hacer. Luego, hablando con él, me confirmó que había sentido una gran repugnancia, pero que se había forzado para obedecer libremente con alegría. Pero no puedo recomendarlo ahora, aunque entonces estaba bien.
[...] Este episodio lo recogí más tarde en un punto de Camino. Todos esos textos me recuerdan alguna anécdota. En este lugar escribí lo que Luis me contó que había rezado: ¡Jesús, que haga buena cara!» .
«Hombrón-niño». Alusión a la corpulencia de Luis Gordon y a su sencillez de espíritu.


627* Tu obediencia debe ser muda. ¡Esa lengua!


Texto escrito sobre una octavilla Bl, también a partir del guión 122 y también desde un añadido con la tinta azul-verde de Vergara:
«Obediencia. –Qualis? [...] muta (¡esa lengua!)» .


628* Ahora, que te cuesta obedecer, acuérdate de tu Señor, «factus obediens usque ad mortem, mortem autem crucis» —¡obediente hasta la muerte, y muerte de cruz!


Texto escrito sobre una octavilla Bl. El Autor continúa extractando el guión sobre obediencia. Ahora el apunte es el sencillo texto bíblico (no es un añadido de Vergara):
«Obediencia. Jesús, obediens usque ad mortem...» .


629* ¡Oh poder de la obediencia! —El lago de Genesaret negaba sus peces a las redes de Pedro. Toda una noche en vano1.
—Ahora, obediente, volvió la red al agua y pescaron «piscium multitudinem copiosam» —una gran cantidad de peces.
—Créeme: el milagro se repite cada día.


Texto escrito sobre una octavilla Bl. El Autor continúa con el guión sobre obediencia. Las notas están en la secuencia del texto, no en los añadidos de Vergara:

«Espíritu de obediencia. Junto al lago de Genesareth. (Luc. V, 1-11) –Duc in altum!... – Praeceptor, per totam noctem laborantes nihil cepimus; in verbo autem tuo laxabo rete. ...piscium multitudinem copiosam» .
Esta perícopa de la pesca milagrosa es tan característica de la predicación del Autor y de su manera de entender la vida cristiana, que ha sido elegida como lección de Evangelio en la Misa para la fiesta de San Josemaría. En el p/792 vuelve al pasaje de San Lucas, esta vez desde la perspectiva del optimismo basado en la fe: Duc in altum! Vid com a este punto, especialmente el texto de 1934 allí transcrito. Vid también Surco, 377 y Forja, 175.

 

 

Cap 28 28 [Msb: 182]. Obediencia, p/614-629 [6 de Cec + 10 de Msb] C || Cap nuevo [+ ex 17. Virtudes, cd/257.258.260-262 + cd/423] Cec
614 Apínt Cec/60.3-Ceb/257
Vid sobre la palabra «trabajos» com/699.
615 Apínt Cem33/331 Cec/60.4-Ceb/258 ||| fuerte voluntad] fuerte voluntad, Apínt Cec || tenerla] tenerla, Apínt Cec
Futuros puntos de C transcritos ese día: 708, 615, 22.
616 Apínt Cec/61.1-Ceb/260
617 Apínt Cec/61.2-Ceb/261
2b Dos textos entre muchos: «La mejor prueba de nuestra libertad es la obediencia rendida, inteligente, llena de iniciativa» (Notas de una tertulia, Roma 18-I-1965; AGP, sec A, leg 51). «No podrá hacer nunca recto uso de la inteligencia y de la libertad –para obedecer, lo mismo que para opinar– quien carezca de suficiente formación cristiana» (Conversaciones, 2). Este texto es parte de su respuesta a una cuestión sobre libertad y obediencia que le planteé en la entrevista que concedió a Palabra (Madrid), siendo yo director de la revista, publicada en el número de octubre de 1967 bajo el título «Espontaneidad y pluralismo en el Pueblo de Dios».
618 Apínt Cec/61.3-Ceb/262
619 Apínt Cec/99.3-Ceb/423
Son: 712 y 945.
620 Apínt Msb
621 Msb ||| condiciones Msb add] virtudes Msb del || superiores»,] superiores» Msb Txm || decir..., siempre C] decir: ..., siempre Msb Txm |||| 1 Hb 13, 17
PredicHond, «Cosas pequeñas», 19-VI-1937, pgs 114-115; XVIII.
4b Carta de Josemaría Escrivá a Juan Jiménez Vargas, Burgos 24-XII-1938; EF 381224-1.
EjEsp, Plática «Espíritu de obediencia», Vitoria 19-VIII-1938; guión nº 122.
622 Msb Srt ||| obediencia cuando] obediencia, cuando Msb Srt Txm
El Autor utilizó este punto para el «sorteo» de que se habla en com/305. La ficha autógrafa, que le tocó a Miguel Sotomayor, se conserva en AGP, sec A, leg 54, carp 3, exp 2.
Relato del 77, pg 14.
Con esta fórmula: «Beata est Maria Virgo, quae sine morte meruit martyrii palmam sub cruce Domini».
623 Msb || cosa] cosa, Msb Txm
San JUAN CRISÓSTOMO, Sobre la compunción, Discurso I, 5; BAC 169, 1958, pg 559.
624 Msb ||| pieza] pieza, Msb Txm || Velázquez] Velázquez, Msb Txm || separase Txm] separara Msb
Posiblemente todo esto sucede en Vergara. Rompió el papel e hizo dos octavillas porque decidió no escribir ex novo un guión sobre el tema. Lo que hizo fue, ya en Vergara, aprovechar el guión nº 116, que había predicado en los EjEsp de Vitoria y cuyo título original era «María, mujer fuerte», agregándole nuevos desarrollos al final y un nuevo título: «Maria, Regina Apostolorum» y la fecha: Vergara, 10-IX-1938.
Plática titulada «Sumisión», sin fecha ni lugar, pero 1938; AGP, sec A, leg 50-13, carp 2, exp 10. Está dirigida a las teresianas, en cuyas casas el Autor predicó aquel año 1938 en diversas ocasiones, exhortándolas –después del martirio en Madrid del Fundador, San Pedro Poveda (vid IntrodGen § 7, nt 20), con quien el Autor tenía gran amistad sacerdotal– a la unidad en torno a la Directora General de la Institución Teresiana y Cofundadora, María Josefa Segovia.
625 Msb ||| nombre] nombre, Msb Txm
EjEsp, Plática «Espíritu apostólico», Vitoria 20-VIII-1938; guión nº 111.
626 Msb ||| que haga] praec haz Msb del
EjEsp, Plática «Espíritu de obediencia», Vitoria 19-VIII-1938; guión nº 122.
Notas de una tertulia, Roma 29-VI-1969; AGP, sec A, leg 51. También en AGP, sec P, leg 3, 1979, pg 126.
627 Msb
EjEsp, Plática «Espíritu de obediencia», Vitoria 19-VIII-1938; guión nº 122.
628 Msb |||| 1 Flp 2, 8
Ibidem.
629 Msb ||| ¡Oh] ¡Oh, Msb Txm |||| 1 Lc 5, 5 | 2 Lc 5, 6
Ibidem.