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Capítulos de Camino
Examen

 

Examen

Otro cap enteramente preparado en Burgos, también en cuanto a sus contenidos: son nuevos los doce puntos que lo integran. La lógica de su inclusión aparece clara cuando se comprueba la posición que ocupa: después del cap «Penitencia», que reclama o presupone conversión, y antes del titulado «Propósitos», ambos ya presentes en Cec. Los propósitos para esa reforma de la propia vida, propuesta ya en el cap primero, sólo pueden forjarse desde una actitud previa de examen. Como podrá constatar el lector, la mayor parte de los puntos del cap tienen su trasfondo en el guión de una plática sobre «Examen» que el Autor hizo en Vergara el 5-IX-1938 durante los EjEsp predicados a los sacerdotes de la Diócesis de Vitoria . Hay también alguna ficha procedente de la Legación de Honduras.


235* Examen. —Labor diaria. —Contabilidad que no descuida nunca quien lleva un negocio.
¿Y hay negocio que valga más que el negocio de la vida eterna?


Texto escrito sobre una octavilla Bl. Procede de la citada plática de Vergara, donde se lee este apunte:
«Examen. Necesidad: los negocios serios de los hombres. Propia experiencia» .
Este enfoque del examen de conciencia y esta manera de hacer notar su importancia –la comparación con los negocios– responde a la más antigua tradición en la Iglesia. San Juan Crisóstomo, por ej, escribía: «Examinemos nuestra conciencia siguiendo el ejemplo de los hombres de negocios, y hagamos nuestras cuentas para saber qué ganancia obtuvimos esta semana, cuál la semana pasada, y cuál la que debo obtener la semana próxima» .

En el pasado siglo encontramos esta comparación en la Exhortación Haerent animo, del Papa San Pío X: «Sería una vergüenza que en esto [no hacer examen de conciencia] se cumplieran las palabras de Jesús: ‘Los hijos de este siglo son más avisados que los hijos de la luz’ (Lc 16, 8). Salta a la vista con qué cuidado administran sus negocios, la frecuencia con que revisan sus gastos y sus ingresos, la atención y el rigor con que llevan sus cuentas, cómo les duelen sus pérdidas y el enorme empeño que ponen en recuperarlas. Y nosotros quizá no pensamos más que en buscar honores, aumentar nuestro patrimonio, hacernos un nombre famoso por medio de la ciencia, descuidando con enorme negligencia el negocio más importante y más difícil: el de nuestra propia santificación» .
«Labor diaria». Ya San Agustín planteaba esa «labor»: «cada día hemos de traer a examen nuestra vida» .
Vid p/205 y com.


236* A la hora del examen ve prevenido contra el demonio mudo.


Texto escrito sobre una octavilla Bl. Predicación de Vergara:
«Pueblo de X. –La caña de pescar. ¡Chico: si me descuido, qué cerquica le andaba! (Demonio mudo)» .
Vid también este texto de otra meditación predicada ese mismo día en Vergara:
«El sacerdote obra milagros: [como Jesús, Alter Christus!]. Sordos [arquero ciego ], mudos [demonio mudo]» .

«El demonio mudo». Es decir, el demonio que impide al cristiano decir la verdad, ser sincero en el examen y en la dirección espiritual y la confesión. La expresión, que se hará emblemática en los escritos y en la predicación de San Josemaría , parte de la meditación de los relatos evangélicos de expulsión de demonios y curación de mudos: «y le presentaron a un mudo, que tenía un demonio […] y arrojado el demonio, habló el mudo» (Mt 9, 32-33). «Espíritu sordo y mudo, ¡sal de él!» (Mc 9, 24).


237* Examínate: despacio, con valentía. —¿No es cierto que tu mal humor y tu tristeza inmotivados —inmotivados, aparentemente— proceden de tu falta de decisión para romper los lazos sutiles, pero «concretos», que te tendió —arteramente, con paliativos— tu concupiscencia?


Texto de Honduras, muy probablemente. Está escrito sobre la octavilla 5 de la serie Lhz. Los «lazos sutiles» de este punto hay que ponerlos en relación –literaria y temática– con el «hilillo sutil» del p/170. Vid com a este punto.


238* El examen general parece defensa. —El particular, ataque. —El primero es la armadura. El segundo, espada toledana.


Texto escrito sobre una octavilla Bl. Apunte de Vergara:
«Examen general (defensa), que abarca todas las acciones, pensamientos y deseos: una armadura, contabilidad general. –Examen particular (fineza de Amor, una espada toledana)» .

El Autor presupone en el lector una noticia suficiente sobre el examen de conciencia como práctica de la piedad cristiana e incluso –ya en cuanto a la manera de examinarse– un cierto conocimiento de la distinción entre examen «general» y «particular», que se ha hecho clásica a partir de Ignacio de Loyola . Por su parte, el Autor ilustra la distinción recurriendo, de una manera incisiva y gráfica, al símil del combate, tomado de la antigua imaginería bélica, tan frecuente en la patrística y en la gran literatura espiritual, para ilustrar el «bonum certamen fidei» al que San Pablo invitaba a Timoteo (1 Tm 6, 12) y que estaba combatiendo el mismo Pablo (2 Tm 4, 7).

Las espadas de Toledo eran universalmente conocidas por su calidad ya desde tiempos medievales y mientras se mantuvo floreciente esta industria . Vid com/205.


239* Una mirada al pasado. Y... ¿lamentarte? No: que es estéril. —Aprender: que es fecundo.


Texto escrito sobre una octavilla Bl y redactado posiblemente a partir de este apunte:
«Hay Cruz en España . –No se acaba. ¿Por qué? –Falta espíritu cristiano. Oración. Sacrificio. Expiación. Amor. Reparación. –Por ahí... como si no hubiera guerra: ¡todos! –¿Lamentarme? ¡Estéril! Pensar, ante Dios, qué medios puedo yo poner: ... y ponerlos: lo de siempre: perfección en las cosas pequeñas» .

El apunte de este guión pone de manifiesto que la reflexión del Autor recae sobre el problema o el drama colectivo que están viviendo, pero que inmediatamente lo mira en clave «personal», de responsabilidad personal y avanzando actitudes prácticas. La ocasión histórica queda trascendida en la formulación del punto, aplicable a la permanente experiencia del hombre. En realidad, y bajo esta peculiar perspectiva, el Autor está anticipando la doctrina que formulará más adelante en p/292: la vida cristiana es un continuo «recomenzar». Vid también Forja, 464.


240* Pide luces. —Insiste: hasta dar con la raíz para aplicarle esa arma de combate que es el examen particular.


Texto escrito sobre una octavilla Bl. De la predicación a sacerdotes en Vergara:
«Examen práctico, cada uno el suyo, un cuarto de hora a mediodía –a partir de los últimos ejercicios– de ordinario, durante estos días de santo recogimiento: hasta dar con la raíz, para aplicarle esa arma de combate que es el examen particular» .
Vid p/205 y 238.


241* Con el examen particular has de ir derechamente a adquirir una virtud determinada o a arrancar el defecto que te domina.


Texto sobre ficha Re, procedente también, de la predicación en Vergara:
«Examen particular: Quitar la planta dañina. Cultivar la flor predilecta» .
Es la doctrina clásica sobre el tema. El Autor, en línea con todo su planteamiento, acentúa el aspecto «positivo» de la lucha ascética: al redactar el punto de C invierte el orden habitual –que estaba incluso en el guión– y pone en primer lugar «adquirir una virtud determinada».



242* «Lo que debo a Dios, por cristiano: mi falta de correspondencia, ante esa deuda, me ha hecho llorar de dolor: de dolor de Amor. ‘Mea culpa!’» —Bueno es que vayas reconociendo tus deudas: pero no olvides cómo se pagan: con lágrimas... y con obras.


Texto escrito sobre una octavilla Bl. Encontramos aquí el primero de los diez puntos de C procedentes de las notas del retiro espiritual que San Josemaría hizo en Pamplona –él solo, como era su costumbre en aquellos años–, en el Palacio episcopal . Están escritas en un cuaderno nuevo (Cuaderno VIII duplicado) que empezó al llegar a la zona nacional y fechó en Pamplona el 17 de diciembre, víspera del comienzo de los EjEsp. No estamos –en el caso de estos puntos– ante «consideraciones» transcritas en el Cuaderno para luego darlas a conocer, sino ante notas personalísimas, íntimas, de su examen y de su oración personal durante el retiro. Fue un año después (XII-1938) cuando, releyendo el Cuaderno para agregar nuevas consideraciones al libro que preparaba, las tomó como base de nuevos puntos de C. Este p/242 es la primera de esas anotaciones que utiliza el Autor. La meditación del segundo día del retiro, 19-XII-1937, tenía como tema «Lo que debo a Dios, por cristiano», y escribió:
«Día 19 de diciembre. Lo que debo a Dios, por cristiano: Mi falta de correspondencia, ante esa deuda, me ha hecho llorar de dolor: de dolor de Amor. Mea culpa, mea culpa, mea maxima culpa!...» .

Como se ve, el punto es autobiográfico, como los demás de esta serie de Pamplona. Él es el que lloraba en el Palacio episcopal examinando su vida...
Tres de estos puntos (p/242, 250 y 438) son, redaccionalmente, prototípicos de la manera que Escrivá tiene de «ocultarse y desaparecer» (vid Introd a cap 41) cuando traslada a C textos de su Cuaderno. En los tres introduce a un personaje, que aparece como el sujeto de las acciones, y el Autor, desde fuera, dialoga con él.

En este p/242 recoge íntegro el texto de su anotación, y la pone entre comillas: es la forma que tiene de asignarla a esa otra persona, con la que habla a continuación. En efecto, la segunda frase no está en el Cuaderno: fue redactada en Burgos para entablar diálogo. Recuerda a su interlocutor –«no olvides», le dice– el «cariñoso reproche» que el Señor le hizo años antes: «¡obras son amores!» (vid p/933 y com). Aquí sí que podemos decir lo que de tantos puntos de C: que el Autor se está exigiendo, ante todo, a sí mismo.

243* «Qui fidelis est in minimo et in majori fidelis est»1 —quien es fiel en lo poco también lo es en lo mucho. —Son palabras de San Lucas que te señalan —haz examen— la raíz de tus descaminos.


Texto escrito sobre una octavilla Re. El pasaje de San Lucas es constante en la predicación de Josemaría Escrivá para inculcar la doctrina del cuidado de las «cosas pequeñas». Por ejemplo, en 1935 había escrito en una Instrucción a los fieles del Opus Dei:

«La inexperiencia unida a esas ambiciones de cosas grandes, lleva a la gente joven al mal camino de despreciar las cosas pequeñas: lo vulgar, lo de cada día, el detalle, el silencio..., el orden. Es preciso salir al paso de este error gravísimo, haciéndoles considerar aquella tan conocida frase del Eclesiástico (XIX, 1): qui spernit modica paulatim decidet, el que desprecia las cosas pequeñas poco a poco cae en las grandes. Y aquel versículo de San Lucas: quien es fiel en lo poco, también lo es en lo mucho: y quien es injusto en lo poco, también lo es en lo mucho (XVI, 10)» .
Poner el verso de San Lucas en relación con el examen es, en cambio, algo característico de este punto de C.


244* Reacciona. —Oye lo que te dice el Espíritu Santo1: «Si inimicus meus maledixisset mihi, sustinuissem utique» —si mi enemigo me ofende, no es extraño, y es más tolerable. Pero, tú... «tu vero homo unanimis, dux meus, et notus meus, qui simul mecum dulces capiebas cibos» —¡tú, mi amigo, mi apóstol, que te asientas a mi mesa y comes conmigo dulces manjares!


Octavilla Drv, escrita al dorso por el propio Autor: es un trozo de una carta interrumpida a Don Emiliano Amann (padre del protagonista del p/106) y fechada el día de Navidad de 1938. (El otro trozo de la carta es el soporte del p/632). Aparte de una tan exacta datación de la redacción del texto, no he visto un solo papel con referencia a este hermoso salmo, tan bellamente meditado en este punto (a mi parecer, con claro acento eucarístico). Sin duda, el p/244 está situado en este cap «Examen» desde la perspectiva de la contrición, del dolor de Amor, adelantando la temática del p/246. Una vez oí decir a San Josemaría, hablando del examen de conciencia, que el alma del examen es la contrición.

Este punto es característico de esa forma de meditación/paráfrasis de ciertos salmos de la que gustaba San Josemaría

.
245* En días de retiro tu examen debe tener más hondura y más extensión que el tiempo habitual nocturno. —Si no, pierdes una gran ocasión de rectificar.


Escrito sobre una octavilla Drv, que tiene en el dorso una línea de texto a máquina. De la misma época redaccional que el punto anterior. La matriz redaccional está en la predicación de Vergara sobre «Examen»:
«En días de retiro no es así: tiene toda la hondura y más extensión que el tiempo habitual nocturno» .
Vid la anotación citada en p/240, donde Escrivá proponía a los sacerdotes a los que predicaba los EjEsp que, durante esos días, hicieran un cuarto de hora de examen al mediodía.
«El tiempo habitual nocturno». El Autor presupone que ese examen diario se realiza al final de la jornada. Así lo recomendaba en la dirección espiritual:
«No me dejes todos los días, por la noche, el examen: es cuestión de tres minutos» .
Es una práctica que se remonta a la época de los Padres: «Después de cenar –se escribía en el siglo V–, a la hora de irse a dormir, ya no hay nadie y la calma es perfecta: nadie turba la tranquilidad. Despierta entonces al tribunal de tu conciencia, que rinda cuentas..., recuérdale todo lo que ha hecho mal durante el día, y pide justicia a tu conciencia de todos sus malos pensamientos» .


246* Acaba siempre tu examen con un acto de Amor —dolor de Amor—: por ti, por todos los pecados de los hombres... —Y considera el cuidado paternal de Dios, que te quitó los obstáculos para que no tropezases.


Texto escrito sobre una octavilla Bl, procedente también de la plática de Vergara sobre el tema:
«Dolor y Dolor de Amor. Por mí, por todos los hombres. Por el amor que me ha tenido Dios, quitando los obstáculos» .
En la predicación de Salamanca, seis meses antes se encuentra este apunte:
«Otro que vive vida sobrenatural y no ha sido pecador: Juan, el discípulo amado. Su llamada... Antes, precaver soberbia: Santa Teresita del Niño Jesús dice que Dios quitó los obstáculos. Por tanto, más Amor» .

El cap se ha ido encaminando hacia estos puntos finales, que nos ofrecen el «alma» del examen. La doctrina de este punto, y ya antes el salmo meditado en el p/244, sitúan de manera formal el ejercicio cotidiano del examen de conciencia en su lugar propio: la relación personal con Dios. El examen que hacemos los cristianos no es introspección: es una forma de oración. El Autor al exponer en el p/91 los contenidos de la oración, los sintetiza diciendo que son: conocerle a Dios y «conocerte». Es decir, el examen de conciencia se realiza siempre en diálogo con el Señor, en oración. Una oración, por otra parte, que, al darnos el «propio conocimiento» (vid p/609), es necesariamente una oración hecha de contrición ante Dios. El examen «acaba» –tiene su acabamiento, su perfección– en el «dolor de Amor», como se dice en el texto . Una contrición que se llena de agradecimiento por la inmensa bondad de Dios. Vid p/242, que vincula el «dolor de Amor» a los propósitos concretos.

 

 

Cap 8 8 [Msb: 7]. Examen [Msb: Exámenes], p/235-246 [12 Msb] C || Cap nuevo
EjEsp, Plática «Examen», Vergara 5-IX-1938; guión nº 123.
235 Msb ||| negocio de la vida eterna?] praec de tu alma? Msb del
Ibidem.
San JUAN CRISÓSTOMO, In Genesim 11, 2 (PG 53, 93); cfr ibidem 4, 6 y 23, 6 (PG 53, 45 y 206).
San PÍO X, Exhortación Haerent animo, al clero católico en el 50º aniversario de su ordenación sacerdotal, 4-VIII-1908 (ASS 41 [1908] 575).
«Necesse est ut per singulos dies vitam nostram ad judicium vocemus, et quid egimus per noctem et diem examinemus; et quanto ad bona facienda solito alacriores... Quisquis scilicet cor suum in hujusmodi studio exercet, audiat quid quidam sapiens dixit: ‘scito te ipsum’» (San AGUSTÍN, De spiritu et anima, 51; PL 40, 817 B).
236 Msb ||| examen] examen, Msb Txm || ve prevenido] praec prevénte Msb del
EjEsp, Plática «Examen», Vergara 5-IX-1938; guión nº 123. «Pueblo de X.»: así, en el guión. —Escrivá contó muchas veces esta experiencia pastoral, para ilustrar cómo el sacerdote debe ayudar a los penitentes a ser sinceros en la confesión (confesión «íntegra»: Conc de TRENTO, Decr de Poenitentia, cap 5; DS 1679). La expresión baturra del penitente, contando después la «confesión» a los amigos, pone de manifiesto cómo la caña que echaba el sacerdote estuvo a punto de hacer que se sincerara por entero, pero se impuso el demonio mudo. El Autor contaba siempre con pena este sucedido. Vid VÁZQUEZ DE PRADA, I, pg 203.
La analogía del arquero ciego en Juan CASIANO, Collationes, VIII, cap V; Neblí 20, 1998, pg 37s.
EjEsp, Plática «Fe de los Apóstoles», Vergara 5-IX-1938; guión nº 128.
Forja, 127: «Si el demonio mudo –del que nos habla el Evangelio– se mete en el alma, lo echa todo a perder. En cambio, si se le arroja inmediatamente, todo sale bien, se camina feliz, todo marcha. —Propósito firme: ‘sinceridad salvaje’ en la dirección espiritual, con delicada educación..., y que esa sinceridad sea inmediata». Amigos de Dios, 188: «¿Cómo lograremos superar esas mezquindades? Insisto, por su importancia capital: con humildad, y con sinceridad en la dirección espiritual y en el Sacramento de la Penitencia. Id a los que orientan vuestras almas con el corazón abierto; no lo cerréis, porque si se mete el demonio mudo, es difícil de sacar». En la homilía a la que corresponden estas palabras hay un detenido tratamiento del tema «demonio mudo».
237 Msb ||| decisión] decisión, Msb Txm
238 Msb
EjEsp, Plática «Examen», Vergara 5-IX-1938; guión nº 123.
Ejercicios, 24-31 (examen particular), 32-43 (examen general); BAC 245, 1965, pgs 16-23. Vid Antanas LIUIMA – André DERVILLE, «Examen particulier», en DSp, III, col. 1838-1849.
«Como soldados espirituales, nobles y vigilantes, limpiad cada día vuestras armas espirituales, para que el adversario, viendo el esplendor de vuestra armadura, se mantenga a distancia y ni se le ocurra siquiera aproximarse» (vid San JUAN CRISÓSTOMO, Las catequesis bautismales, XI, 27; Aldo CERESA-GASTALDO (ed.), Ciudad Nueva [Biblioteca de Patrística, 3], Madrid 1988, pg 172 y Catéchèses baptismales, V, 27; Antoine WENGER (ed.), SCh 50, Paris 1957, pg 213).
Algunos traductores han optado por prescindir del adjetivo «toledana» (inglesa: «the sword»; alemana: «ein scharfes Schwert»). Las versiones francesa e italiana lo mantienen (francés: «l’épée de Tolède», italiano: «spada toledana»). Esta última traducción anota: «La città di Toledo era celebre per la produzione di spade a lama corta e ben temprata, di gran pregio». Ver en la voz «Espada» de la Enciclopedia Espasa el apartado dedicado a la fabricación de espadas en Toledo (tomo 20, 1915, reimpresión de 1966, pg 1269s). La edición bilingüe Camino/The Way, pg 96, recupera la fidelidad al original: «a sword of Toledo steel».
239 Msb
Alusión a la situación dramática del país en medio de la cruenta guerra civil. El «no se acaba» parece referirse a la guerra. El Autor pone la situación en relación con una «falta de espíritu cristiano» en los ya «vencedores», que han vuelto a vivir «como si no hubiera guerra», sin espíritu de sacrificio y de servicio... San Josemaría, a lo largo de toda su vida, predicó incansablemente la necesidad de la coherencia entre las obras y la fe.
Meditación «Stabant iuxta Crucem (Joann. XIX, 25)», a las Teresianas, Vitoria 19-IX-1938; guión nº 114. Ya en el Cuaderno III, nº 265, 4-IX-1931, había anotado: «Lamentarse es estéril. Orar es fecundo».
240 Msb ||| raíz] raíz, Msb Txm
EjEsp, Plática «Examen», Vergara 5-IX-1938; guión nº 123. Vid com/245.
241 Msb
EjEsp, Plática «Examen», Vergara 5-IX-1938; guión nº 123.
Escribe, por ej, J. B. CHAUTARD, El alma de todo apostolado, 1927, pg 181: «De acuerdo con su Director, el alma se propone fijarse de un modo más directo, durante la oración y en el transcurso del día en tal defecto o en tal virtud, raíz principal de otros muchos defectos o virtudes». Vid A. TANQUEREY, Compendio de Teología ascética y mística, 1930, §§ 466-477.
242 Msb
Acababa de cruzar la frontera francesa, evadido de la zona republicana, y fue acogido fraternalmente por el Obispo de la Diócesis navarra, don Marcelino Olaechea. Los diez puntos, siguiendo el orden de las anotaciones, son: p/242, 321, 746, 250, 804, 603, 276, 932, 438, 373.
Cuaderno VIII dpdo, nº 1422; la cursiva es del original. De las notas posteriores del mismo día 19-XII-1937 procede también el p/321.
243 Msb ||| Lucas] Lucas, Msb Txm || descaminos Msb add] infidelidades Msb del |||| 1 Lc 16, 10
Instrucción, 9-I-1935, nº 219; la cursiva es del original. En el Cuaderno VI, nº 1013, 26-V-1933, se lee este solitario apunte: «In modico fidelis!...», tomado sin duda de Lc 19, 17.
244 Msb |||| 1 Sal 55 (54), 13-15
En Forja, 381 hay otro meditativo de técnica semejante: «¡Ah Jesús! –díselo tú también–: ‘ut iumentum factus sum apud te!’ —me has hecho tu borriquillo; no me dejes, ‘et ego semper tecum!’ —y estaré siempre Contigo. Llévame fuertemente atado con tu gracia: ‘tenuisti manum dexteram meam...’ —me has cogido por el ronzal; ‘et in voluntate tua deduxisti me...’ —y hazme cumplir tu Voluntad. ¡Y así te amaré por los siglos sin fin! —‘et cum gloria suscepisti me!’».
245 Msb ||| retiro] retiro, Msb Txm
EjEsp, Plática «Examen», Vergara 5-IX-1938; guión nº 123.
Carta de Josemaría Escrivá a Isidoro Zorzano, Madrid 14-VIII-1931; EF 310814-1.
San JUAN CRISÓSTOMO, In Ps. 4, 8; PG 55, 51-52.
246 Msb ||| Y considera Msb add] praec por Msb del || obstáculos Msb] obstáculos, Txm
EjEsp, Plática «Examen», Vergara 5-IX-1938; guión nº 123.
Retiro espiritual, Plática «Vida sobrenatural», Salamanca 25-I-1938; guión nº 91. La cursiva es mía.
Los textos de Santa Teresita a los que se refiere el Autor pueden ser éstos: «... cuando leía la vida de aquellos santos a los que el Señor quiso acariciar desde la cuna hasta el sepulcro, retirando de su camino todos los obstáculos que pudieran impedirles elevarse hacia él» (Ms/A fol 2v; MEC 5, 1996, pg 84; la cursiva es mía). Y sobre todo el texto célebre del manuscrito C: «Pero voy a hacer otra suposición. El padre, sabiendo que en el camino de su hijo hay una piedra, se apresura a ir antes que él y la retira (sin que nadie lo vea). Ciertamente que el hijo, objeto de la ternura previsora de su padre, si desconoce la desgracia de que su padre lo ha librado, no le manifestará su gratitud y le amará menos que si lo hubiese curado... Pero si llega a saber el peligro del que acaba de librarse, ¿no lo amará todavía mucho más?» (ibidem, fol 38v-39r; pg 113). Este pasaje lo citó el Autor, leyéndolo íntegro, en los EjEsp que predicó a los seminaristas de Valencia en noviembre de 1940: EjEsp, Meditación 1.4ª, Valencia 3-XI-1940; notas tomadas por Vicente Moreno, sacerdote; AGP, sec A, leg 100-38, carp 1, exp 18. Sobre este documento, vid com/704 nt 52.