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Cosas pequeñas

 

Cosas pequeñas

«Cosas pequeñas» es un cap de nueva creación en Burgos. El Autor lo articula comenzando con dos puntos (p/813 y 814) que toma del cap «Caridad» de Cec; luego introduce otros cinco (los actuales p/815-819), que separa de «Infancia espiritual» (donde ya estaban formando una secuencia); y a estos siete puntos agrega once más redactados durante la guerra civil. El cuidado, la atención a las «cosas pequeñas» en el nuevo cap no va, pues, a aparecer ya como directa expresión del camino de infancia espiritual (así, en Cec) sino que va a significar el amor a Dios y al prójimo en la santificación de la actividad ordinaria del cristiano . Esto es lo que me parece importante en la «autonomía» que el tema adquiere en la redacción de Burgos. El Autor, que seguía un verdadero «camino de infancia» en su relación con Dios, sintiéndose «niño pequeño» ante el Señor, veía con claridad meridiana que no todos tenían por qué hacer suyo ese camino: la «vida de infancia espiritual» se puede mostrar, pero no se puede imponer, es puro don del Espíritu Santo . Y, a la vez, veía con la misma claridad que ese «cuidado de las cosas pequeñas» no era algo «optativo», sino una dimensión fundamental, constitutiva, de la santificación del trabajo profesional y de la vida cotidiana, del modo de unión con Cristo que él enseñaba a los fieles del Opus Dei y a todo el que quisiera escucharle . Vid com/790.

Estimo esto último determinante a la hora de indagar por qué el Autor dio a este cap la posición que tiene en la secuencia de C. Podría haberlo situado con todo rigor dentro del bloque de los caps 11 a 17, al final de la Parte Primera, donde se describe el horizonte de la santificación en la vida corriente. La opción del Autor, al incluirlo en esta Tercera Parte, dedicada a llamamiento y apostolado, situándolo entre «Proselitismo» y «Táctica», parece algo muy meditado. Pienso que quiere poner de manifiesto que «cuidar las cosas pequeñas» en el trabajo y en la vida espiritual es el presupuesto de toda «táctica» apostólica. Vid Introd a caps 30 y 40. Por lo demás, este cap sobre «cosas pequeñas» no sólo quiere excluir la tentación de que la santidad se forja sólo en las «grandes» ocasiones, en situaciones extraordinarias, sino subrayar que la relación personal del cristiano con Dios ha de ser un flujo incesante, como las pequeñas realidades de cada día: un flujo de Amor y de oración . En todo caso, el presente cap se inscribe de manera muy clara en «esa original contribución al sensus plenior del ser cristianos en medio del mundo» que es la doctrina del Autor de C .


813* Hacedlo todo por Amor. —Así no hay cosas pequeñas: todo es grande. —La perseverancia en las cosas pequeñas, por Amor, es heroísmo.


Este p/813 y el siguiente provienen, como acabo de decir, del cap «Caridad» de Cec. El original se encuentra en el Cuaderno V, nº 804, fechado en 10-VIII-1932, formando una unidad con el que será p/418. He aquí el texto del cuaderno:
«Hacedlo todo por Amor. Así no hay obras pequeñas: todo es grande. La perseverancia en las cosas pequeñas, por Amor, es heroísmo. El secreto para dar relieve a lo más humilde, y aun a lo más humillante es AMAR» .

Detrás está la tradición. Vid en com/418 la presencia de San Agustín. Teresa de Jesús: «No hagamos torres sin fundamento, que el Señor no mira tanto la grandeza de las obras como el amor con que se hacen» ; Juan de la Cruz: «Es más precioso delante de Dios y del alma un poquito de este puro amor y más provecho hace a la Iglesia, aunque parece que no hace nada, que todas esas otras obras juntas» ; Teresa de Lisieux: «No tengo otra forma de demostrarte mi amor que arrojando flores, es decir, no dejando escapar ningún pequeño sacrificio, ni una sola mirada, ni una sola palabra, aprovechando hasta las más pequeñas cosas y haciéndolas por amor» .

La primera anotación sobre «cosas pequeñas» aparece en su Cuaderno el 26-XII-1930. Es todo un programa:
«Inculcadles el heroísmo de hacer con perfección las pequeñas cosas de cada día, como si de cada una de ellas dependiera la salvación del mundo» .
A los tres meses, después de narrar unos «detalles» del Señor en medio de la penuria de medios económicos en que vive con su familia, escribe:
«¿Todos esos pequeños consuelos del Amo, no serán para que yo me fije, sirviéndole, en las cosas pequeñas, ya que no soy capaz de servirle en las grandes?» .
Por otra parte, en el año 1931 aparece el «¡todo por Amor!», como un lema y una exclamación perfectamente delimitada en los Cuadernos de apuntes, y no en inmediata relación con el tema «cosas pequeñas»:
«No deseo recompensa: ¡todo por Amor!» .
«Ya no debo tener más preocupaciones que tu Obra, tu Gloria..., en una palabra, tu Amor. –¡Todo por Amor!» .
«Que tu borrico, Jesús, domine su pobre sensualidad de asno, que no responda con coces al aguijón, que lleve con gusto la carga, que su pensamiento y su rebuzno y su obra estén impregnados de tu Amor, ¡todo por Amor!» .
«Y el Amor Misericordioso será nuestro ideal […]: queremos que Xto. reine, practicamos y propagaremos el Evangelio, procuraremos el amor entre los hombres y desde luego y siempre ¡todo por Amor de Dios!» .
La «síntesis» de ambos temas aparece formulada en el punto que comentamos.

En 1938 predica en estos términos:
«Fines: ¿hacerme santo, santa? Un fin así de amplio no es práctico: pero es algo. ¿Santificarme, p.e., haciendo muy perfectamente cada pequeña cosa? Eso ya es mucho. Está bien. Y, sin embargo, siendo mucho, es poco. ¿Qué buscaremos, entonces? La santificación, por las cosas pequeñas, hechas por Amor, con ánimo de reparar. Esto es todo» .


814* Un pequeño acto, hecho por Amor, ¡cuánto vale!


Texto del Cuaderno V, nº 692, fechado en 10-IV-1932, con tenor literal idéntico al de C. Ese mismo día había transcrito previamente el p/425.
Vid p/899, que es en realidad un desarrollo pormenorizado, en el contexto de la vida de infancia, de lo afirmado en este punto. El Autor termina ese desarrollo con esta expresión: «Hecha de este modo tu mortificación, ¡cuánto vale!».


815* ¿Quieres de verdad ser santo? —Cumple el pequeño deber de cada momento: haz lo que debes y está en lo que haces.


Texto del Cuaderno V, nº 802, fechado en 10-VIII-1932 , con tenor literal idéntico al de C.
«Haz lo que debes y está en lo que haces». La propuesta hunde sus raíces en el adagio clásico: «age quod agis», que, en la forma «age si quid agis», proviene de Plauto: «si haces algo, hazlo efectivamente» . Pero en C todo está fecundado por la savia de la dignidad humana y cristiana, de modo que el centro de gravedad se desplaza del hacer al deber, el «deber de cada momento»: Que lo que hagas, sea lo que debes..., es decir, la Voluntad de Dios, correspondencia al Amor de Dios que se manifiesta en todo momento y, por tanto, pon al hacerlo el corazón y el alma. El «haz lo que debes» de C pide siempre un discernimiento sobrenatural18b.En Burgos, mientras preparaba este capítulo de C escribió también esta ficha:
«Santidad al alcance de todos: hacer con la mayor perfección posible las cosas ordinarias»


816* Has errado el camino si desprecias las cosas pequeñas.


Texto del Cuaderno VI, nº 876, fechado en 24-XI-1932 , de tenor literal idéntico, que acaba, como tantos textos de Apínt, con este colofón: «D.O.G.» . Vid p/19.


817* La santidad «grande» está en cumplir los «deberes pequeños» de cada instante.


Texto en el Cuaderno V, nº 769, fechado en 7-VII-1932 y seguido del futuro p/130. El tenor literal del texto es idéntico al de C. Unos días después, en el dorso de una estampa de la Virgen, el Autor escribió:
«La santidad grande está en cumplir el deber pequeño de cada instante.
Víspera de N. Señ. del Carmen 1932» .


818* Las almas grandes tienen muy en cuenta las cosas pequeñas.


Texto del Cuaderno VI, nº 889, fechado en 9-XII-1932, «infraoctava de la Inmaculada» hace notar el Autor, que transcribe, con tenor literal idéntico, este futuro punto de C .

Sin duda una de esas almas grandes era San Pedro Poveda, a quien había conocido el año anterior y con el que hizo, como sabemos, una gran amistad. Poveda había escrito: «Haz mucho caso de las cosas pequeñas» .


819* Porque fuiste «in pauca fidelis»1 —fiel en lo poco—, entra en el gozo de tu Señor. —Son palabras de Cristo. —«In pauca fidelis!...» —¿Desdeñarás ahora las cosas pequeñas si se promete la gloria a quienes las guardan?


Texto del Cuaderno VII, nº 1086, fechado en 14-XII-1933 , con tenor literal idéntico al de C y sólo variantes de puntuación .


820* No juzgues por la pequeñez de los comienzos: una vez me hicieron notar que no se distinguen por el tamaño las simientes que darán hierbas anuales de las que van a producir árboles centenarios.


Texto escrito sobre una octavilla Bl con las características de la subserie Ber. Parece que quien hizo notar al Autor ese fenómeno natural fue José María Albareda, edafólogo, que con los años sería Secretario General del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en España. Así se desprende de este pasaje de una carta que escribía Albareda a su hermano Ginés en el tiempo en que acompañaba en Burgos al Autor de C:
«Un firmante hubo que, sin tener más referencia que la lacónica que se le daba en una carta, dio gustoso su firma, pero indicaba si no convendría ampliar la entidad patrocinadora. ¡Ampliar! Pero, ¿es que en el tamaño de las semillas se distinguen las que dan árboles gigantes seculares y las que dan hierbas anuales? Alguna razón habrá para que un pequeño grano o semilla dé una hierbecita y otro que parece igual dé un arbolazo, pero la razón estará muy adentro, muy íntima, no es lo que se ve, la forma, el tamaño o el color. –Bien, por tu gestión se esperan muchos libros americanos» .

El tipo de «gaitica» hace pensar que pudo ser redactada cuando Albareda mostró a San Josemaría o le comentó la carta que había escrito Ginés, es decir en abril. En todo caso, un apunte de la idea se encuentra también en la predicación de agosto:
«El Amor todo lo engrandece. Las simientes igualmente pequeñas las que darán hierbas anuales que las que van a producir árboles centenarios» .


821* No me olvides que en la tierra todo lo grande ha comenzado siendo pequeño. —Lo que nace grande es monstruoso y muere.


Texto escrito sobre una octavilla Bl con las características de la subserie Ber. El apunte más parecido se encuentra en las dos últimas líneas de una cuartilla sin fecha (pero alrededor de 1936) , en las que se lee:
«La Obra comenzó pequeña –lo que nace grande es monstruoso, y muere– y creció a fuerza de oraciones, sacrificios y tra– [bajo?]».
Sin embargo, la idea central ya estaba en un documento de 1933, en el que Josemaría Escrivá describe el sentido y la función de la futura Academia DYA (que todavía no tenía nombre):
«LOS COMIENZOS de esta primera academia han de ser modestos. Lo que nace grande es monstruoso y muere. Comenzaremos, quizá, por una sola preparación de facultad universitaria: lo que se pueda: sin pretensiones» .
En la predicación de agosto del 38 hay estos dos apuntes:
«Lo grande es antes pequeño» .
«Medios, para adquirir el Amor: lo grande comienza por ser chico. Cosas pequeñas...» .
Este punto y el anterior parecen escritos consecutivamente.

822* Me dices: cuando se presente la ocasión de hacer algo grande... ¡entonces! —¿Entonces? ¿Pretendes hacerme creer, y creer tú seriamente, que podrás vencer en la Olimpiada sobrenatural, sin la diaria preparación, sin entrenamiento?


Texto escrito sobre una octavilla con dorso en blanco y perteneciente a la serie Lh, elaborada en la Legación de Honduras. El tema estaba muy presente en la predicación de Josemaría Escrivá en aquel encierro:
«Pero debo servir aquí en la Obra –que esto se me clave bien en el espíritu– con hechos, con realidades, no con palabras. Hechos...; pero ¿habré de esperar a que llegue una ocasión grande, extraordinaria? ¿Cuáles han de ser estas realidades? ¿Será preciso llevar a cabo importantes trabajos, soportar sufrimientos tremendos, realizar esfuerzos heroicos, sublimes? Si llega la ocasión, ¿por qué no? Pero en tanto llega, aquí, al alcance de mi mano se me ofrecen mil detalles en qué servir a Dios en la Obra. Esto es indudablemente lo que ahora el Señor me exige; no me he de imaginar que le sirvo, si desprecio las ocasiones pequeñas, humildes, que se me presentan, por anhelar la realización de un sacrificio, de un servicio extraordinario e imposible» .
«Fijaos: hasta en el orden natural, en la vida física, es preciso realizar un pequeño acto, y otro, y otro..., para conseguir resultados duraderos. Por ejemplo, no se concibe a un atleta que, queriendo vencer en un campeonato, no se entrene diariamente. Pues mucho más entrenamiento necesitan los que desean ganar el campeonato supremo» .
Como ya dije en com/15, el «¡entonces!» de este p/822 parece un eco del «ecce manifestum apparebit, et tenebo» de San Agustín , que pospone su encuentro con la verdad: cuando la verdad se me haga evidente, entonces me comprometeré.


823* ¿Has visto cómo levantaron aquel edificio de grandeza imponente? —Un ladrillo, y otro. Miles. Pero, uno a uno. —Y sacos de cemento, uno a uno. Y sillares, que suponen poco, ante la mole del conjunto. —Y trozos de hierro. —Y obreros que trabajan, día a día, las mismas horas...¿Viste cómo alzaron aquel edificio de grandeza imponente?... —¡A fuerza de cosas pequeñas!


Octavilla Drv, en cuyo dorso se lee escrito a mano: «Artillería. Fichas de Recuperados». Rasgos fuertes y tinta negra. Redactada la «gaitica» posiblemente a partir de este apunte:
«El edificio, ladrillo a ladrillo; sillar a sillar; saco a saco, el cemento y la arena; trozo a trozo, el hierro. Pirámides, catedral, telefónica... Entrar a la misma hora... y salir. Días, meses, años» .
Ya había puesto por escrito esta idea, con otra redacción, en 1935:
«Que vean cómo se procede para levantar un edificio majestuoso: un día y otro día de trabajo monótono. Pequeñas cosas: un ladrillo y otro ladrillo y un sillar, que nada parece, a pesar de su tamaño extraordinario, comparado con el conjunto: y comenzar y acabar la jornada a la misma hora: y perseverar. Ninguna cosa grande se consigue de repente: la santidad, menos aún: ¡cuánto les podéis decir de la santidad y lo pequeño!» .

En Burgos escribió esta ficha mientras preparaba C:
«Los grandes edificios no se levantan en un solo día. Dios por lo regular únicamente concede los progresos al trabajo y a la constancia» .


824* ¿No has visto en qué «pequeñeces» está el amor humano? —Pues también en «pequeñeces» está el Amor divino.


Texto escrito sobre una octavilla Bl. Rasgos fuertes, tinta negra. No hay interrelación documental conocida. Al lector de la época la palabra “pequeñeces”, que es el eje lingüístico del mensaje de este punto, le traía sin duda a la memoria el título de una muy conocida obra del P. Coloma: Pequeñeces38b. El Autor lo sabía muy bien. Por eso no se puede desechar que tuviera en la mente esa asociación para grabar en los lectores lo que quiere decirles.
El caso es que en el p/824 hay una “recepción” positiva del término –mediada por las comillas tanto en Msb como en Txm–, en contraste con la consideración negativa del mismo en otro texto del Autor, escrito casi a la vez que este punto. Un texto que guardó en el sobre «Cosas pequeñas» (vid Introd al cap) y que dice:
«Cosas pequeñas, sí. Pequeñeces, no» .
Como para indicar que las «cosas pequeñas» no son, como avisa el DRAE definiendo las pequeñeces, «cosas de poco momento, de leve importancia». Por tanto, cuidar las cosas pequeñas no es perder el sentido de lo importante en la vida y dedicarse a pequeñeces...

Es interesante comprobar cómo en la “gaitica” y en la ficha el mensaje es el mismo haciendo un uso, contrapuesto en su sentido, del mismo vocablo. La palabra «pequeñeces» aparecerá de nuevo en p/986 –pero con el sentido del DRAE–, y después en Forja, 443, que potencia el sentido que tiene en este p/824.


825* Sigue en el cumplimiento exacto de las obligaciones de ahora. —Ese trabajo —humilde, monótono, pequeño— es oración cuajada en obras que te disponen a recibir la gracia de la otra labor —grande, ancha y honda— con que sueñas.


Texto escrito sobre una octavilla Bl. En íntima relación con una carta de finales de 1938. En ella se dan noticias del pequeño grupo de Burgos y se resume el encuentro que el domingo día 4 de diciembre habían tenido con el Autor, en el Hotel Sabadell, Álvaro del Portillo y Eduardo Alastrué, que estaban en la Academia de Ingenieros de Fuentes Blancas. La carta tiene un notable valor a nuestros efectos, pues testifica tres puntos de C surgidos en el calor de aquella pequeña «tertulia»: p/825, 911, 968. Al día siguiente, Alastrué escribe a un amigo que se dirigía con San Josemaría y le cuenta... He aquí el trozo relacionado con los tres puntos citados. La frase que he subrayado sirve al Autor como punto de partida para este p/825:
«Ahí van las ‘Noticias’ . Y aquí, las suplementarias, algunas de las cuales quizá conozcas ya; la primera, que Pedro [Casciaro] se marchará hoy a las 2 a Bilbao. ¿Hasta cuándo esa separación? No sabemos; pero Mariano [San Josemaría] se ha quedado más solo. Hay que esperar –bueno, tenemos la seguridad de que será así– que Juan [Jiménez Vargas] y Álvaro [del Portillo] podrán en breve trabajar a su lado. Entre tanto, la dispersión sigue; y junto al Padre, uno: Paco . Pero, ¿hasta cuándo? El deseo tan grande que todos tenemos de que esto marche, se dilate, parece que se va a convertir en impaciencia. Pero, ¿cuándo salta esto, cuándo rompe, cuándo veremos nuestra a la gente? De algo así hablábamos ayer en el Sabadell; y, Alvaro, con una sonrisa [...] dice, muy devoto, un: ‘Dios sabe más’. Bueno, pues como es verdad, a achantarse, y a seguir tranquilamente con el cumplimiento exacto –¡ya estará bien, si hacemos eso!– de las obligaciones de ahora. Pero, claro, el deseo no será inútil: y si lo desfogamos en coaccionar, en importunar a D. Manuel [Dios Nuestro Señor] entonces tendremos un tiempo formidablemente ganado.
No cabe duda, el porvenir es seguro, quizá a pesar de nosotros. Luego, esta época es de gestación. Vamos a ver si dejamos a Mariano con alguno más en la tarea de favorecer y apresurar la futura expansión de vida. Y, claro, para esto ya no hace falta estar a su lado; es decir, sí hace falta, pero en espíritu, uniendo a su oración y a su sacrificio el nuestro» .

El Autor prolonga la frase primera con un pensamiento que de muchas maneras va explicando a lo largo de todo el cap y que es muy vivo en la tradición espiritual. Teresa de Jesús lo formulaba así: «de cosas muy pequeñas se pueden, como he dicho otras veces, acostumbrar para salir con victoria en las grandes» .
El apcrít testifica una fuerte batalla en las ediciones –también en las ediciones póstumas– a la hora de elegir entre la doble lección «dispone» y «disponen». Hemos preferido «disponen» para el texto crítico, pues ésa es la lección de la edición 29, última antes de la muerte del Autor; lección que estaba ya en vigor desde la edición 19.


826* Todo aquello en que intervenimos los pobrecitos hombres —hasta la santidad— es un tejido de pequeñas menudencias, que —según la rectitud de intención— pueden formar un tapiz espléndido de heroísmo o de bajeza, de virtudes o de pecados.
Las gestas relatan siempre aventuras gigantescas, pero mezcladas con detalles caseros del héroe. —Ojalá tengas siempre en mucho —¡línea recta!— las cosas pequeñas.


Texto escrito sobre una octavilla Bl, con letra recia y tinta densa. Redactado, como tantos otros, repasando sus propias cartas. En esta ocasión es una a Juan Jiménez Vargas, marzo del 38:
«Estoy recibiendo un latón mayúsculo de Perico y Paco y hasta de José María , porque se empeñan en que me ponga camiseta, cosa que no he hecho en todo el invierno. Pedro, que lleva siempre treinta capas, como las cebollas, se ha quitado hoy, que hace un frío regular, una camiseta y un jersey; porque cree que así, para que él se ponga sus habituales envolturas, acabaré oprimiéndome con la camiseta que me endosan. Pero va arreglado.
¡Qué tonterías te cuento! Es verdad: pero todo aquello, en que intervenimos los pobrecitos hombres –hasta la santidad–, es un tejido de pequeñas menudencias, que derechamente rectificadas, pueden formar un tapiz espléndido de heroísmo o de bajeza, de virtudes o de pecados. Las gestas –nuestro Mío Cid– relatan siempre aventuras gigantescas, pero mezcladas con detalles caseros del héroe. –Ojalá hagas siempre mucho caso –¡línea recta!– de las cosas pequeñas. Y yo también; y yo también. [...]» .

El apcrít ofrece una de las pocas variaciones que el Autor introdujo en su texto después de la edición de Valencia. El Autor advirtió que en su tenor literal la expresión «derechamente rectificadas» era impropia al hilo del discurso si a continuación se decía que esas menudencias podían formar un tapiz «de heroísmo o de bajeza». Si están derechamente rectificadas –y esto es lo que el Autor quería decir– forman un tapiz de heroísmo. De ahí el cambio: el heroísmo o la bajeza dependen de «la rectitud de intención».


827* ¿Te has parado a considerar la suma enorme que pueden llegar a ser «muchos pocos»?


Texto escrito sobre una octavilla perteneciente a la serie Lhz nº 16, escrita en la Legación de Honduras. En un grupito de fichas que están en el Archivo junto a la recién citada de San Agustín (vid com/813), se encuentra esta otra, también autógrafa:
«Sí, es una cosa grande.
Más grande: muchas cosas pequeñas» .


828* Ha sido dura la experiencia: no olvides la lección. —Tus grandes cobardías de ahora son —está claro— paralelas a tus pequeñas cobardías diarias.
«No has podido» vencer en lo grande, «porque no quisiste» vencer en las cosas pequeñas.


La octavilla que recoge el texto parece pertenecer a la serie Lh. En todo caso el mensaje es el mismo que el de este apunte de la predicación de agosto de 1938:«Consecuencias de despreciar las cosas pequeñas: paralelas a las pequeñas defecciones, las defecciones grandes» .
El p/828 es en realidad una forma de transmitir al lector la doctrina de Si 19, 1: «el que desprecia las cosas pequeñas, poco a poco caerá». Vid p/19 y 816.


829* ¿No has visto las lumbres de la mirada de Jesús cuando la pobre viuda deja en el templo su pequeña limosna?1 —Dale tú lo que puedas dar: no está el mérito en lo poco ni en lo mucho, sino en la voluntad con que lo des.


Otro texto sobre una octavilla de la serie Lh, escrita en la Legación de Honduras. También se proyecta la doctrina de este punto en la predicación de Vitoria 1938:
«La viuda. Respiciens... vidit eos, qui mittebant munera sua in gazophilacium, divites; vidit autem et quandam viduam pauperculam mittentem aera minuta duo. Et dixit: vere dico vobis quia vidua haec pauper plus quam omnes misit (Luc XXI, 1-3)»

.
830* No me seas... tonto: es verdad que haces el papel —a lo más— de un pequeño tornillo en esa gran empresa de Cristo.
Pero, ¿sabes lo que supone que el tornillo no apriete bastante o salte de su sitio?: se aflojarán piezas de más tamaño o caerán melladas las ruedas.
Se habrá entorpecido el trabajo. —Quizá se inutilizará toda la maquinaria.
¡Qué grande cosa es ser un pequeño tornillo!


Texto escrito en Burgos sobre una octavilla Bl, tinta negra fuerte, rasgos intensos. El tema –la imagen del tornillo y la gran máquina– era muy del gusto del Autor (vid com/81 nt 7 y p/837 y 957; vid también Forja, 470 y 919). En Honduras la había desarrollado detenidamente:
«Vemos una maquinaria grande, maravillosa, que funciona regularmente; pero si un diente de un engranaje se rompe, aunque sea tan pequeño, todo el trabajo del conjunto se resiente y corre el riesgo de bloquearse. Aquella actividad, aquella maquinaria marchaba con un orden admirable, que era goce de la inteligencia; con su rumor, recreo del oído, hecho de golpeteos poderosos, revelador de una vida sana y normal. Pero en un lugar secundario tenía... nada, un tornillito que empezaba a aflojarse. Un día el tornillo se desprende y viene a caer entre dos ruedas delicadas que, al engranar, se encuentran con ese obstáculo inesperado; un chasquido, una ruptura, y toda aquella maquinaria maravillosa se descompone, su marcha queda paralizada, y se hace necesario un trabajo largo y penoso, para reparar el daño causado por el descuido en el detalle» .
En este punto que cierra el cap, el Autor pasa de las «cosas» (pequeñas) que llenan la vida de hombres y mujeres en el ordinario día tras día, a la consideración de las «personas»: es la persona misma la que aparece ahora como «un pequeño tornillo» en la gran empresa de la Redención. Pienso que el tema algo tiene que ver con la expresión «almas pequeñas», de Santa Teresita. La tesis del Autor, aplicada a la persona, es la misma que la que dice de las pequeñas tareas, acciones y sacrificios cotidianos: «qué grande cosa...». Hay aquí una proximidad temática a las «paradojas de un alma pequeña» (vid com/873).

 

 

Cap 39 39 [Msb: 25]. Cosas pequeñas, p/813-830 [7 de Cec + 11 de Msb] C || Cap nuevo + cd/180.182.370-374 Cec
Mientras preparaba C, iba reuniendo fichas que guardaba en un sobre que tituló «Cosas pequeñas» (está en AGP, sec A, leg 50-4, carp 1, exp 19). Quizá algunas de ellas pasaron al cap de C de este mismo nombre.
Así lo explica a la letra en el p/852. Vid Introd a cap 41 y 42.
En una meditación que predicó durante un retiro espiritual en Madrid en 1945 (no se ha podido establecer la fecha exacta) sobre «El valor de las cosas pequeñas» dijo al comenzar, según las notas que se tomaron: «Nosotros –tú y yo– no podemos descuidar las cosas pequeñas, que constituyen el entramado de nuestra vida. Si nos empeñamos de verdad en el seguimiento de Cristo, si buscamos sinceramente la santidad mediante la santificación del trabajo ordinario, no tenemos más remedio que ser fieles en lo pequeño» (AGP, sec P, leg 18, pg 22). Interesante en este sentido anotar este pensamiento de Pascal: «Hacer las cosas pequeñas como grandes a causa de la majestad de Jesucristo, que las hace en nosotros y vive nuestra vida, y las grandes como pequeñas y fáciles a causa de su omnipotencia» (Blaise PASCAL, Mystère de Jésus, nº 43; en A. FEUILLET, L’agonie de Gethsémani. Enquête exégétique et théologique, Gabalda, Paris 1977, pg 269).
Sobre el tema vid J. L. ILLANES, La santificación del trabajo, 2001, pgs 140-145.
Así, Giuseppe DALLA TORRE, «La animación cristiana del mundo», en Santidad y mundo, 1996, pg 199.
813 Apínt Cem32/184 Cec/44.1-Ceb/180 ||| no hay cosas] no hay obras Apínt
Nótese que la tercera frase de este pasaje del Cuaderno corresponde al p/418. En el Cuaderno ambos puntos forman una única consideración, que luego fue dividida por el Autor al confeccionar las cuartillas a velógrafo. Pero es interesante retener y meditar la unidad de ambos puntos. Futuros textos de C transcritos ese día: p/335, 815, 351, 813 y 418.
Moradas séptimas, IV, 15; BAC 212, 8ª ed, 1986, pg 350.
Cántico B, canción 28 (29), 2; BAC 15, 13ª ed, 1991, pg 855.
Ms/B, fol 4r; MEC 5, 1996, pg 263.
Cuaderno III, nº 137.
Cuaderno III, nº 177, 20-III-1931. Pasa al primer párrafo de Forja, 203.
Cuaderno IV, nº 296, 22-IX-1931. Como se ve, el origen del «todo por Amor» se encuentra en torno a la temática «amor desinteresado». Vid com/182 y los puntos allí citados.
Cuaderno IV, nº 301, 30-IX-1931.
Cuaderno IV, nº 313, 9-X-1931.
Cuaderno IV, nº 318, 11-X-1931. Efectivamente, la devoción del Autor al Amor Misericordioso, ferviente en aquellos años, es el clima en que se forjan casi todos estos pensamientos. Vid com/316, 533.
EjEsp, «Plática preparatoria», Vitoria 18-VIII-1938; guión nº 131. Por estas fechas copió en una octavilla este texto de San Agustín: «Quod [ergo] minimum est, minimum est; sed fidelem esse in minimis [sed in minimo fidelem esse], magnum est (Aug. De Doctrina Christiana 1ib. 4, n. 35»; BAC 168, 2ª ed 1959, pgs 251s; AGP, sec A, leg 50-4, carp 1, exp 19.
814 Apínt Cem32/185 Cec/44.3-Ceb/182
815 Apínt Cem32/41 Cec/88.2-Ceb/370 ||| pequeño deber] deber pequeño Cem
Futuros puntos de C transcritos ese día: 335, 815, 351, 813, 418.
PLAUTO, Persa, acto IV, 4, verso 659. Vid A. PETIT, Sacerdos rite institutus, III, 86.193. De ahí provienen, por contragolpe, numerosos proverbios de las lenguas modernas: «No se puede estar en Misa y repicando», «On ne peut pas être en même temps à la cave et au grenier», «On ne peut être à la fois au four et au moulin»…
18b El sentido humano del deber inculcado a los niños aparece bien en estas palabras escritas en el muro del patio de un colegio francés: «Joue quand tu es en récréation; étudie quand tu es dans la salle d'études». El tema sobrenatural de este p/815, que asume plenamente la dimensión humana, tiene gran afinidad con este texto de P. M. Sulamitis: «Hermosa y sencilla santidad la de un alma que no se afana más que por hacer bien todo lo que hace, con el verdadero espíritu que debe animarla siempre!… ¿Comprendemos bien estas palabras: hacer bien lo que se hace, con el espíritu que se debe?» (P. M. Sulamitis, Mes del Rey del Amor. Meditaciones sobre el Amor Misericordioso del Corazón de Jesús, Editorial Fides, 2ª ed, Salamanca 1929, pg 19).
AGP, sec A, leg 50-4, carp 1, exp 19. —El editor de Camino/The Way, pg 281 nt 6 y 3, para subrayar la intensidad de lo que decimos, echa mano de la expresión española “poner los cinco sentidos” y aporta este texto del Cardenal Newman, que sitúa esta doctrina en la tradición: «Suelen decir los hombres santos que, si queremos ser perfectos, sólo tenemos que hacer bien nuestras ocupaciones ordinarias de cada día» (John Henry NEWMAN, «Chapter Address to Birmingham Oratorians, 27 September 1856», en Newman the Oratorian; his unpublished Oratory papers, Placid MURRAY (ed.), Gill and Macmillan, Dublin 1969, pg 359).
816 Apínt Cem32/69 Cec/88.3-Ceb/371 ||| camino] camino, Apínt Cec Txm
Futuros puntos de C transcritos ese día: 66, 74, 4, 735, 421, 837, 816, 474.
Sobre esta sigla, vid com/11.
817 Apínt Cem32/39 Cec/88.4-Ceb/372
La cursiva es del original. La estampa, enmarcada como un pequeño cuadro, se conserva en el despacho del Prelado del Opus Dei, en Roma.
818 Apínt Cem32/71 Cec/89.1-Ceb/373 ||| tienen] tienen siempre adición autogr del Autor en un ejemplar de Cem
Ese mismo día copió a continuación el p/431.
Pedro POVEDA, En provecho del alma, pg 55. Vid IntrodGen § 7, 3 b.
819 Apínt Cec/89.2-Ceb/374 ||| pequeñas] pequeñas, Cec Txm |||| 1 cfr Mt 25, 21.23
Futuros puntos de C transcritos ese día: 496, 492, 640, 643, 819, 404, 405, 899.
Como se ve, el Autor, escribe sin tener a la vista el texto de San Mateo y transforma el super pauca de la Vulgata en in pauca, que figuraba ya en el texto del Cuaderno. Ambas expresiones son correctas en latín.
820 Msb
Carta de José María Albareda a Ginés Albareda, Burgos 4-IV-1938; AGP, sec N-2, leg 146, carp D, exp 1; la cursiva es mía. El asunto a que se refiere Albareda es la campaña que estaban preparando los amigos de la Residencia Universitaria de Ferraz para obtener de Universidades y Centros de Cultura extranjeros donativos de libros para la futura biblioteca de la Residencia, que se reconstruiría una vez que terminara la guerra. Sobre el tema vid com/467.
EjEsp, Plática «Perfección en las cosas pequeñas», Vitoria 22-VIII-1938; guión nº 107.
821 Msb ||| en la tierra] , en la tierra, Msb Txm || monstruoso] monstruoso, Msb Txm
Esa cuartilla y parte de la siguiente son los restos de un primer borrador de un documento dirigido a los fieles del Opus Dei y que San Josemaría tituló «Instrucción para la Obra de San Gabriel», que tiene dos fechas: 1935 y 1950. El original autógrafo de la Instrucción se encuentra en AGP, sec A, leg 49, carp 2, exp 1. La cuartilla de que hablo es el doc 1.
AGP, sec A, leg 50-02, carp 7, exp 6, doc 1.
EjEsp, Meditación «Dos banderas. Genio militar de San Ignacio», Vitoria 21-VIII-1938; guión nº 83.
EjEsp, Meditación «Amor de Dios», Vitoria 25-VIII-1938; guión nº 113.
822 Msb ||| grande...] grande, ... Msb Txm
PredicHond, «Deberes», 27-VI-1937, pg 137; XXII.
PredicHond, «La gloria de Dios», 6-IV-1937, pg 22; I.
Confessiones, lib 6,11, 18; BAC 11, 4ª ed, 1963, pg 242.
823 Msb ||| levantaron Txm] alzaron Msb
EjEsp, Plática «Perfección en las cosas pequeñas», Vitoria 22-VIII-1938; guión nº 107. La «Telefónica»: así llamaban los madrileños al gran edificio, tipo rascacielos, recién construido en la Gran Vía madrileña para central de la Compañía de teléfonos.
Instrucción, 9-I-1935, nº 220; la cursiva es del original.
AGP, sec A, leg 50-4, carp 1, exp 19.
824 Msb
38b Luis COLOMA (1851-1915), Pequeñeces, Cátedra, 3ª ed, Madrid 1980.
AGP, sec A, leg 50-4, carp 1, exp 19.
825 Msb ||| obras] obras, Msb Txm || te disponen C19-C31 C65 te dispone Msb Txm C1-C18 C32 C34 C41 C63
El pequeño boletín con noticias de los alumnos, residentes y amigos de la Academia DYA y de la Residencia de Ferraz.
Francisco Botella, que permaneció con él en la pensión de Concepción 9 hasta el final de la guerra.
Carta de Eduardo Alastrué a Enrique Alonso-Martínez, Burgos 5-XII-1938; AGP, sec N-2, leg 146, carp D, exp 2; la cursiva es mía.
Camino de perfección, autógrafo de Valladolid,15, 3; BAC 212, 8ª ed, 1986, pg 294.
826 Msb ||| aquello] aquello, Msb Txm || santidad—] santidad—, Msb Txm || —según la rectitud de intención— C6ss] , derechamente rectificadas, Msb Txm C1-C5 || Las gestas] seq —nuestro Mío Cid— Msb del
Pedro Casciaro, Francisco Botella, José María Albareda.
Carta de Josemaría Escrivá a Juan Jiménez Vargas, Burgos 27-III-1938; EF 380327-3.
827 Msb
AGP, sec A, leg 50-4, carp 1, exp 19.
828 Msb |||| 1 cfr Si 19, 1
EjEsp, Plática «Perfección en las cosas pequeñas», Vitoria 22-VIII-1938; guión nº 107.
829 Msb ||| Jesús] Jesús, Msb Txm |||| 1 Mc 12, 41-44; Lc 21, 1-4
Ibidem. Cursiva del Autor.
830 Msb ||| tornillo en] tornillo, en Msb Txm || melladas] , melladas, Msb Txm || ruedas] seq dentadas Msb del || el trabajo Msb] seq , si es que no se Msb del || ser un Txm] ser... un Msb
PredicHond, «Cosas pequeñas», 19-VI-1937, pgs 113-114; XVIII.