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Capítulos de Camino
Perseverancia

 

Perseverancia

Cec terminaba con el cap «El Apostolado». «Perseverancia», que pone punto final a C, es de nueva creación en Burgos. Estaba ya decidido desde el primer proyecto de reelaboración. En la portada de su carpeta se lee el número de orden 29 –que era el que tenía cuando los caps 43, 44 y 45 eran un solo cap– y, escrito encima, el número 31, una vez que el Autor decidió dar entrada a los tres caps precedentes.
El cap comienza con un punto que procede de Cec: es el único. Siguen a continuación otros dieciséis, todos de nueva redacción en Burgos.


983* Comenzar es de todos; perseverar, de santos.
Que tu perseverancia no sea consecuencia ciega del primer impulso, obra de la inercia: que sea una perseverancia reflexiva.


Este primer punto es fruto de una refundición de otros dos (procedentes de la edición de Cuenca, vid apcrít), que en el Txm eran consecutivos y tenían los números 982 y 983. La fusión surgió a partir de un problema bien sencillo: los actuales p/894 y p/895 de C estaban numerados –ambos– en el Txm con el mismo número, repetido dos veces: 894. Un error que cometió el propio Autor en la mecanografía que hizo en Burgos. En la imprenta, al advertir el error, lo rectificaron de manera expeditiva: corriendo la numeración hasta el final del libro y salían, lógicamente, 1000 puntos, no los 999 previstos... . San Josemaría estaba en Valencia cuando se «levantó» el problema. La solución que dio, para mantener los 999, fue ésta: correr la numeración hasta llegar al 982, primera consideración del cap «Perseverancia», fundir en uno solo los p/982 y 983 del Txm –que pasan a ser el actual p/983– y mantener a partir de ahí la numeración del Txm, llegando pacíficamente al p/999. Así se hizo durante una visita del Autor a la imprenta .

Ambos párrafos proceden, como digo, de la edición de Cuenca. El primero tiene su matriz en el Cuaderno VII, nº 1099, texto fechado en 5-I-1934 y con un tenor literal idéntico al de C. El texto está inspirado en una sentencia célebre, que se remonta, al menos, a San Jerónimo y que Josemaría Escrivá citaba con frecuencia en su predicación:
«Os acercaréis una a una y, puesta la mano derecha sobre el libro de los Stos Ev...: Renuncio... ¿Esta renuncia, esta ratificación no será más que eso? ¿Palabras, fuegos fatuos, mentiras de luz?... Para que así no suceda, sabed que al pronunciar solemnemente esa fórmula, os comprometéis a llevar siempre una vida cristiana, frecuentando sacramentos... ‘Cepisse multorum..’ Noche cerrada...» .
«Decisión de tener una vida más santa, de vivir vida interior.... No es lo mismo prometer y cumplir, ni empezar que perseverar.... Son muchas las flores de un árbol en primavera..., pero la mayor parte no llegan a resolverse en fruto: son muchos los niños que nacen, pero son muchos menos los que llegan a la plenitud de los años.... Por eso pudo exclamar S. Jerónimo: «Coepisse multorum est, ad culmen pervenisse paucorum» : el empezar a vivir bien es de muchos, el llegar hasta la cumbre de la perseverancia en el bien obrar es de pocos» .

El Autor «apura» el pensamiento en perspectiva directamente cristiana: en C los «muchos» son «todos», los «pocos» son «santos».
El segundo párrafo procede del Cuaderno V, nº 681, fechado en 3-IV-1932 . El tenor literal es idéntico al de C, pero precedido del vocativo «Niño». Es una nueva llamada a no proceder por impulsos, sino desde una racionalidad sobrenatural.



984* Dile: «ecce ego quia vocasti me!» —¡aquí me tienes, porque me has llamado!


Texto escrito sobre una octavilla Not. Punto escrito en la fase final de la redacción, repasando los guiones de predicación, donde encuentra la palabra bíblica que tenía de continuo en los labios y en el corazón:
«–Ignem veni mittere in terram... (Luc. XII, 49). Ecce ego, quia vocasti me! (Samuel. I Reg. II, 9)» .
Vid ante todo p/801 y com. Como dijimos allá, forman una unidad no sólo literaria sino existencial. El Autor, en sus papeles más antiguos, entendía las palabras del pequeño Samuel como respuesta al «quid volo nisi ut accendatur?» (tema del p/801: «¿No te animas a propagar el incendio?»), como es el caso de la plática de Salamanca, para subrayar así la dimensión misionera de la vocación cristiana. Lo mismo, en este apunte de 1935:
«El mundo y Cristo. Nuestra misión. Somos pocos, ¿queremos ser más? ¡seamos mejores!
Ignem veni mittere in terram et quid volo nisi ut accendatur?
Ecce ego: quia vocasti me» .

Ya en 1939 la palabra de Samuel se hace respuesta a otra de Isaías: «redemi te, et vocavi te nomine tuo, meus es tu (Is XLIII, 1)» . San Josemaría paladeaba estos dos versos de la Escritura, que ponía en mutua relación, y en su predicación mostraba que daban la estructura misma del vivir –y del morir– de un cristiano. Existencia cristiana como llamada de Dios y respuesta entregada del hombre .


985* Te apartaste del camino, y no volvías porque te daba vergüenza. —Es más lógico que te diera vergüenza no rectificar.


Texto escrito sobre una octavilla Re. Sin interrelación documental conocida.


986* «La verdad es que no hace falta ser ningún héroe —me confiesas— para, sin rarezas ni gazmoñerías, saber aislarse lo que sea necesario según los casos..., y perseverar». —Y añades: «mientras cumpla las normas que me dio, no me preocupan los enredos y jerigonzas del ambiente: lo que me asustaría es tener miedo a esas pequeñeces.» —Magnífico.


Original en una octavilla Bl, en la que el Autor escribe su texto por los dos lados. Goza viendo los frutos de la labor de diez años. En este caso es la seriedad del espíritu contemplativo en medio del fragor de la guerra que se refleja en la correspondencia entre los miembros de la Obra y sus amigos. «¡Magnífico!» es lo que tiene que añadir, después de remodelar la redacción . El que escribe es Jiménez Vargas:
«Te habrás figurado que he escrito unas cartas para ti dirigidas a Paco . Como te suponía en Burgos no te escribí antes. Solo te escribí ésa de que hablas.
Aquí hubo un poco de jaleo pero esto ha quedado otra vez tan tranquilo como siempre. Ricardo pasó un día conmigo en la posición. Esto es infinitamente mejor que los sitios donde hay población civil como ese poblacho tuyo o Carabanchel . Aquí no hay jerigonzas de ésas que, por lo que veo, os preocupan tanto . Y la verdad es que no hace falta ser ningún héroe para, sin rarezas ni gazmoñerías saber aislarse lo que sea necesario según los casos. A mí lo que me asustaría sería tener miedo a esas pequeñeces porque esto depende de aflojar en las normas.
De la guerra más vale no hablar. Dar mucho la lata a D. Manuel para que termine. Pero a D. Manuel hay que coaccionarle ofreciendo muchas cosas a diario.
Tu no sabes el mérito que tiene esta carta aunque te parezca sosa. Está bombardeando la aviación nuestra el pinar de enfrente y no me he levantado de la mesa a verlo, ahora mismo pasan por encima de nosotros cinco pavas. Esto sí que no me lo pierdo. Abrazos. Juan» .

«Las normas que me dio». Se refiere al plan diario de oración, trabajo y sacrificio que San Josemaría proponía a los que le seguían.


987* Fomenta y preserva ese ideal nobilísimo que acaba de nacer en ti. —Mira que se abren muchas flores en la primavera, y son pocas las que cuajan en fruto.


Texto escrito sobre una octavilla Not. Navidad 1938. Es un pensamiento que había predicado en Honduras y muchas veces antes:
«Son muchas las flores que se abren, pero pocas las que logran la plenitud de un fruto jugoso y maduro» .


988* El desaliento es enemigo de tu perseverancia. —Si no luchas contra el desaliento, llegarás al pesimismo, primero, y a la tibieza, después. —Sé optimista.


Texto escrito sobre una octavilla Not. Navidad 1938. El Autor relee la plática de perseverancia. Allí están los elementos que articulan este nuevo punto.
«Perseverancia. Enemigos: el desaliento; la tibieza; el poco empeño al hacer el examen» .


989* Vamos: Después de tanto «¡Cruz, Señor, Cruz!», se ve que querías una cruz a tu gusto.


Texto sobre una octavilla perteneciente a la serie Lh, escrita en la Legación de Honduras, en medio de aquellas pruebas y sufrimientos. El pensamiento expresado era ya muy anterior en su vida y es claramente autobiográfico. He aquí una nota de 1931:
«Ni ahora sé, Jesús, si es exceso o falta de generosidad mi deseo de Cruz sin Cirineo. Exceso, porque lo es ese dolerme tanto la Cruz de los demás... Falta, porque parece disconformidad con lo que Tú quieres: porque parece que deseo, no tu Cruz, sino una Cruz a mi gusto» .

La expresión «Cruz sin Cirineo» manifiesta en los escritos de aquella época una petición de San Josemaría al Señor en relación con la pobreza y sufrimientos que debían soportar su madre y hermanos como consecuencia de la total dedicación del Autor a sacar adelante el Opus Dei que entonces nacía. Por eso pedía al Señor que le diera la Cruz a él sólo, y no a su familia (sin Cirineos) .


990* Constancia, que nada desconcierte. —Te hace falta. Pídela al Señor y haz lo que puedas por obtenerla: porque es un gran medio para que no te separes del fecundo camino que has emprendido.


Texto escrito sobre una octavilla Bl, rasgos de pluma fina. Sin interrelación documental conocida.


991* No puedes «subir». —No es extraño: ¡aquella caída!...Persevera y «subirás». —Recuerda lo que dice un autor espiritual: tu pobre alma es pájaro, que todavía lleva pegadas con barro sus alas.
Hacen falta soles de cielo y esfuerzos personales, pequeños y constantes, para arrancar esas inclinaciones, esas imaginaciones, ese decaimiento: ese barro pegadizo de tus alas.
Y te verás libre. —Si perseveras, «subirás».


Original en octavilla Drv. Una media cuartilla en cuyo dorso se lee de mano del Autor: «Álvaro Porti» (la otra media sirvió para escribir el p/520: vid). San Josemaría, en su retiro espiritual de Segovia año 1932, escribió esta página (que pasaría después a Forja, 994) en la que resuena esta temática:
«Y me pongo en coloquio con Santa María: ¡oh, Señora!, para vivir el ideal que Dios ha puesto en mi corazón, necesito volar... muy alto, ¡muy alto! No basta despreciar, con la ayuda divina, las cosas de este mundo, sabiendo que son tierra: aunque el universo entero lo ponga en un montón bajo mis pies, para estar más cerca del cielo..., no basta. Volar, sin apoyarme en nada de aquí, pendiente de la voz y el soplo del Espíritu. Pero ¡mis alas están manchadas!: barro de años, sucio, pegadizo... Señora, ¡que apenas puedo remontar el vuelo!: que la tierra me atrae, como un imán maldito, de honores, de carne en racimo tentador, de riquezas... María, Virgen de los Besos: tú puedes hacer que tu niño, José María, Mariano –¡soy tan tuyo!–, desde este palomarcico de Teresa, se lance al vuelo definitivo y glorioso, que tiene su fin en el Corazón de Dios» .

¿Quién es ese autor espiritual? Podría ser el autor del libro que utilizó en aquellos EjEsp, que no hemos podido identificar . O Teresa de Lisieux: el famoso «pajarillo» de Santa Teresita al final del manuscrito B (4r-5v), con sus alas mojadas, tiene una clara proximidad temática con nuestro punto. Pero tiendo a pensar que el Autor nunca llamaría a la petite Thérèse –así, de una manera tan académica– «un autor espiritual»... Bien podría tratarse del propio San Juan de la Cruz. Hacía aquel retiro Escrivá, como sabemos, en el Convento de los Carmelitas, donde yace el venerado cuerpo del gran místico. Como se ve en el texto de Segovia que he transcrito, el Autor de C experimentaba también el deseo del «vuelo definitivo y glorioso» y a la vez el cerco a que somete al alma cristiana la triple concupiscencia (1 Jn 2, 16). San Juan de la Cruz había escrito:
«Dos veces trabaja el pájaro que se asentó en la liga, es a saber: en desasirse y limpiarse de ella; y de dos maneras pena el que cumple su apetito: en desasirse y, después de desasido, en purgarse de lo que de él se le pegó»24b.

Barro pegadizo, esfuerzo, arrancar esas inclinaciones… Liga viscosa, trabajar y penar, desasirse…Parecen ciertamente muy próximos en su vuelo el p/991 de C y el dicho 22 de luz y de amor… Por lo demás, el punto está escrito en Burgos 1938, no en Segovia 1932. San Josemaría, cuando redacta esta consideración, ha meditado muy a fondo el tema, que reaparecerá –en clave mariana– en Forja, 994.


992* Da gracias a Dios, que te ayudó, y gózate en tu victoria. —¡Qué alegría más honda, ésa que siente tu alma, después de haber correspondido!


Texto sobre una octavilla que podría adscribirse a la serie Lh, escrita en la Legación de Honduras. Sin interrelación documental conocida.

993* Discurres... bien, fríamente: ¡cuántos motivos para abandonar la tarea! —Y alguno, al parecer, capital.
Veo, sin duda, que tienes razones. —Pero no tienes razón.


Original en octavilla Drv: una media cuartilla en cuyo dorso está el comienzo de un guión de meditación, que dice: + Espíritu de orac (la otra media es la del p/630). Sin interrelación documental.


994* «Se me ha pasado el entusiasmo», me has escrito. —Tú no has de trabajar por entusiasmo, sino por Amor: con conciencia del deber, que es abnegación.


Texto escrito en Burgos, último trimestre de 1938, sobre una octavilla Bl, grafía fuerte y tinta muy negra, en todo semejante a la de los puntos siguientes 995 y 996, que forman, además, una unidad temática.
El corresponsal al que alude el Autor es Álvaro del Portillo –su sucesor como Prelado del Opus Dei–, que lo ha contado con frecuencia. Al año siguiente de la muerte del Autor de C se expresaba así:
«Una vez le escribí al Padre –como en confidencia– que se me había pasado ese entusiasmo sensible de los primeros meses; que al principio estaba entusiasmado, viendo a Dios en todas partes y que después ya había sido una cosa más reflexiva, de otro estilo, más seria; más seria porque era el mismo amor de Dios, pero de otro modo, más sereno; esto no quiere decir que el entusiasmo anterior no fuese sereno, sino que quizá al principio Dios Nuestro Señor quiso ayudarme dándome especial alegría y después ya pasé a ser del ‘común de fieles’. Entonces el Padre escribió un punto de Camino que recoge esto y me dijo que lo había escrito por mí. Padre, –le dije– pero yo no había dicho que se me hubiese pasado la ilusión, era solamente en este sentido. –Déjate, déjate, contestó el Padre, que esto le puede ir muy bien a otras almas; yo entiendo lo que has querido decir, pero como lo que has escrito puede servir a otras almas, lo he recogido en Camino» .

En 1982 respondía de esta manera a una pregunta:
«Vamos ahora al punto de Camino...: recoge la carta de un hombre un poco inconsciente que, al pedir la admisión en el Opus Dei, se llenó de entusiasmo. No tenía mérito en seguir ese camino, porque Dios Nuestro Señor le daba tanta gracia. Después, cuando estuvo un poco más formado, su Padre Dios le quitó el entusiasmo, y le decía: basta que actúes con la cabeza y con el amor al Señor que ya tienes. Y se quedó un poco apesadumbrado aquel hombre: ¡qué pena! –se decía–, ahora tengo que ir un poco a contrapelo. Y lo confió al Padre. –El que escribió esa frase un poco tonta, fui yo...» .
En un encuentro en 1991 Álvaro del Portillo hace esta interesante precisión: el Autor de C le dijo que él era el protagonista de ese punto «muchos años después» y que él hasta entonces no se había dado cuenta .
De otra parte, en el epistolario de Mons. del Portillo no aparece carta alguna en la que diga «se me ha pasado el entusiasmo». El testimonio que tenemos es precisamente del «entusiasmo» de los primeros tiempos de su vocación:
«Le ruego a Vd. que pida para que siga mi entusiasmo creciendo y mi perseverancia no flaquee» .
Tampoco sabemos si la carta en cuestión es anterior a la guerra civil, o es del año 1938 o primeros días de 1939, que es cuando el Autor escribe el punto de C . Del Portillo escribió al Autor, desde la Legación de Honduras una carta a la que pertenece el siguiente párrafo:
«Las [cartas] suyas que recibimos aquí el 28 [de enero] han sido el espolonazo que necesitaba y me lanzo, pluma en ristre a emborronar el papel. Me entusiasman todas sus noticias, que han tenido la virtud de sacudir mi voluntad, que iba languideciendo en esta vida rutinaria de un modo por desgracia alarmante» .
¿Podría ser esta carta, escrita en febrero de 1938, la que el Autor sintetizaría en el «se me ha pasado el entusiasmo»? ¿O podría ser la que responde a otra del Autor, escrita ya cuando tiene casi «cerrado» el libro de C? Dice así Josemaría Escrivá:
«Burgos, 19-I-939 + Jesús te me guarde. Mi muy querido Alvaro: Casi no puedo coger la pluma, porque tengo las manos heladas. Pero me he propuesto escribirte y lo hago. Tus hermanos, por ahora, no escriben, ni vienen . Está en pie mi promesa: el primero que llegue irá a verte y te llevará los diccionarios. No sé qué decirte por carta: en cambio, cuando te vea, te diré muchas cosas que te gustarán. ¡Hay tantas cosas grandes por hacer! No es posible poner obstáculos, con puerilidades, impropias de hombres hechos y derechos. Te aseguro que de ti y de mí espera Jesús muchos y buenos servicios. Se los haremos, sin dudar. En estos días pido de veras al Señor que vuelva el entusiasmo por el negocio de Casa, a aquéllos de la familia que acaso ahora no lo sientan. Ayúdame tú a pedir y lograr eso. Conviene que no te olvides de escribir aquí. Lo mismo a tus hermanos. Vale la pena. ¿Has recibido unas revistas alemanas y otra inglesa? Te bendice y te abraza tu Padre Mariano» .
Que vuelva el entusiasmo... Y sin embargo no hemos de trabajar por entusiasmo... Son dos acepciones distintas de la palabra y un único misterio: el del seguimiento de Cristo... hasta el final. Álvaro del Portillo en su respuesta escribe:
«Y el contraste entre los deseos tan encendidos y sinceros de entonces con la desgana y realidad de ahora me ha producido verdadera impresión. Espero que D. Manuel acabará pronto –mejor dicho, que ha terminado ya, desde ahora mismo– con tanta tontería» .
¿Pudo salir el punto de C de este carteo? El día que Álvaro del Portillo escribe su carta comenzaba San Josemaría a pasar a máquina las «gaiticas»... Vid en com/294 las alusiones a del Portillo.


995* Inconmovible: así has de ser. —Si hacen vacilar tu perseverancia las miserias ajenas o las propias, formo un triste concepto de tu ideal.
Decídete de una vez para siempre.


Octavilla Drv. Original sobre una media cuartilla de un guión de meditación en cuyo dorso se lee: «+ Espíritu de obedi» (la otra media cuartilla no está entre las «gaiticas»). Como dijimos, el texto, por el grafismo y la temática, parece de redacción simultánea al anterior y al siguiente.

996* Tienes una pobre idea de tu camino, cuando, al sentirte frío, crees que lo has perdido: es la hora de la prueba; por eso te han quitado los consuelos sensibles.


Octavilla Drv. Original escrito sobre una media cuartilla de un guión de meditación en cuyo dorso se lee: «+ M. Encarnación» y debajo: «1. Pet. Obedecer con alegría» (la otra media cuartilla probablemente quedó con el dorso en blanco). En un guión de 1934 había escrito:
«¿Pruebas? Sí. Y consuelos.- Ite, docete omnes gentes.- Ecce ego vobiscum sum...» .
«Consuelos sensibles». Vid p/100 y 163.


997* Ausencia, aislamiento: pruebas para la perseverancia. —Santa Misa, oración, sacramentos, sacrificios: ¡comunión de los santos!: armas para vencer en la prueba.


Texto perteneciente a la serie Lh, escrita en la Legación de Honduras. Casciaro en su testimonio hace notar la dimensión «bélica» de la terminología: «Nótese –escribe– que el Padre habla de «armas» porque en aquel tiempo era más asequible entender la perseverancia en la vocación como una lucha, como una guerra inevitable, que hay que afrontar con armas sobrenaturales. Aún algunas de estas armas –Santa Misa, Comunión– no siempre era posible contar con ellas en los frentes» . Al propio Casciaro, que estaba destinado en Calatayud, le escribía el Autor de C de manera sintética:
«¡Las Normas! Oración: es la mejor arma. Y no te digo más, porque te digo todo»36b.
En un contexto muy diverso, unos años antes escribía:
«¡Qué ambiente el de estos pueblos! Hijos, pienso que Dios nuestro Señor nos pedirá a nosotros cuenta mucho más estrecha que a esta pobre gente. ¡Qué difícil es perseverar, y no adocenarse aislados, aislotados diría Unamuno, en este mar de miserias pequeñitas y sucísimas!»36c.
Vid sobre el tema el cap «Comunión de los santos».



998* ¡Bendita perseverancia la del borrico de noria! —Siempre al mismo paso. Siempre las mismas vueltas. —Un día y otro: todos iguales.
Sin eso, no habría madurez en los frutos, ni lozanía en el huerto, ni tendría aromas el jardín.
Lleva este pensamiento a tu vida interior.


Texto escrito sobre una octavilla de la serie Ah, posterior por tanto a 20-XII-1938. El tema del borrico es constante, autobiográfico, como hemos visto ya muchas veces, en los Cuadernos del Autor. Vid com/57, 80, 98, 176, 420 y 493 (borrico sarnoso), 571, 592, 596, 606, 677, 691, 729, 731, 801, 852, 874, 882, 933. Vid Forja, 380 y 381. Hans FLASCHE señala el carácter alegórico tradicional de estos puntos, insertos en la tradición de la laus asini . El uso de esa tradición es sumamente moderada en C, pero extraordinariamente abundante en Apínt, como puede verse en los textos transcritos, y muy tipificada en los dos puntos de Forja (que son los que llamaron más la atención a Flasche y que proceden de Apínt). Garrido Gallardo, con buen fundamento, hace notar que el uso alegórico de la figura del borrico se produce a partir de una experiencia mística del Autor, que se documenta, antes de lectura alguna, en la tradición señalada. En cambio, el «borrico de noria» aparece por primera vez en un documento del Autor de 1935, que es ya un esquema de lo que será este punto de C:
«¡Bendita perseverancia, llena de fecundidad, del pobre borrico de noria!: siempre lo mismo, monótonamente, escondido y despreciado, a su paso humilde..., sin querer saber que son sus sudores el aroma de la flor, la hermosura del fruto en sazón, la fresca sombra de los árboles en el estío: la lozanía toda del huerto, y todo el encanto del jardín» .
Este texto era sin duda el que el Autor tenía en la cabeza –dudo mucho que lo pudiera tener en su escritorio, pues el documento, en principio, había quedado en Madrid– cuando redactaba este punto penúltimo de C. Aunque el recordatorio para redactarlo bien pudo ser este apunte de sus guiones:
«Nemo repente fit sanctus. Ut jumentum (Ps LXXII, 23,24). El burro de noria...» .

Ese año 38 el tema del «borrico de noria» brotó en labios del Autor con ocasión de su viaje a Santiago de Compostela para ganar el jubileo, acompañado de Ricardo Fernández Vallespín, convaleciente de herida de guerra. Hizo escala en León para visitar a Mons. Carmelo Ballester, Obispo de la diócesis. El 17 de julio, domingo, celebró la Misa muy temprano en la casa de las Teresianas. Un ilustre sacerdote de León, don Eliodoro Gil, que también le acompañaba a Santiago, es el que lo narra:
«Llegaron a la estación cuando ya estaba pitando el tren. Un taxista, feligrés mío –de nombre Cartujo–, nos llevó hasta Veguellina de Órbigo, a unos 30 kms. de León, donde alcanzamos el tren. Durante aquel trayecto el Padre nos dirigió la meditación y nunca se me olvidarán sus palabras. Incluso se le grabaron al taxista, que me las recordó muchas veces. Allí, desde las ventanillas del coche, contemplábamos la preciosa vega del Órbigo, donde se cultiva remolacha y lúpulo40b.
El Padre nos habló con la imagen del borrico, que se la debió inspirar aquel campo, en el que se veían muchas norias con sus borricos. Es ese trabajo esforzado y continuo –monótono, si se quiere–, pero eficaz: es ese trabajo el que va llenando los cangilones que derraman el agua a los campos que se cubren de verdor y de fecundidad. ‘Fijaos –nos decía– que el pobre burro está dando nada menos que todo lo que tiene, con toda paciencia. Y nos da ejemplo de cómo tenemos que servir a Dios’» .
Vid p/701 y com: lozanía, madurez. Léase Surco, 87 y 345.

El texto de la “gaitica”, como apunté al principio, está escrito en Navidad del 38. Es casi simultáneo a esta hermosa carta, que parece su exégesis y encabeza la cuartilla de “Noticias” de ese mes de diciembre:
«Días de Navidad, principios de 1939. Renacer y continuar, comenzar y seguir. En lo material, inercia es no cambiar: no moverse lo quieto, no detenerse lo que se mueve. Pero en lo espiritual, seguir y continuar no es nunca inercia. Volvamos a lo mismo, siempre a lo mismo: Dios con nosotros, Jesús niño; y nosotros, guiados por los Ángeles, yendo a adorar al Niño Dios, que nos muestran la Virgen y S. José. Por todos los siglos, de todos los confines del orbe, cargados y animados por el trabajo de todas las actividades humanas, irán llegando magos al Belén perenne del Sagrario. Cuida y trabaja, preparando tu ofrenda —tu labor, tu deber— para esta Epifanía de todos los días»41b.

999* ¿Que cuál es el secreto de la perseverancia?
El Amor. —Enamórate, y no «le» dejarás. *


Texto escrito sobre una octavilla Bl con pluma muy fina perteneciente a la subserie Ber. En la predicación de Honduras hay textos en los que resuena este último punto de C. Por ej:
«Si no le dejamos, El no nos dejará» .
«Este es el secreto para divinizar una vida, para convertirla en fecunda y valiosa y gloriosa: llenarla de amor, purificar todas las intenciones, encaminándolas a la gloria y satisfacción de Dios. ¿Qué importa que las acciones sean vulgares, y aun que las acompañe el fracaso, si es el Amor quien las ha inspirado?» .
Pero el pensamiento y su formulación, propiamente, no tienen interrelación documental que yo conozca. Vid, no obstante, p/730 y com. Con todo, el texto de p/999 parece la condensación de un texto de 1935. Se trata del último de una serie de círculos que dio a un grupo de universitarios en el verano de ese año. Es un breve guión de estilo telegráfico, que termina con este párrafo «redactado»:
«Vivir vida de fe: el egoísmo. El Amor... Entregamiento, darse: luchas, vacilaciones ¡todos pasamos por ahí! ¡Al fin, hasta que descanse en Ti! La vida, prueba, paso, sueño, comedia, camino, pelea, flor, parpadeo de estrella, luz de relámpago, ¿cien años? ¡Un segundo!
Luego, el Amor, que es la Vida, el Fin, la Realidad, el Descanso tras la victoria, Luz de sol eterno..., y esto: Eternidad...» .

El paso que el Autor da, respecto al p/730, en este punto último de C es digno de ser notado. Allí quedó abierta esta pregunta acuciante, que se levanta una vez y otra en la vida de cada lector: ¿y qué haré para no «dejarle»? El Autor aquí descubre el «secreto» para no dejar nunca a Jesús. Es, esta propuesta del p/999, la última consecuencia del «fuego de Cristo que llevas en el corazón», del que hablaba el Autor en el punto primero y que, como ya se dijo en com/801, es el Espíritu Santo .

 

 

983 Apínt Cem32/30 Cec/36.2-Ceb/141 Cec/96.1-Ceb/400 ||| Comenzar ... de santos Cec/36.2-Ceb/141 || Que tu... reflexiva Cec/96.1-Ceb/400 C
Sobre el sentido del número 999 vid supra IntrodGen § 6, nt 76-80.
«Camino está a punto de salir. El Padre, con Álvaro, Alberto y Rafael, da los últimos toques en la imprenta» (Diario de Valencia, 8-IX-1939).
Futuros puntos de C transcritos ese día: 110, 718, 435, 983a, 386, 325, 65, 178, 174, 802, 173.
Plática en el Colegio de la Asunción (Patronato de Santa Isabel), al fundarse la «Cruzada Eucarística de los niños», 31-III-1933; guión nº 8. El borrador original de este texto está AGP, sec A, leg 50-13, carp 2, exp 6.
Epistula 71, 2; PL 22, 669. «Comenzar es de muchos; llegar hasta el cabo, de pocos» (BAC 219, 1962, pg 679). El texto tuvo amplio eco en los círculos que dependían de San Jerónimo. Vid LUPUS DE OLMETO, Regula monachorum ex scriptis Hieronymi collecta (PL 30, 384). San Antonio María CLARET, Ejercicios Espirituales de San Ignacio, Librería Religiosa, Barcelona 1891, pg 437, alude a esta idea en su Plática de perseverancia, atribuyéndola a San Jerónimo y a San Agustín: «El número de necios es infinito, dijo el Sabio; y San Jerónimo y San Agustín añadieron, que es de muchos comenzar, pero el perseverar, de pocos».
Es el primer párrafo del guión nº 17, «Plática de perseverancia» de unos EjEsp predicados a mujeres en enero de 1935. También en Honduras predicó sobre el tema: «Perseverar... Se me vienen a la memoria aquellas palabras de un santo: Comenzar es de muchos; seguir, de pocos» (PredicHond, «Perseverar», 29-VIII-1937, pg 266; XLIV). Y en uno de los guiones de Vitoria se lee de nuevo: «Coepisse multorum est...» (EjEsp, «Plática de perseverancia», Vitoria 26-VIII-1938; guión nº 120).
Futuros puntos de C transcritos ese día: 983b, 127, 831.
984 Msb ||| tienes, Txm] tienes... Msb |||| 1 1 S 3, 6.9
Retiro espiritual, Plática «Vida sobrenatural», Salamanca 25-I-1938; guión nº 91. Las palabras de Samuel se encuentran en realidad en 1 S 3, 6.
EjEsp, Plática preparatoria, Madrid, diciembre 1935; guión nº 60.
Meditación a sacerdotes, año 1939; guión nº 159.
Es el tema de Forja, 7 y 12.
985 Msb
986 Msb ||| casos... y perseverar Txm add autogr] casos... para perseverar Msb add Txm del | casos» Msb del || Y añades Msb del Txm] Añades Msb add
Como se ve por el texto de la carta, el Autor completa la idea para adaptarla al cap sobre «perseverancia», añadiendo «y perseverar».
Francisco Botella Raduán.
Su batallón había quedado copado y perdieron el equipamiento. «No sé si te han contado que Juan –siempre le toca bailar con la más fea– estuvo copado, y lo pasaron verdaderamente mal; escribe que ¡se ha quedado con lo puesto! Hoy le mando un diccionario, para que siga estudiando inglés; antes, por el padre de Vicente, le hemos enviado algo de ropa» (Carta de Josemaría Escrivá a Ricardo Fernández Vallespín, Burgos 5-X-1938; EF 381005-2).
Ricardo Fernández Vallespín.
Pueblo de las afueras de Madrid, donde estaba destinado Vallespín.
Estaba en plena montaña y no tenía las «distracciones» de los pueblos.
Carta de Juan Jiménez Vargas a Enrique Alonso-Martínez, Cota 1184, 2-VIII-1938; AGP, sec N-2, leg 148, carp B, exp 1. Vargas recordaba este punto en su Relato del 77, pg 19: «Me parece que esto es de una carta que escribí a nuestro Padre durante la guerra». Como vemos, no era directamente a él, pero se pasaban las cartas de unos a otros. «Pavas» era nombre de jerga en los frentes durante la guerra civil para designar a ciertos aviones alemanes.
987 Msb ||| y son Msb add] pero son Msb del
PredicHond, «Perseverar», 29-VIII-1937, pg 266; XLIV. Vid también el segundo texto citado en com/983.
988 Msb ||| Si] Y, si Msb del || el desaliento Msb add] él Msb del || tibieza,] tibieza Msb
EjEsp, «Plática de perseverancia», Vitoria 26-VIII-1938; guión nº 120.
989 Msb
Cuaderno IV, nº 355, 28-X-1931. Sobre el tema vid VÁZQUEZ DE PRADA, I, pgs 394s.
Sobre el tema vid VÁZQUEZ DE PRADA, I, pg 394ss, cap III, 6: «Una cruz sin Cirineos».
990 Msb ||| Constancia Msb add] Una constancia Msb del
991 Msb ||| un autor Msb add] aquel autor Msb del || con barro Txm] con liga Msb
EjEsp, Día 4º, viernes, 7-X-1932; Apínt, nº 1645.
En las notas de aquellos EjEsp alude al libro en cuestión con estas palabras: «¡Hermosa consideración, la que acabo de copiar a la letra del libro que empleo en este retiro!» (EjEsp, Día 8º, martes, 11-X-1932; Apínt, nº 1670).
24b San JUAN DE LA CRUZ, Dichos de luz y de amor, 22; pg 155. Agradezco a l’abbé Hervas el haberme hecho notar esta afinidad. Al incluirme el “dicho” se excusaba por disponer sólo de la versión francesa (Carta de J. L. Hervas, Lyon 6-III-2003).
992 Msb
993 Msb ||| cuántos] praec Tienes Msb del || motivos] motivos, Msb || , sin duda, Msb add || Pero] Pero, Msb
994 Msb
Notas de un coloquio con Álvaro del Portillo, Roma 19-II-1976; el subrayado es mío.
Notas de otro coloquio con Álvaro del Portillo, Roma 4-IV-1982.
«Yo se lo escribí al Padre, y el Padre me dijo: se acabó. Yo no me di cuenta de que [el punto de C] lo decía por mí. Pero al cabo de muchos años me dijo: este número lo escribí por ti. Dije: Padre, pero yo no, no lo decía en el sentido de...» (Notas de otro coloquio con Álvaro del Portillo, Barcelona 28-VIII-1991).
Carta de Álvaro del Portillo a Josemaría Escrivá, La Granja (Segovia) 23-VIII-1935; AGP, sec B-1, leg 1, C-350823. Poco antes, en la misma carta, le dice a San Josemaría que
había encontrado en La Granja a un amigo de Ferraz: «He hablado con él ayer y hoy; el hombre está entusiasmado con la Obra». Del Portillo pertenecía al Opus Dei desde el 7 de julio de ese año.
Esto último sería lo más lógico, pues las cartas «interlocutorias» de los puntos de Burgos suelen ser contemporáneas, incluso inmediatas a la redacción de las «gaiticas».
Carta de Álvaro del Portillo a Josemaría Escrivá, Madrid (Legación de Honduras) 1-II-1938; AGP, sec B-1, leg 1, C-380201. Las cartas del Autor a que se refiere van dirigidas a Isidoro Zorzano, que las lleva a la Legación. En enero les escribió los días 14, 18 y 21 (EF 380114-1, 380118-1 y 380121-3), que debieron llegar juntas, al menos las dos primeras. La carta del día 18, especialmente, es la que debió despertar el «entusiasmo» de del Portillo.
Juan Jiménez Vargas y Ricardo Fernández Vallespín.
Carta de Josemaría Escrivá a Álvaro del Portillo, Burgos 19-I-939; EF 390119-1. El subrayado es mío.
Alude a la vibración apostólica que les llevó –a él y a otros dos– a pasarse con alto riesgo a la zona nacional por el frente de Guadalajara. Vid Álvaro Del Portillo, De Madrid a Burgos pasando por Guadalajara, relato manuscrito, noviembre de 1938; AGP, sec B-1, leg 50, carp 3.
Carta de Álvaro del Portillo a Josemaría Escrivá, Cigales (Valladolid) 22-I-1939; AGP, sec B-1, leg 1, C-390122.
995 Msb
996 Msb ||| pobre Msb add] triste Msb del || prueba;] prueba: Msb Txm
Meditación a fieles del Opus Dei, Madrid 30-XII-1934; guión nº 6.
997 Msb ||| pruebas] pruebas, Msb Txm || sacramentos Txm add autogr C] sacramento C1 || armas] armas, Msb Txm
Pedro Casciaro, Relación testimonial, 26-VI-1979, Parte II, cap 2, pgs 169s.
36b Carta de Josemaría Escrivá a Pedro Casciaro, Burgos 11-I-1939; EF 390111-1.
36c Carta de Josemaría Escrivá a la Academia DYA, Fonz 20-IX-1934; EF-340920-1; —«Aislotados»; en la obra de Miguel de Unamuno no se encuentra esa expresión, pero –escribe
desde USA Víctor García Ruiz (Carta 25-III-2003)– «es el tipo de formación lingüística que hubiera hecho el escritor vasco». El aislamiento y la incomunicación no ya de una isla sino de un islote es lo que ve Escrivá en aquellas situaciones.
998 Msb ||| ni tendría aromas Msb add] ni aromas en Msb del
Hans FLASCHE, Geschichte der spanischen Literatur, III, Francke, Bern/Sttutgart 1989, pg 95.
M. A. GARRIDO GALLARDO, «Literatura espiritual...», 1993, pg 641.
Instrucción, 9-I-1935, nº 221.
EjEsp, Plática «Perfección en las cosas pequeñas», Vitoria 22-VIII-1938; guión nº 107.
40b «lúpulo». Gil Rivera hace aquí una retroproyección, me advierte F. J. Vega Puente: el lúpulo no empezó a cultivarse en el valle hasta los años cincuenta del pasado siglo.
Eliodoro Gil, Testimonios, Madrid 2-II-1979 y 23-IV-1996; AGP, sec A, leg 100-25, carp 2, exp 1. El 18 ganaron el jubileo y el 19 regresaban. El día 20 ya estaba el Autor de C en Burgos.
41b «Noticias», XII-1938; AGP, sec A, leg 3, carp 3.
999 Msb ||| Enamórate, Txm] Enamórate Msb
[En Txm y C1, terminado de transcribir el p/999 y después de una línea de puntos, se lee: «Se acabó de escribir este libro en Burgos, día de la Purificación de la Bienaventurada Virgen María, año 1939, III Triunfal». Vid IntrodGen § 5, 2, c]
PredicHond, «Zaqueo», 12-IV-1937, pg 51; VI. «No me canso de repetiros que, si no le dejamos, Él no nos dejará» (PredicHond, «Jesucristo dormido en la barca», 19-VII-1937, pg 210; XXXIV). En ambos casos es una cita implícita de Cec 67/2, que pasará a ser en C el p/730.
PredicHond, «Zaqueo», 12-IV-1937, pg 52; VI.
AGP, sec A, leg 50-13, carp 4, exp 2. Nótese el fondo agustiniano: «fecisti nos ad te, et inquietum est cor nostrum, donec requiescat in te» (San AGUSTÍN, Confessiones, lib 1,1; BAC 11, 4ª ed, 1963, pg 69). —En 1932 había escrito anotando el Decenario: «Sólo Tú eres el Amor. El Amor es el único amor que no deja remordimiento: es la Paz y el Gozo» (Glosas marginales al Decenario 1932, pg 62).
Álvaro del Portillo, comentando este p/999, decía que también era válida la inversa: «no ‘le’ dejes, y te enamorarás; sé leal y acabarás loco de amor a Dios. Aquí se centra el sentido más noble de la lealtad» (Álvaro del Portillo, Carta, 19-III-1992, n 50; AGP, sec P, leg 17, III, pg 348).