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Capítulo
Punto 873
Infancia espiritual · Punto 873

 Paradojas
de un alma pequeña.

—Cuando Jesús
te envíe sucesos que
el mundo llama buenos,
llora en tu corazón,
considerando
la bondad de Él
y la malicia tuya: cuando Jesús te envíe sucesos que la gente califica de malos, alégrate en tu corazón,
porque Él te da siempre lo que conviene y entonces es
la hermosa hora
de querer la Cruz.

Comentario

Punto procedente del Cuaderno V, nº 498, fechado por San Josemaría el 23-XII-1931, seguido en el Cuaderno del punto 894.

Al preparar la edición de Consideraciones Espirituales en Cuenca, San Josemaría introdujo una pequeña modificación en el texto a velógrafo, idéntico al del Cuaderno: «conviene» en vez de «te conviene», para dejar todo de la manera más absoluta en manos de la providencia paternal de Dios.

Vid una modificación equivalente en el punto 739.

«Alma pequeña» es una terminología muy característica de Santa Teresita y del «Caminito de infancia» [1].

San Josemaría a emplea también en otro texto citado en el comentario al punto 859, pero no es una terminología suya habitual. De hecho, no vuelve a aparecer en sus escritos.



[1] «Oh, Jesús, Amado mío! ¿Quién podrá decir con qué ternura, con qué dulzura conducís a mi pequeña alma...?» (Ms/B fol 2r; MEC 5, 1996, pg 256). «Hay acaso un alma más pequeña, más impotente que la mía?» (Ms/B fol 3r; ibidem, pg 260). «¡Oh, Jesús, que no pueda yo revelar a todas las almas pequeñas cuán inefable es tu condescendencia!» (Ms/B fol 5v; ibidem, pg 267). «Ya veis, Madre amadísima, que soy un alma muy pequeña que sólo puede ofrecer a Dios cosas muy pequeñas» (Ms/C fol 31r; ibidem, pg 317). «Los grandes santos trabajaron por la gloria de Dios, pero yo que no soy más que un alma pequeñita, trabajo únicamente por complacerle» (A Sor María del Sagrado Corazón, 16-VII-1897; ibidem, pg 952).