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Capítulo
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Punto 417
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Comentario
Ya desde Consideraciones Espirituales este capítulo se abría con este punto, que constituye un verdadero lema para San Josemaría testificado en muchos lugares. El origen de este punto se encuentra en el Apunte nº 351 del Cuaderno IV de Apuntes íntimos, que San Josemaría fechó el 26-X-1931 [1]:
Vuelve a escribir est¡tas palabras en numerosas ocasiones, tanto en castellano como en latín. Así concluye el Cuaderno de Apuntes íntimos que escribió durante su estancia en la Legación de Honduras (nº 1394, 28-V-1937):
Había escrito en el guión de una meditación, pocos días antes:
Son especialmente interesantes las dos anotaciones que hizo en el ejemplar que usaba del Decenario al Espíritu Santo, de Francisca Javiera del Valle [4]: En la primera anotación escribió esta exclamación dentro de esta frase del libro:
En la segunda anotación, la puso, después de haber acotado estas frases del Decenario:
José Luis Múzquiz, uno de los tres primeros fieles laicos del Opus Dei que recibieron la ordenación sacerdotal, rememora su primer encuentro con San Josemaría en la Residencia de Ferraz en 1935.
Estuvieron hablando, al comienzo, brevemente, del horizonte apostólico de la profesión.
Cuando se encontraba refugiado en la Legación de Honduras de Madrid, en junio de 1937, San Josemaría aconsejaba durante una meditación ponerse «unas anteojeras, como las de los borricos, para no mirar más que el camino». Y continuaba:
Muchos años después, durante un encuentro de catequesis, en 1972, le preguntaron directamente por el sentido de esta expresión. Una persona le dijo:
Este punto 417 guarda estrecha relación con punto 171. Leer a este propósito los comentarios a los puntos 426 y 668. El fondo de la enseñanza espiritual de este punto es agustiniano. Escribía San Agustín:
[1] Futuros puntos de Camino transcritos ese día: 659, 426, 417, 393. [2] En el Cuadernillo-agenda 1º de Burgos, hoja 2v escribió: «Non est amor nisi AMOR». [3] Predicación en la Legación de Honduras en Madrid, «Surge et ambula», 21-V-1937, Viernes de las Témporas de Pentecostés, pg 89-91; XIII. [4] Vid comentario al punto 57. [5] Decenario al Espíritu Santo, 1932, pg 88; Patmos 35, pg 98; Logos 52, pg 146. [6] Ibidem, pg 102; Patmos 35, 112; Logos 52, pg 161. [7] José Luis Múzquiz, Relato testimonial cronológico, pg 9; AGP, sec A, leg 100-39, carp 1, exp 1. Ese mismo año San Josemaría escribía en una Instrucción a los fieles del Opus Dei:
(Instrucción, 9-I-1935, nº 135). [8 ]Predicación en la Legación de Honduras en Madrid, «Afán de almas», 28-VI-1937, pg 160; XXV. [9] Notas de una tertulia, Madrid 24-X-1972; AGP, sec A, leg 51; también en AGP, sec P, leg 4, 1972, pg 732s. [10] San agustiN, Sermón 65 A, 4; BAC 441, 1983, pg 251. |