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Capítulo
Punto 983
Perseverancia. Punto 983

 Comenzar es de todos; perseverar, de santos.
Que tu perseverancia no sea consecuencia ciega del primer impulso, obra de la inercia: que sea una perseverancia reflexiva.
 

Comentario

Este primer punto es refundición de dos consideraciones de la edición de Consideraciones espirituales de Cuenca, que San Josemaría realizó cuando el libro ya estaba compuesto y listo para imprimir en la imprenta de Valencia.

La cuestión era la siguiente: había numerado los actuales puntos 894 y 895 con el mismo número: 894. Cuando hizo la rectificación oportuna, salían, lógicamente, 1000 números y no la cifra prevista de 999 [1].

Al darse cuenta de esto, unió en un solo punto los dos párrafos del actual punto 983 –que eran hasta entonces dos puntos distintos y consecutivos– y se corrió la numeración desde el punto 985..Así se hizo durante una visita de San Josemaría a la imprenta [2].

Ambos párrafos proceden, como hemos señalado, de la edición de Consideraciones Espirituales en Cuenca. El primero tiene su matriz en un texto del Cuaderno VII, nº 1099 de Apuntes íntimos, texto que San Jsemaría fechó el 5-I-1934 [3] y que tiene un tenor literal idéntico al punto de Camino.

El texto está inspirado en una sentencia célebre, que se remonta, al menos, a San Jerónimo y que San Josemaría citaba con frecuencia en su predicación:

«Os acercaréis una a una y, puesta la mano derecha sobre el libro de los Stos Ev...: Renuncio... ¿Esta renuncia, esta ratificación no será más que eso? ¿Palabras, fuegos fatuos, mentiras de luz?... Para que así no suceda, sabed que al pronunciar solemnemente esa fórmula, os comprometéis a llevar siempre una vida cristiana, frecuentando sacramentos... 'Cepisse multorum..' Noche cerrada...» [4].

«Decisión de tener una vida más santa, de vivir vida interior.... No es lo mismo prometer y cumplir, ni empezar que perseverar.... Son muchas las flores de un árbol en primavera..., pero la mayor parte no llegan a resolverse en fruto: son muchos los niños que nacen, pero son muchos menos los que llegan a la plenitud de los años.... Por eso pudo exclamar S. Jerónimo: «Coepisse multorum est, ad culmen pervenisse paucorum» [5]: el empezar a vivir bien es de muchos, el llegar hasta la cumbre de la perseverancia en el bien obrar es de pocos» [6].

San Josemaría «apura» el pensamiento desde una perspectiva genuinamente cristiana: en Camino los «muchos» son «todos», y los «pocos» son «santos».

El segundo párrafo procede del Cuaderno V de Apuntes íntimos, nº 681, que San Josemaría fechó el 3-IV-1932 [7]. El tenor literal es idéntico al de Camino, pero precedido del vocativo «Niño».

Con este punto realiza una llamada a no actuar movidos sólo por los impulsos del momento, sino desde una racionalidad sobrenatural.



[1] Camino está compuesto por 999 consideraciones –agrupadas en 46 capítulos–, que en la tradición editorial y espiritual se conocen como los puntos de Camino. Este número dio lugar amuchas habladurías. En marzo de 1955, en Roma, le preguntaron a San Josemaría por qué había elegido esa cifra, y contestó:

“999 era una devoción un poco ingenua a la Trinidad. Por jugar me gusta el 1, el 7... algunos han querido buscar una razón esotérica, pero no existió”.

La realidad era así de sencilla y profunda: el número 999, elegido para el último punto de Camino, respondía al amor San Josemaría a la Trinidad, que se expresaba en el «juego» y en el «mensaje» de los números, como en la antigua tradición filosófica y patrística.

Lo mismo ha de decirse –aunque esto no trascendió a los maliciosos– de la edición a velógrafo de Consideraciones Espirituales, cuyo número de consideraciones tenía también, aún más evidente, una «clave trinitaria»: 333.

[2] «Camino está a punto de salir. El Padre, con Álvaro, Alberto y Rafael, da los últimos toques en la imprenta» (Diario de Valencia, 8-IX-1939).

[3] Futuros puntos de Camino transcritos ese día: 110, 718, 435, 983a, 386, 325, 65, 178, 174, 802, 173.

[4] Plática en el Colegio de la Asunción (Patronato de Santa Isabel), al fundarse la «Cruzada Eucarística de los niños», 31-III-1933; guión nº 8. El borrador original de este texto está AGP, sec A, leg 50-13, carp 2, exp 6.

[5] Epistula 71, 2; PL 22, 669. «Comenzar es de muchos; llegar hasta el cabo, de pocos» (BAC 219, 1962, pg 679). El texto tuvo amplio eco en los círculos que dependían de San Jerónimo. Vid Lupus de Olmeto, Regula monachorum ex scriptis Hieronymi collecta (PL 30, 384). San Antonio María Claret, Ejercicios Espirituales de San Ignacio, Librería Religiosa, Barcelona 1891, pg 437, alude a esta idea en su Plática de perseverancia, atribuyéndola a San Jerónimo y a San Agustín: «El número de necios es infinito, dijo el Sabio; y San Jerónimo y San Agustín añadieron, que es de muchos comenzar, pero el perseverar, de pocos».

[6] Es el primer párrafo del guión nº 17, «Plática de perseverancia» de unos Ejercicios Espirituales predicados por San Josemaría a mujeres en enero de 1935. También predicó sobre el tema durante su estancia en la Legación de Honduras en Madrid. «Perseverar... Se me vienen a la memoria aquellas palabras de un santo: Comenzar es de muchos; seguir, de pocos» (PredicHond, «Perseverar», 29-VIII-1937V, pg 266; XLI). Y en uno de los guiones de Vitoria se lee de nuevo: «Coepisse multorum est...» (EjEsp, «Plática de perseverancia», Vitoria 26-VIII-1938; guión nº 120).

[7] Futuros puntos de Camino transcritos ese día: 983b, 127, 831.