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Capítulo
Punto 790
Proselitismo · Punto 790

 ¿No gritaríais
de buena gana
a la juventud que bulle alrededor vuestro: ¡locos!,
dejad esas cosas mundanas que achican el corazón...
y muchas veces
lo envilecen...,
dejad eso
y venid con nosotros tras el Amor?

Comentario

 

Este texto procede del Cuaderno VI de Apuntes íntimos, nº 1053, fechado por San Josemaría el 18-IX-1933 [1], que acababa con la sigla «O.c.P.a.I.p.M.» (Todos con Pedro, a Jesús por María) [2].

En la Instrucción que dirigió en 1934 a los fieles del Opus Dei, San Josemaría repetía casi literalmente estas palabras:

«¿No os da pena contemplar a esa juventud, que bulle en medio del mundo, buscando inútilmente un ideal? –Gritadles: ¡locos!, dejad esas cosas pequeñas, que achican el corazón... y muchas veces lo envilecen..., dejad eso y venid con nosotros tras el Amor!» [3].

Como se ve, hay una diferencia terminológica entre el texto del Cuaderno –que pasó al velógrafo y luego al impreso de Consideraciones Espirituales de Cuenca y a la Instrucción de 1-IV-1934– y el texto de Camino que san Josemaría preparó en Burgos.

Por ejemplo, las «cosas pequeñas» de aquellos textos pasan ahora a ser «cosas mundanas». Me parece que el cambio no es sólo redaccional sino que tiene una fuerte intencionalidad teológico-espiritual por parte de San Josemaría.

Las cosas pequeñas de las que habla en este punto son precisamente las «que achican el corazón... y muchas veces lo envilecen». No está ahí el problema. Lo que sucede es que en la redacción de Burgos esa expresión -«cosas pequeñas»- ha pasado a ser una categoría espiritual en sus enseñanzas. Y de hecho un nuevo capítulo al libro titulado así: Cosas pequeñas.

Abordaremos este tema en el capítulo en cuestión.

Queda claro desde el principio el sentido de la palabra «proselitismo» en la pluma de San Josemaría: el proselitismo es una propuesta y una invitación a los compañeros y amigos para que compartan el «camino» que se ha descubierto.

En este sentido el «proselitismo» es connatural a la pluralidad de carismas e instituciones que hay en la Iglesia [4]. Vid el punto 793, que es definitorio, y que se prolonga en el punto 809.

En el lenguaje de Camino el «proselitismo» es la expresión misma del fuego de Cristo en el alma del cristiano.

El «proselitismo», bajo este aspecto, hay que situarlo en el marco del capítulo «El Apostolado», especialmente de los puntos 964-966, que señalan la variedad de caminos que hay en la Iglesia y la comunión entre todos ellos.



[1] San Josemaría había transcrito anteriormente el punto 286.

[2] Sobre el significado de esta sigla, leer el comentario al punto 11; la cursiva es del original.

[3] Instrucción, 1-IV-1934, nº 5. Vid p/914, que tiene un paralelismo con la doctrina de este p/790; la cursiva es del original.

[4] Modernamente y sobre todo en el contexto del ecumenismo como aspecto de la misión de la Iglesia, se identifica como «proselitismo» la acción agresiva de las sectas respecto de los fieles de las grandes Iglesias mayoritarias o, más en general, toda actividad de carácter no evangélico tendente a que esos cristianos pasen a otra Iglesia o comunidad eclesial distinta de la propia. Ya se ve que es cosa del todo diversa.