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Capítulo
Punto 754
La voluntad de Dios · Punto 754

 Ésta es la llave
para abrir la puerta
y entrar en el Reino
de los Cielos:
«qui facit voluntatem Patris mei qui in coelis est, ipse intrabit in regnum coelorum»
—el que hace la voluntad de mi Padre..., ¡ése entrará!

Comentario

Texto escrito sobre una octavilla Jef en la última fase redaccional, partiendo, como tantas otras veces, de un apunte de los guiones de predicación, en este caso el que da título al cap:

«Jesús. Su doctrina: Non omnis qui dicit Domine, Domine, intrabit in regnum coelorum, sed qui facit voluntatem Patris mei qui in coelis est, ipse intrabit in regnum coelorum (Matth, VII, 21)» [1].

Por lo demás el tema de la Voluntad de Dios y de la obediencia como «llave» del Reino es de viejo abolengo en la literatura espiritual [2] y el versículo de San Mateo gravitaba sobre el Beato Josemaría desde hacía mucho tiempo, como consta en sus Apínt. A raíz de una visita a una piadosa monja en 1931, en la que ésta le prometió rezar por él, escribe en su Cuaderno:

«Yo también encomiendo a Madre Esperanza [3]: me rogó que pidiera a Jesús que haga ella siempre la Voluntad de Dios. –Hoy, al leer el cap. 7º de San Mateo, he comprendido bien por qué quiere eso: ¡como que es la llave para entrar en el Reino de los Cielos! Así lo dijo nuestro Señor: «...qui facit voluntatem Patris mei..., ipse intrabit in regnum caelorum». ¡Ojalá haga yo también tu Voluntad! Quiero hacerla: eso pediré, en lo sucesivo, a quienes me encomienden» [4].

Al concluir los EjEsp de Segovia, con fecha 10-X-1932, escribía para su confesor, siguiendo el cuestionario que éste le había hecho para el retiro [5]:

«III. = Virtud particular = Yo no sé si esto será una virtud: sobre todas las cosas, me pide –ya lo dije– que cumpla su Voluntad. Tan es así que a veces he creído que la característica de mi vida es 'amar la Voluntad de Dios'» [6].

En esto se resume todo lo que tiene que decir a su confesor tras aquel retiro de Segovia. Este pasaje de sus Apuntes me parece que da la impronta a todo el cap.



[1] EjEsp, Plática «La Voluntad de Dios», Vitoria 25-VIII-1938; guión nº 89.

[2] Santa Catalina de Siena, a la que tanta devoción tenía el Autor, ponía estas palabras en boca de Dios-Padre: «Nadie puede llegar a la vida eterna sino obedeciendo, y sin la obediencia nadie entrará en ella, porque su puerta fue abierta con la llave de la obediencia y cerrada con la desobediencia de Adán. Yo, movido de mi bondad infinita, viendo que el hombre, al que tanto amaba, no volvía a mí, que soy su fin, tomé la llave de la obediencia y la puse en manos de mi dulce y amoroso Verbo, mi Verdad, y Él, como portero, abrió las puertas del Cielo. Sin esta llave y sin este portero, que es Verdad mía, nadie puede entrar» (El diálogo, cap 154; BAC 143, 1955, pg 516s). En Catalina de Siena, como es sabido, el tema de las «llaves» tiene una dimensión eclesiológica en su teología de Pedro y el Papa. Vid Pedro Rodríguez, «La teología del Papado en los escritos de Santa Catalina de Siena», en Scripta Theologica 16 (1984) 291-301.

[3] Madre Esperanza del Amor Misericordioso (Alhama Valero), fundadora de la congregación de Esclavas del Amor Misericordioso, y promotora de la devoción al Amor Misericordioso de Jesús. En los años cuarenta pasó a residir en Roma y la Santa Sede aprobó la Congregación en 1949 y dio el Decretum Laudis en 1970. Construyó el santuario del Amor Misericordioso en Collevalenza, diócesis de Todi, que fue visitado por Juan Pablo II en 1981. Falleció en 1983 a la edad de 89 años.

[4] Cuaderno IV, nº 314, 9-X-1931.

[5] El conjunto de cuartillas tiene este título y este comienzo: «Estudio de las cuestiones propuestas por el confesor. Segovia — 10 de octubre — 1932. Mi Padre Sánchez me indicó, como fin de estos ejercicios, los siguientes puntos: I. ¿Qué grado de perfección me pide Dios? II. Elección de ocupación. III. Virtud particular: medios» (Apínt, nº 1692). Álvaro del Portillo, comentando a pie de página este documento, escribe que el «grado de perfección de primera clase, o de segunda, o de tercera» no es cosa que le importe al Autor de C. «Lo que quiere –continúa del Portillo– es hacer en todo la Voluntad del Señor, para que el Señor le lleve a ese nivel de perfección que desea para él: y así, dejándose llevar hasta esa altura –la que sea–, el Padre está contento, porque cumple con la Voluntad de Dios».

[6] Apínt, nº 1698. Forja, 48 tiene su matriz en este texto. El texto de Apínt continúa: «Medios: dar gracias al Señor por todo, porque todo es bueno... y es su amable Voluntad». Vid com/268.