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Capítulo
Punto 685
Tribulaciones · Punto 685

 El vendaval de la persecución es bueno.

—¿Qué se pierde?...

No se pierde
lo que está perdido.

—Cuando
no se arranca
el árbol de cuajo
—y el árbol de la Iglesia no hay viento
ni huracán
que pueda arrancarlo— solamente se caen
las ramas secas...
y ésas,
bien caídas están.

Comentario

Este texto procede del Cuaderno VI de Apuntes íntimos, nº 844, y fue fechado por San Josemaría el 14-X-1932. Aquel mismo día transcribió seis futuros puntos de Camino [1]. Éste comienza así:

«El vendaval de la persecución es bueno. ¿Que se pierden?...» [2].

Es interesante notar el cambio que se da en la redacción del texto. Tanto en el Cuaderno como en el fascículo que se difundió a velógrafo en 1932 –es decir, en las capas más primitivas de la historia de este texto– San Josemaría contemplaba el «vendaval de la persecución» –parece– afectando directamente a las personas, «que se pierden».

En el texto impreso, en cambio –tanto en la edición de Consideraciones Espirituales de Cuenca como en la de Camino –, plantea un interrogante general, de carácter objetivo: «¿qué se pierde?».

Leer, sin embargo, el punto 927.



[1]Esos futuros puntos de Camino son: 753, 730, 676, 214, 397, 685.

[2] «el árbol»; en la primera redacción San Josemaría escribió: «al árbol».