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Capítulo
Punto 779
La gloria de Dios · Punto 779

Es bueno dar gloria
a Dios, sin tomarse anticipos (mujer, hijos, honores...) de esa gloria, de que gozaremos plenamente con Él en la Vida...

Además, Él es generoso... Da el ciento por uno:
y esto es verdad
hasta en los hijos.

—Muchos se privan
de ellos por su gloria,
y tienen miles de hijos de su espíritu.

—Hijos, como nosotros lo somos
del Padre nuestro
que está en los cielos.
 

Comentario

Texto del Cuaderno IV, nº 270, fechado por San Josemaría el 7-IX-1931, que dice así:

«Hay pues que dar gloria a Dios, sin tomarnos anticipos (mujer, hijos, honores...) de esa gloria de que gozaremos plenamente con El en la Vida... Además, El es generoso... Da el ciento por uno: y esto es verdad hasta en los hijos. Nos privamos de ellos, por su gloria: y tendremos miles de hijos de nuestro espíritu. Hijos: casi tan hijos, como nosotros lo somos del Padre Celestial, que está en los Cielos».

Como se ve, la anotación del Cuaderno estaba escrita como una reflexión personal y acerca del pequeño grupo de jóvenes que le seguían en el celibato apostólico, redacción que se refleja todavía en las cuartillas a velógrafo y en el texto de Cuenca. La ampliación del círculo de lectores que prevé para la edición de Camino en Valencia, le hace sin duda variar la redacción, de manera semejante a muchos otros puntos: el «nos privamos de los hijos» pasa a ser «muchos se privan de ellos».

Es interesante también la anotación manuscrita que hace San Josemaría en el ejemplar a velógrafo que le entregó a su confesor. Con referencia a la última frase de este punto –«Hijos, como nosotros lo somos…»–, escribe al margen:

«Antes ponía ‘tanto como’… y lo corrigió Vd., Padre» [1].

El manuscrito del Cuaderno muestra que la primera redacción decía: «tan hijos como». La corrección introducida después en el propio Cuaderno dice: «casi tan hijos como». La precisión recomendada por el confesor era acertada, porque subrayaraba la analogía buscada por el Autor. El texto a velógrafo dirá sencillamente: «como».

La reflexión describe los «anticipos» desde la situación personal de San Josemaría : «mujer, hijos, etc.», y así pasó al manuscrito de Burgos. Las mujeres harán la lectura analógica: «marido, hijos, etc.».


[1] Anotación en el margen inferior de la pg 13r.