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Capítulo
Punto 419
Amor de Dios · Punto 419

—Niño. —Enfermo.

—Al escribir estas palabras,
¿no sentís la tentación de ponerlas
con mayúscula?


Es que, para un alma enamorada,
los niños y los enfermos son Él.

Comentario

 

 

Texto del Cuaderno V, nº 647, fechado en 11-III-1932 [1]. Ya desde el velógrafo el punto tiene la redacción actual, que San osemaría reelabora la del Cuaderno, redactada en primera persona, que es ésta:

«Los niños y los enfermos: Cuando escribo estas palabras –Niño, Enfermo–, siento la tentación de ponerlas con mayúscula, porque, para un alma enamorada, son El» [2].

En el Cuaderno reflexiona San Josemaría sobre lo que acaba de anotar y saca esta conclusión, pensando en los fieles del Opus Dei:

«Los nuestros, a fin de convertirse en hombres de Dios, dedicarán al principio una buena parte de su actividad a la catequesis de niños y a la visita de enfermos. Para hacerse entender de los primeros, habrán de humillar su inteligencia: para comprender a los pobres enfermos, tendrán que humillar su corazón. Y así, de rodillas su entendimiento y su carne, les será fácil llegar a Jesús, por el camino seguro del conocimiento de la miseria humana, de la miseria propia, que les llevará a anonadarse, para dejar a Dios que construya sobre su nada» [3].

Se conserva el guión de una meditación de 1938 sobre «cuatro palabras con mayúscula: Niño, Enfermo, Pobre, Pecador» [4]

Es patente que el trasfondo del punto es el Evangelio mismo: la predilección de Jesús por los niños (Mt 18, 1-6) y los enfermos (passim; cfr Mt 4, 23), a la que hay que añadir la que siente por los pobres (a los que evangeliza: Mt 11, 5; cfr Mt 5, 3) y los pecadores (a los que busca y llama: Mt 9, 13).



[1] Futuros puntos de Camino transcritos ese día: 419, 732, 279, 221.

[2] Ya en 26-XI-1930 escribía: hagan «los socios visitas de Enfermos (así, con mayúscula, porque también son Xto)» (Cuaderno III, nº 116).

[3] Vid Jesús Honorato, «La enfermedad y la vida en el pensamiento de Josemaría Escrivá de Balaguer», en Josemaría Escrivá y la Universidad, 1993, pgs 171-185, que sostiene (pg 173) que este punto de Camino es «la piedra angular» de su antropología de la enfermedad.

[4] EjEsp, Plática «Espíritu de celo», Vitoria 23-VIII-1938; guión nº 104. Cuando escribe este punto tiene detrás la experiencia espiritual de su tarea como Capellán del Patronato de Enfermos, que comportaba un trato continuo con niños, pobres y enfermos. Una Dama Apostólica, que le trató durante ese periodo (1927-1931), «recuerda que se pasaba muchísimas horas de confesonario y allí estaba el tiempo que hiciera falta con los niños, con los pobres y con los enfermos» (Concepción Martínez, Testimonio, Palencia 1975; AGP, sec A, leg 100-34, carp 3, exp 17). Vid también Conversación con Mercedes Sagüés, Superiora de las Damas Apostólicas de Bilbao, realizada por Pilar Useros y Ana Sastre en agosto de 1975, escrita y firmada en Madrid, en 26-IX-1975; AGP, sec A, leg 100-50, carp 3, exp 4.