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Capítulo
Punto 437
Amor de Dios · Punto 437

¡Si un hombre
hubiera muerto por librarme de la muerte!...

—Murió Dios.

Y me quedo indiferente.

Comentario

Estamos ya en las tres octavillas que San Josemaría agregó en Burgos a este denso capítulo. Esta octavilla, a pesar de la distancia en el tiempo, conecta con el punto anterior como su contrapunto. Frente al dolor de Amor, la lejanía, la indiferencia.

San Josemaría redactó estas palabras en una ficha blanca, con, trazos enérgicos [1]. Parece redactada a partir de los guiones para predicar a los sacerdotes de Vitoria, donde se encuentra este apunte:

«Jesús: por quién padece. Si un hombre hubiera muerto por librarme de la muerte!...» [2].

El punto parece una reflexión –desde su núcleo cristológico y trinitario– sobre la palabra de Jesús:

«Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos» (Jn 15, 13).



[1] Con motivo del Año Nuevo San Josemaría envió una copia de esta «gaitica» a Pedro Casciaro, que se había trasladado a Calatayud.

[2] Ejercicios Espirituales, Meditación «Pasión», Vitoria 24-VIII-1938; guión nº 109.