San Josemaría continua trabajando a partir del guión 101, lo que significa que redactó este punto después del 7-XII-1938:

«El que tiene fe juzga bien las diferencias entre las cosas terrenas y su vocación» [1].

El punto arranca desde el texto de San Lucas, que no figura sin embargo en el guión.

La frase inicial de este punto –«Pide humildemente al Señor que te aumente la fe»– muestra bien la secuencia de este capítulo y el siguiente: fe y humildad, las dos virtudes «fundamento», que San Agustín ponía en relación hablando de Jesús y la Cananea:

«Nunca encontré tanta fe en Israel (Mt 8, 10). ¿Qué significa tanta? Tan grande ¿De dónde procede esa grandeza? De la pequeñez, es decir, lo grande procede de la humildad» [2].