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Capítulo
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Punto 236
Examen · Punto 236
A la hora del examen ve prevenido
contra |
Comentario
Texto escrito por San Josemaría sobre una octavilla blanca. Se lee en un guión de su predicación de Vergara:
Em otro guión de otra meditación predicada ese mismo día en Vergara:
«El demonio mudo». Con esa expresión alude al demonio que impide al cristiano decir la verdad, ser sincero en el examen y en la dirección espiritual y la confesión. La expresión, que se hará emblemática en los escritos y en la predicación de San Josemaría [4], parte de la meditación de los relatos evangélicos de expulsión de demonios y curación de mudos: «y le presentaron a un mudo, que tenía un demonio […] y arrojado el demonio, habló el mudo» (Mt 9, 32-33). «Espíritu sordo y mudo, ¡sal de él!» (Mc 9, 24). [1] Ejercicios Espirituales, Plática «Examen», Vergara 5-IX-1938; guión nº 123. «Pueblo de X.»: así, en el guión. —Escrivá contó muchas veces esta experiencia pastoral, para ilustrar cómo el sacerdote debe ayudar a los penitentes a ser sinceros en la confesión (confesión «íntegra»: Conc de Trento, Decr. de Poenitentia, cap 5; DS 1679). La expresión baturra del penitente, propia de las tieerras de Aragón (España) contando la propia «confesión» a los amigos, pone de manifiesto cómo la caña que echaba el sacerdote estuvo a punto de hacer que se sincerara por entero, pero se impuso el demonio mudo. San Josemaría contaba siempre este sucedido con pena. Vid VAZquez de Prada, I, pg 203. [2] La analogía del arquero ciego en Juan Casiano, Collationes, VIII, cap V; Neblí 20, 1998, pg 37ss. [3] Ejercicios Espirituales, Plática «Fe de los Apóstoles», Vergara 5-IX-1938; guión nº 128. [4] Forja, 127:
Amigos de Dios, 188:
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