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Capítulo
Punto 245
Examen · Punto 245

 En días de retiro
tu examen debe tener más hondura
y más extensión
que el tiempo habitual nocturno.

—Si no, pierdes
una gran ocasión
de rectificar.

Comentario

Texto escrito por San Josemaría sobre una octavilla que tiene en el dorso una línea escrita a máquina. Es un texto de la misma época redaccional que el punto anterior.

La matriz redaccional de este punto 245 se encuentra en la predicación que hizo San Josemaría en los Ejercicios Espirituales que predicó a los sacerdotes de Vergara sobre «Examen»:

«En días de retiro no es así: tiene toda la hondura y más extensión que el tiempo habitual nocturno» [1].

Leer la anotación citada en el punto 240, donde San Josemaría proponía a los sacerdotes a los que predicaba los Ejercicios Espirituales que, durante esos días, hicieran un cuarto de hora de examen al mediodía.

«El tiempo habitual nocturno». San Josemaría presupone que ese examen de conciencia diario se realiza al final de la jornada. Así lo recomendaba en la dirección espiritual:

«No me dejes todos los días, por la noche, el examen: es cuestión de tres minutos» [2].

La práctica del examen de conciencia personal se remonta a la época de los Santos Padres.


San Juan Crisóstomo

«Después de cenar –escribía en el siglo V San Juan Crisóstomo–, a la hora de irse a dormir, ya no hay nadie y la calma es perfecta: nadie turba la tranquilidad. Despierta entonces al tribunal de tu conciencia, que rinda cuentas..., recuérdale todo lo que ha hecho mal durante el día, y pide justicia a tu conciencia de todos sus malos pensamientos» [3].



[1] Ejercicios Espirituales, Plática «Examen», Vergara 5-IX-1938; guión nº 123.

[2] Carta de San Josemaría Escrivá a Isidoro Zorzano, Madrid 14-VIII-1931; EF 310814-1.

[3] San Juan Crisostomo, In Ps. 4, 8; PG 55, 51-52.