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Capítulo
Punto 822
Cosas pequeñas · Punto 822

 Me dices: cuando se presente la ocasión de hacer algo grande... ¡entonces! —¿Entonces? ¿Pretendes hacerme creer, y creer tú seriamente,
que podrás vencer
en la Olimpiada sobrenatural, sin la diaria preparación,
sin entrenamiento?

Comentario

Texto escrito sobre una octavilla con dorso en blanco y perteneciente a la serie elaborada por San Josemaría en la Legación de Honduras, en Madrid, durante la guerra civil. Este tema estuvo muy presente en su predicación durante aquel tiempo de encierro. Les decía a los que le acompañaban en la Legación:

«Pero debo servir aquí en la Obra –que esto se me clave bien en el espíritu– con hechos, con realidades, no con palabras. Hechos...; pero ¿habré de esperar a que llegue una ocasión grande, extraordinaria? ¿Cuáles han de ser estas realidades? ¿Será preciso llevar a cabo importantes trabajos, soportar sufrimientos tremendos, realizar esfuerzos heroicos, sublimes? Si llega la ocasión, ¿por qué no?

Pero en tanto llega, aquí, al alcance de mi mano se me ofrecen mil detalles en qué servir a Dios en la Obra. Esto es indudablemente lo que ahora el Señor me exige; no me he de imaginar que le sirvo, si desprecio las ocasiones pequeñas, humildes, que se me presentan, por anhelar la realización de un sacrificio, de un servicio extraordinario e imposible» [1].

«Fijaos: hasta en el orden natural, en la vida física, es preciso realizar un pequeño acto, y otro, y otro..., para conseguir resultados duraderos. Por ejemplo, no se concibe a un atleta que, queriendo vencer en un campeonato, no se entrene diariamente. Pues mucho más entrenamiento necesitan los que desean ganar el campeonato supremo» [2].

Como ya dije en el comentario al punto 15, el «¡entonces!» de este punto 822 parece un eco del «ecce manifestum apparebit, et tenebo» de San Agustín [3], que pospone su encuentro con la verdad.



[1] Predicación de San Josemaría en la Legación de Honduras en Madrid, «Deberes», 27-VI-1937, pg 137; XXII.

[2] Predicación de San Josemaría en la Legación de Honduras en Madrid, «La gloria de Dios», 6-IV-1937, pg 22; I.

[3] Confessiones, lib 6,11, 18; BAC 11, 4ª ed, 1963, pg 242.