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Capítulo
Punto 473
Los medios · Punto 473

Echa lejos de ti
esa desesperanza
que te produce
el conocimiento
de tu miseria.

—Es verdad: por tu prestigio económico, eres un cero...,
por tu prestigio social, otro cero...,
y otro por tus virtudes, y otro por tu talento...

Pero, a la izquierda
de esas negaciones, está Cristo... Y ¡qué cifra inconmensurable resulta!

Comentario

Texto del Cuaderno VI, nº 1017, fechado en 1-VI-1933 [1]. Este es uno de los últimospuntos que San Josemaría pasó por el velógrafo antes de llegar al texto impreso:

«Echa lejos de ti esa desesperanza, que te produce el conocimiento de tu miseria. Es verdad: por tu prestigio económico [2] eres un cero..., por tu prestigio social [3] otro cero..., y otro por tus virtudes, y otro por tu talento... pero, a la derecha de esas negaciones está Cristo... y ¡qué cifra inconmensurable resulta!».

Santa Teresa de Lisieux tuvo, en el terreno de la salvación de las almas, una semejante vivencia del «cero», como se desprende de una de sus cartas al P. Roulland [4].

San Josemaría Escrivá, sin embargo, no pudo haber conocido esta carta cuando escribió esta consideración [5]. En cambio, teniendo en cuenta el gusto San Josemaría, desde su adolescencia, por los clásicos españoles, es muy posible que, en su lectura de los célebres Soliloquios de Lope de Vega, retuviera la idea de este par de estrofas del Sol. VII, que contienen in nuce el fondo de este p/473.

Es el alma la que se dirige a Cristo:

«Bien sé que soy de pobres labradores, |
y grosera aldeana, |
y que tu Majestad es soberana: |
mas Tú, que te apocaste, |
subiste mi valor cuando bajaste.

En la cuenta no vale nada el cero,  | 
mas Tú, número santo,  |
puesto al principio, vengo a subir tanto,  | 
que vienes a ensalzarme,  | 
porque te humanas Tú para endiosarme»
[6].

La imagen de la que San Josemaría se sirve en este punto es la inversa del dicho popular: «ser un cero a la izquierda», que es lo mismo que «no tener ninguna influencia o no ser tenido en consideración en cierto asunto o lugar» [7].

Por eso, no deja de ser divertido que en el texto del Cuaderno que hemos transcrito, San Josemaría se equivocó al señalar la posición del cero respecto de Cristo –que quedaba a la derecha del cero– y así pasó a Camino. Lo rectificó en la 3ª edición.

Nótese el diferente contexto en el que escriben Santa Teresa de Lisieux y San Josemaría Escrivá: la unidad a la que Teresa –le petit zéro– se adhiere es el misionero P. Roulland; en Camino la unidad –el número santo– es Cristo, y mientras más «ceros» hay en la vida del apóstol, más grande es la cifra.



[1] Futuros puntos de Camino transcritos ese día: 473, 798, 895.

[2] «por tu prestigio económico». Primera redacción en el Cuaderno, tachada: «económicamente».

[3] San Josemaría posteriormente añadió esta nota al margen:

«mis padres habían contado cosas que daban a entender que eso no es así: sí era así, por lo que a mí se refiere».

Esta anotación muestra cómo San Josemaría entendía este punto como autobiográfico.

[4]Escribe la santa de Lisieux:

«Yo bien poca cosa puedo hacer, o mejor, nada absolutamente, si estuviese sola. Lo que me consuela –dice la Santa– es que a vuestro lado puedo servir para algo; en efecto, el cero, por sí solo, no tiene valor, pero colocado junto a la unidad, se hace poderoso, ¡con tal, naturalmente, de que se ponga en el lugar debido («qu'il se mette du bon coté»), ¡detrás y no delante!...»

(Carta 226, 9-V-1897, al P. Roulland; Teresa de Lisieux, Oeuvres complètes, Cerf 1992, pg 590; en castellano: Obras completas, Monte Carmelo 1996, pg 589).

[5] Sólo se publicó, como casi todo el epistolario de la Santa, muchos años después. Vid en Oeuvres complètes, Cerf 1992, la «Introduction aux lettres» (pgs 289ss).

El primer investigador y editor de la correspondencia de Santa Teresita fue el historiador André Combes, cuyo texto de 1947 sirve de introducción a las cartas en Obras completas, Monte Carmelo 1994, pgs 331-343. Algunos fragmentos de esta carta al P. Roulland –pero no la zona que nos interesa– figuraban como «Lettre VIe» en La Bienheureuse Thérèse de l'Enfant Jésus, Histoire d'une âme, écrite par elle-même, Lisieux 1923, pgs 368-371 (traducción española: La Beata Teresita del NiÑo JESUs, Historia de un alma, escrita por ella misma, Convento de los Padres Carmelitas Descalzos de Tarragona, Barcelona 1923, carta VI, pgs 374-376).

[6] Felix Lope de Vega, Soliloquios amorosos de un alma a Dios, Sol. VII/2, estrofas 8ª y 9ª; Mª Antonia Sanz Cuadrado (ed.), Castilla, Madrid 1948, pg 148.

[7] Moliner, I, pg 590; voz «cero».