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Capítulo
Punto 536
Santa Misa · Punto 536

Comulga. —No es falta de respeto.
—Comulga hoy precisamente,
cuando acabas de salir de aquel lazo.
—¿Olvidas que dijo Jesús: no es necesario
el médico a los sanos, sino a los enfermos?
 

Comentario

 Texto escrito por San Josemaría sobre una octavilla blanca, con rasgos fuertes y buena tinta. No hay interrelación documental conocida.

San Josemaría fue en aquellos años treinta un incansable defensor de la comunión «dentro» de la Misa y con formas consagradas en la misma Misa. Escribía por entonces:

«La comunión dentro de la Misa es la regla, no la excepción. Intra Missam, con hostias ofrecidas y consagradas en la Misa. 'Lo que Dios ha unido no lo separe el hombre'. Sacrificio unido al sacramento. ¿Por qué separarlo sin causa razonable?» [1]

Podría ser la ficha transcrita un texto de apoyo al guión sintético sobre «Eucaristía» (de la serie de círculos para estudiantes universitarios que dio el curso 1933-34), en el que se lee:

«Primeros Cristianos - Quejas de San Pablo - Enfriamiento - Pío X - Participación del Sacrificio (com[unión] después que el sac. intra missam)» [2].

El profundo sentido del Misterio eucarístico y de su celebración, que tuvo siempre le llevó, cuando apenas había fieles del Opus Dei, a formular el criterio y su fundamento:

«Los socios y las asociadas ordinariamente recibirán la Sagrada Comunión dentro de la Misa, porque ése es el sentir de la Liturgia» [3].

Sin embargo, San Josemaría, que forma en este espíritu a los fieles del Opus Dei y a los estudiantes de DYA, no extiende esta doctrina a través de Camino, pues podría escandalizar por la abundancia de la praxis contraria.

«No es falta de respeto». Vid comentario al punto 539. En la época en que escribía San Josemaría aún había huellas de raíz «jansenista» en el ambiente.



[1] AGP, sec A, leg 50-4, carp 5, exp 4, doc 29. En efecto, esta doctrina, revalorizada por el Movimiento litúrgico, fue recogida por Pío XII en la Encíclica Mediator Dei, 20-XI-1947, en AAS 39 (1947) 563s y DS 3854.

[2] AGP, sec A, leg 50-13, carp 4, exp 1, guión nº 11, sin fecha. «Para los primeros cristianos comulgar y asistir a la sinaxis eucarística constituía un solo acto religioso» (Manuel Garrido, «La comunión dentro de la Misa», en Liturgia (Silos) 7 (1950) 341-346; cita en pg 342). ―Sobre el tema «primeros cristianos» en C vid com/971 y lugares allí señalados.

[3] Cuaderno V, nº 496, 23-XII-1931. Vid com/933 nt 10. Ya antes, anotando el plan de vida espiritual de los fieles del Opus Dei, se refería a la participación en la «Santa Misa, comulgando después de la Comunión del sacerdote y dando gracias hasta un cuarto de hora después de terminada la Misa» (Cuaderno IV, nº 346, 26-X-1931).

Ya se ve, por esta insistencia, que comulgar «dentro» de la Misa no era entonces lo habitual y había configurado en buena parte la praxis (vid. el comentario al punto 933, nota 10). Para muchos, ir a Misa e ir a comulgar eran cosas distintas, con tiempos también distintos.

Esta situación pastoral y litúrgica está perfectamente descrita por el P. Manuel Garrido Bonaño OSB en el artículo citado en nota anterior, en el que dice: «La causa no es otra a nuestro juicio que haber convertido en regla general lo que en realidad sólo era una excepción a la regla y haber disgregado lo que no debía constituir sino un solo acto litúrgico: Misa y Comunión» (pg 343).