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Capítulo
Punto 539
Santa Misa · Punto 539

Se quedó para ti.
—No es reverencia dejar de comulgar,
si estás bien dispuesto. —Irreverencia es sólo recibirlo indignamente.
 

Lope de Vega: Temor en el favor

Cuando en mis manos, Rey eterno, os miro
y la cándida víctima levanto,
de mi atrevida indignidad me espanto
y la piedad de vuestro pecho admiro.

Tal vez el alma con temor retiro,
tal vez la doy al amoroso llanto,
que arrepentido de ofenderos tanto
con ansias temo y con dolor suspiro.

Volved los ojos a mirarme humanos,
que por las sendas de mi error siniestras
me despeñaron pensamientos vanos;


no sean tantas las miserias nuestras
que a quien os tuvo en sus indignas manos
Vos le dejéis de las divinas vuestras.

 

Comentario

Texto escrito sobre una octavilla blanca. No hay interrelación documental conocida. San Josemaría recureda la misma doctrina del punto 536, dicha de otra forma y presentada como consecuencia de los puntos 537 y 538.

A pesar de que habían pasado décadas desde las exhortaciones de San Pío X, no era normal durante los años treinta –ni siquiera entre cristianos piadosos y responsables– la comunión diaria.

Ricardo Fernández Vallespín, que sería después protagonista del punto 145 escribió muchos años después, recordando aquella época, que la primera vez en su vida que comulgó tres días seguidos fue cuando San Josemaría le habló de su posible vocación al Opus Dei y le pidió que hiciera un triduo al Espíritu Santo [1].



[1] Testimonio escrito de Ricardo Fernández Vallespín, Madrid 7-VII-1975, pgs 3-4; AGP, sec A, leg 100-20, carp 2, exp 6.