Menú
|
Capítulo
|
Punto 553
Devociones · Punto 553
No olvides tus oraciones de niño, aprendidas quizá ¡Oh Señora mía, oh Madre mía!,
|
Comentario
Este punto fue escrito por San Josemaría en la misma fecha que el punto anterior y transcrito en su Cuaderno exactamente a continuación.
La enseñanza de este punto 553 la aplicó a sí mismo hasta el último día de su vida [1] y lo recomendaba vivamente. Era una manifestación de la «vida de infancia espiritual». [1] «Todavía, por las mañanas y por las tardes, no un día, habitualmente, renuevo aquel ofrecimiento que me enseñaron mis padres: ¡oh Señora mía, oh Madre mía!, yo me ofrezco enteramente a Vos. Y, en prueba de mi filial afecto, os consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón...» (Amigos de Dios, 296). En el AGP, sec A, leg 50-4, carp 1, exp 1 se conserva un pequeño calendario del Año Santo de 1933-34, en cuya hoja 3r se leen estos que parecen ser propósitos de vida espiritual escritos por San Josemaría::
|