Menú
|
Capítulo
|
Punto 743
|
Comentario
San Josemaría ayudando a bien morir a gitano agonizante. Venancio Blanco, Catedral de la Almudena, Madrid Lo que San Josemaría expresa en este punto era una antigua idea suya, que escribió en repetidas ocasiones. La había expresado detenidamente en 1935 en un documento dirigido a los fieles del Opus Dei:
El citado texto de la Instrucción se prolonga en una carta San Josemaría escrita en Madrid, quince días después de salir de la Legación de Honduras, en la que desarrolla de nuevo el tema del «burgués» y el «mal de Amor»:
El pensamiento que expresa San Josemaría entra, a mi parecer, en relación dialéctica con el «clima»de la contienda civil en la que estaba sumida España –«me hablas de morir ‘heroicamente’»– y da lugar a este punto de Camino y ya antes a la carta circular que había enviado enenero de 1938, donde se encuentra, en mi opinión, el punto de partida de este texto. Decía así en la carta circular:
«Mal de Amor». El texto de este punto 743 guarda una estrecha relación con punto 568: ambos puntos se refieren al «morir de amor», que reaparece en el punto 901. San Josemaría se distanció muy pronto de esa terminología, al profundizar en su significado. Léase en este sentido el comentario al punto 568. La expresión «como un burgués» tiene, como tantas otras expresiones de Camino, un sentido paradójico. Se denomina «burgués», según el Diccionario de la Real Academia Españoña –y especialmente en los años en los que se escribió Camino- como la persona perteneciente a las clases medias o acomodadas, e incluso ricas, en contraposición al «proletario». Con esta expresión San Josemaría alude a la apariencia externa de la actividad de un hombre o una mujer pertenecientes a esas «clases medias o acomodadas», con una apariencia y un tenor de vida que están en vivo contraste con el sentido de la mortificación y de dedicación a los demás que se expresa por todas partes en Camino. Por esa razón escribe «morir como un burgués», pero «de mal de Amor». San Josemaría usó de manera crecientedurante los años posteriores a la publicación de Camino las expresiones «aburguesarse» y «aburguesamiento», para designar las distintas formas de relajación del espíritu de mortificación y de servicio en el seguimiento de Cristo [10]. «Morir de amor» es una expresión usada por diversos santos [11]. La originalidad de San Josemaría consiste en que ese morir de amor tenga lugar, como vemos, muriendo «como un burgués», lo que da a la expresión «morir de amor» un contenido paradójico –tan frecuente en el libro–, que subraya intensamente el mensaje. Vid a este propósito el comentario al punto 568. [1] Instrucción, 9-I-1935, nº 304s. [2] El propio San Josemaría, que se autodenomina también «el abuelo». [3] Alusión a los rumores que corrieron de que San Josemaría había sido asesinado en los primeros días de la guerra civil. Oí comentar a San Josemaría –al referirse alguna vez a este suceso– que siempre rezó por esa persona, a la que no conocía. [4] La madre de San Josemaría conocía este falso rumor de la muerte de su hijo desde agosto de 1936. Por eso escribe que se trata de «una noticia atrasada». Es posible que San Josemaría no supìera nada de este rumor hasta su salida de la Legación de Honduras, un año después. [5] Alusión al periodo en el que San Josemaria estuvo refugiado, simulando padecer una enfermedad mental, en el Sanatorio psiquiátrico del Dr. Ángel Suils, en Ciudad Lineal (Madrid). [6] «cochino burgués»: era expresión típica del lenguaje de comunistas y anarquistas en aquellos años. [7] Dios Nuestro Señor. [8] Carta de San Josemaría Escrivá a los fieles del Opus Dei en Valencia, Madrid 18-IX-1937; EF 370918-1. [9] Carta circular de San Josemaría Escrivá a todos los fieles del Opus Dei, Burgos 9-I-1938; EF 380109-1. ―Este espíritu de San Josemaría –cuya «heroicidad» era «antiheroica»– se refleja bien en estas palabras de Bonifacia González, una teresiana que le trató mucho:
(Bonifacia González, Testimonio, Santander 4-V-1981; AGP, sec A, leg 100-26, carp 3, exp 7). ―Bonifacia González (1896-1989), de la Institución Teresiana, conoció a San Josemaría en 1932, en la Casa de enfermas que la Institución tenía en la Ciudad Lineal de Madrid. El Fundador del Opus Dei acudía a esa casa para oír confesiones a petición del Fundador de la Institución Teresiana, su amigo San Pedro Poveda. [10] Escribe San Josemaría en el punto 936 de Forja:
Y en el punto 158 de Surco:
Vid también Surco, puntos 12, 206 y 716; Forja, puntos 89 y 900; Amigos de Dios, 129-130. [11] Concretamente por Santa Teresita:
(Manuscrito C pg 7v; MEC 5, 1996, pg 281).
|