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Capítulo
Punto 148
Corazón · Punto 148

¿Por qué abocarte
a beber en las charcas de los consuelos mundanos
si puedes saciar tu sed en aguas que saltan hasta la vida eterna?

Comentario

Otro punto de la serie escrita por San Josemaría en la Legación de Honduras en Madrid. A plantear esta cuestión va la meditación que predicó San Josemaría el 10-IV-1937, que parte del episodio de la Samaritana y se detiene en Jn 4, 14: «el que beba el agua que yo le dé no tendrá jamás sed, porque el agua que yo le daré se hará en él una fuente que salte hasta la vida eterna». Al concluir, propone:

«Haced un propósito concreto: no desperdiciar ninguna ocasión de mortificarse en cosas determinadas; por ejemplo, no buscar consuelos humanos. Ya sé que cuesta, pues no me falta experiencia de esto, como vosotros contaréis con la vuestra» [1].



[1] Predicación de San Josemaría en la Legación de Honduras en Madrid., «Confianza en Dios», 10-IV-1937, pg 44; V.