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Capítulo
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Punto 269
Presencia de Dios · Punto 269
No seas tan ciego |
Comentario
Este punto fue escrito por San Josemaría pocos días después del punto anterior, el 1-I-1932. Está en el nº 532 [1]. El tema sigue siendo el del capitulo: las formas de actualizar la presencia de Dios en la vida del cristiano. Pasa ahora San Josemaría de la acción de gracias a la «comunión espiritual» con Cristo (aparece el tema del Sagrario, de fuerte vigencia a lo largo de todo el libro) e incoa el «espíritu de desagravio» (en clave mariana). En los Cuadernos el clima sigue siendo la vida de infancia (el texto tiene este tenor: «Niño tonto: No seas tan ciego, etc.). Lo que San Josemaría propone a los lectores lo tenía fuertemente incorporado a su praxis diaria. Es interesante en este sentido esta carta de 1934, desde Monzón, en la que cuenta a los estudiantes de la recién abierta Residencia de Ferraz, anécdotas del viaje que había tenido que hacer a tierras de Aragón. Hablando de los distintos desplazamientos, en tren, en autobús, les dice:
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