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El plano de tu santidad · Punto 402
No pidas a Jesús perdón tan sólo |
Comentario
María Magdalena y el Señor: Noli me tangere La audacia de la que habla San Josemaría es primariamente audacia ante Dios, audacia en la vida de oración: es «atreverse» a lo que es imposible para la criatura humana. La audacia así entendida es un correlato de «la vida de infancia», a la que dedicará dos capítulos al final del libro y que aparece sembrada por todas sus páginas, coloreando las virtudes cristianas (vid el punto 24) y el modo sencillo y «audaz» de relación con el Señor que propone San Josemaría. El texto original fue escrito San Josemaría el día de Navidad del año 1931. Comienza con «Niño amigo: no pidas a Jesús», etc. y la última frase dice así:
El punto es interesante para conocer algunos de los santos y santas que fueron una referencia de admiración y devoción en el alma de San Josemaría [2]. Entre las santas, «locas por Él», primero, María de Magdala, «que está loca de amor» [3]; después el binomio entrañable para San Josemaría : Teresa y Teresita, al que agrega a Mercedes Reyna O'Farrill [4]. Luego los varones. No nombra aquí a San José ni a los Apóstoles, que eran su esencial referencia (leer el punto 799), sino a los grandes santos cuya «chifladura» tiene conocidos elementos biográficos, también para los lectores. Vid el punto /874 y su comentario. [1] Cuaderno V, nº 505, 25-XII-1931; la cursiva es mía. Ese día escribió tres puntos: 402, 403 y 868. [2] No están todos, claro está. En Apuntes íntimos hay distintas enumeraciones de santos de su devoción. Vid el comentario al punto 250 nt 9.
[3] Santo Rosario, misterios gloriosos, misterio 1º. [4] Sobre Mercedes Reyna, vid el comentario al punto 152 nt 30, y también los comentarios a los puntos 662, 852, 862. |