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Capítulo
Punto 414
El plano de tu santidad · Punto 414

¡Qué pena,
un «hombre de Dios» pervertido!
—Pero
¡cuánta más pena,
un «hombre de Dios» tibio y mundano!
 

Comentario

Probablemente San Josemaría redactó este punto en los primeros meses de su estancia en Burgos, en 1938. Sin interrelación documental.

Establece una gradación paradójica, porque objetivamente un hombre pervertido está en más grave situación que un hombre tibio y mundano. Sin embargo a San Josemaría le da «más pena» este último.

Quiere así apuntar, parece, a la esencial contradicción que hay entre tibieza y entrega a Dios, y al daño que hace a las almas la tibieza y la mundanidad cuando se advierten en quien se estima que debería ser un «hombre de Dios».

También puede estar, tras esa pena acrecida, el espíritu del punto 675.

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