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Capítulo
Punto 92
Oración · Punto 92

 «Et in meditatione mea exardescit ignis»
—Y, en mi meditación, se enciende el fuego. —A eso vas
a la oración: a hacerte una hoguera,
lumbre viva,
que dé calor y luz.

Por eso cuando no sepas ir adelante, cuando sientas
que te apagas,
si no puedes echar
en el fuego
troncos olorosos,
echa las ramas
y la hojarasca de pequeñas oraciones vocales, de jaculatorias, que sigan alimentando la hoguera. —Y habrás aprovechado el tiempo.


Comentario

El sentido literal del salmo alude a la 'consideración' de la felicidad del impío que provoca el fuego de la indignación en el justo perseguido, que clama a Yavéh. San Josemaría, como se ve, acoge la lectura del Salmo 39 (38), 4 que es común entre los autores espirituales [1].

Fue escrito probablemente en Burgos a partir de este apunte de la Vigilia de 29 de junio:

«Oración. Et in meditatione mea exardescit ignis» [2].

Ya antes, en la predicación en la Legación de Honduras había dicho:

«Et in meditatione mea exardescit ignis. En la oración se enciende el fuego de mi alma: que cada uno vierta sus afectos en Dios, pensando en la gran misión que nos ha confiado. Que cada uno piense cómo es su respuesta» [3].

A veces, si el fuego es débil, el alma debe tener la humildad de alimentarlo con pequeñas ramillas: «Pajas al fuego», predicaba en otra ocasión [4]. Vid p/102.



[1] Concretamente en San Alfonso María de Ligorio, que la utiliza abundantemente: «La oración es la feliz hoguera en que se enciende y conserva el fuego del santo amor: 'En mi meditación se encendió un fuego'» (Práctica del amor a Jesucristo, 8, 5; BAC 78, 1952, pg 400). Vid también Meditaciones de Adviento, XVI (BAC 78, 1952, pg 68); Selva de materias predicables, II, Pl. 4, 1 (BAC 113, 1954, pg 222); Las glorias de María, II, 1, 1 y 3 (BAC 113, 1954, pg 762 y 778).

[2] Plática «Pedro y Pablo, instrumentos», Burgos 29-VI-1938, predicada a miembros de la Asociación Nacional de Propagandistas en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen; guión nº 81.

[3] Predicación en la Legación de Honduras, «Non est abbreviata manus Domini», 26-VII-1937, pg 231; XXXVII.

[4] Ejercicios Espirituales, , Plática «Espíritu de oración», Vitoria 22-VIII-1938; guión nº 102.