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Capítulo
Punto 598
Humildad · Punto 598

¡Qué grande
es el valor
de la humildad!

—«Quia respexit humilitatem...».
Por encima de la fe,
de la caridad, de la pureza inmaculada, reza el himno gozoso de nuestra Madre
en la casa de Zacarías:

«Porque vio
mi humildad,
he aquí que,
por esto,
me llamarán bienaventurada
todas las generaciones».

Comentario

Texto del Cuaderno VI, nº 1034, fechado en 7-VII-1933 [1]. El tenor literal del texto es idéntico al de C.

El Autor traduce a la letra el «humilitatem» de la Vulgata, que tiene el sentido, también en el punto de C, no de humildad-virtud, sino de humildad objetiva: nuestra «nada» ante Dios. La Virgen María se consideraba nada y lo proclama (éste es el acto de humildad-virtud) y por eso afirma que el Señor vio la humildad –la bajeza– de su esclava. Sin duda no gustaba al Autor esta palabra, común en las traducciones españolas (Scio, Petisco, Torres Amat): «bajeza» tiene como primera acepción en el DRAE la que lo es, en efecto, en el lenguaje corriente: «hecho vil o acción indigna». Prefirió «humildad» (en la 2ª acepción del DRAE).



[1] Futuros puntos de C transcritos ese día: 794, 400, 190, 840, 709, 684, 598, 926.