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Capítulo
Punto 602
Humildad · Punto 602

Tú, sabio,
renombrado,
elocuente,
poderoso:
si no eres humilde, nada vales.

—Corta,
arranca ese «yo»,
que tienes en grado superlativo
—Dios te ayudará—,
y entonces podrás comenzar a trabajar
por Cristo,
en el último lugar de su ejército de apóstoles.

Comentario

Juan Pablo II. Lavatorio de pies en Jueves Santo

Texto del Cuaderno VII, nº 1089, fechado en 19-XII-1933 [1]. Tenor literal idéntico, con esta diferencia al final:

«y entonces comenzarás a trabajar por Cristo, en el último lugar de su ejército de apóstoles».

Interesante la autocorrección que el propio Autor hizo en su Cuaderno mientras escribía el texto transcrito. Escribió primero: «y entonces podrás trabajar», que corrigió así en el propio Cuaderno: «y entonces comenzarás a trabajar». Y al pasar al texto impreso, la última corrección: «y entonces podrás comenzar a trabajar». Una forma de señalar la radicalidad con que se opone al seguimiento de Cristo el «yo» engreído: impide el propio conocimiento y, por tanto, la humildad. El tema de «el último» –frecuente en C (vid p/365, 430)– tiene aquí su lugar específico.



[1] Futuros puntos de C transcritos ese día: 919, 334, 602.