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Capítulo
Punto 611
Humildad · Punto 611

Por soberbia.

—Ya te ibas creyendo capaz de todo, tú solo.

—Te dejó un instante,
y fuiste de cabeza.

—Sé humilde
y su apoyo extraordinario
no te faltará.

Comentario

Texto escrito sobre una octavilla Drv, en cuyo dorso se lee (con letra de Álvaro del Portillo): «Querido Miguel: te escribo ... las vacaciones de Navidad» de 1938. Posterior es por tanto la redacción de la «gaitica». En Honduras había predicado una meditación titulada «Militia est vita...», de la que son estas palabras:

«Esta es, muy a menudo, la causa de nuestros fracasos: la soberbia. Nos lanzamos a combatir, sin contar con Dios, fiados sólo de nuestras propias fuerzas. Es lógico, entonces, que la derrota venga a traernos a la realidad, a recordarnos que sin El nada somos ni nada podemos» [1].

Aparece en este punto con toda claridad el carácter de fundamento que tiene la humildad. Vid Introd al cap. Ella es «fundamento», «apoyo» del edificio, bien entendido que, como dice aquí el Autor, apoyo en sentido propio sólo es Dios: la humildad lo es en cuanto don de Dios.



[1] PredicHond, «Militia est vita...», 21-VI-1937, pg 120; XIX.