Menú
Capítulo
Punto 942
El apóstol · Punto 942

 Ten presente, hijo mío, que no eres solamente un alma que se une a otras almas para hacer una cosa buena.
Esto es mucho...,
pero es poco.
—Eres el apóstol que cumple un mandato imperativo de Cristo.
 

Comentario

Este punto procede del Cuaderno VI, nº 1076, de un texto que San Josemaría fechó el 6-XI-1933 [1]:

«Hijos míos: no somos unos cuantos que se reúnen a hacer una cosa buena: hemos de ser apóstoles que cumplen un mandato imperativo de Cristo».

A la vez que preparaba la edición de Consideraciones Espirituales que se editó en Cuenca, San Josemaría escribía una Instrucción, que ya hemos citado varias veces. Allí se encuentra también, casi a la letra, este texto de Consideraciones Espirituales :

«Por consiguiente, no olvidéis, hijos míos, que no somos almas que se unen a otras almas, para hacer una cosa buena. Esto es mucho… pero es poco. Somos apóstoles que cumplimos un mandato imperativo de Cristo» [2].

La expresión «mandato imperativo de Cristo» es, en boca de San Josemaría, una manera de designar el carácter de «vocación divina» que tiene la llamada al apostolado de la que él habla.



[1] Futuros puntos de Camino transcritos ese día: 471, 552, 553, 455, 23, 290, 942.

[2] Instrucción, 19-III-1934, nº 27; la cursiva es del original.