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Capítulo
Punto 183
Mortificación · Punto 183

¡Los ojos! Por ellos entran en el alma muchas iniquidades.

—¡Cuántas experiencias a lo David!...

—Si guardáis la vista habréis asegurado la guarda de vuestro corazón.

Comentario

camino 183

Original manuscrito en Cuaderno VI, nº 1044, 2-VIII-1933 [1]Tenor literal idéntico, con diferencias de puntuación.

La tradición cristiana tiene bien comprobada esa experiencia. San Ambrosio de Milán parte de los Proverbios:

«Nuestros propios ojos son redes para nosotros, y por eso se ha escrito: ‘No seas atrapado por tus ojos’ (Pr 6, 25)» [2].

Catalina de Siena lo expresa psicológicamente:

«No hay miembro del cuerpo que tanto quiera dar gusto al corazón como los ojos» [3].

El Maestro Ávila medita el episodio de David, como San Josemaría:

«no es cordura mirar lo que no es lícito desear; como parece en el santo rey David, cuyos ojos se deleitaron en mirar la mujer que se lavaba en su huerto» [...] «Y creed cierto que una de las más ciertas señales del corazón recogido es la mortificación en el mirar» [4].

Ya en el retiro de Segovia había empleado San Josemaría la misma expresión. Este punto 183 podía haber sido colocado perfectamente en el capítulo «Santa Pureza». El Autor, al situarlo aquí, señala claramente la relación entre la «guarda del corazón» y el sentido cristiano, positivo, de la pureza.



[1] Futuros puntos de Camino transcritos ese día: 433, 183.

[2] San Ambrosio, De poenitentia, lib I, XIV, 73; Biblioteca de Patrística 21, Madrid 1993, pg 73.

[3] El Diálogo, cap 89; BAC 415, pg 210.

[4] Audi, filia, cap 56; BAC 302, 1970, pg 698; lín 5744-5746 y 5759-5761.