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Capítulo
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Punto 187
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Comentario
Original manuscrito en Cuaderno IV, nº 398, 18-XI-1931 [1]. El texto de Camino no procede en este caso de una «consideración», apuntada de forma autónoma en el Cuaderno, sino de un lance de la intimidad de San Josemaría en su relación con Dios [2], del que toma para Camino –para el velógrafo, primero– la consecuencia final:
«Vivir», con mayúscula (la única vez en el libro; «Vida», en cambio, es muy abundante). El «morir» que lleva a este Vivir –vivir la vida nueva de los hijos de Dios– es el morir paulino a nosotros mismos (cf. Rm 6, 1-13; Flp 1, 21). Éste es el sentido y el mensaje del texto. Escatológicamente significa sin duda la muerte personal como camino hacia la plenitud de la Vida, tema que el capítulo «Postrimerías» desarrollará abundantemente. Pero San Josemaría aquí está viendo la anticipación escatológica en la batalla cotidiana del cristiano: para que Cristo viva en nosotros –eso es «Vivir»– hay que «morir por la mortificación»: así lo dirá con toda claridad formal en el p/199. Leer , en este sentido, la estación xiv del libro Via Crucis de San Josemaría. Vid el punto 218, casi idéntico a este otro en formulación y mensaje. Vid también el comentario al punto 738.[1] Futuros puntos de Camino transcritos ese día: 187, 596, 443, 762. [2] El texto se encuentra en el nivel b, no el d, de los Apuntes íntimos. [3] Álvaro del Portillo, en nota a este pasaje de los Apuntes íntimos. escribe:
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