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Capítulo
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Punto 15
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Comentario
Original en Cuaderno VII, nº 1139, 20-II-1934, con texto idéntico. Vid lo que ya se dijo en el comentario al punto 13. En la propuesta de «reforma personal» a la que San Josemaría dedica este capítulo, este lacónico punto es de la máxima importancia. El tema, que arranca también de los clásicos –«in rebus gerendis tarditas et procrastinatio odiosa» [1]–, constituye una dimensión muy destacada en el estilo de vida espiritual que domina el libro. Es recurrente no sólo en Camino (vid los puntos 17 y 251) sino en toda la predicación de San Josemaría. Un texto fundamental es éste, dirigido a todos los fieles del Opus Dei en 1935:
El Autor de Camino –primero, en este punto 15, y después en los puntos 17, 251, 253 y 254; vid también el punto 822– parece estar glosando, en el campo de la praxis humana, el célebre soliloquio de San Agustín, a propósito de posponer el encuentro con la verdad: «Cras veniam; ecce manifestum apparebit, et tenebo» [3]: ya vendré mañana, y todo estará claro y mi adhesión, segura... Dilación que contrasta con su urgencia de conversión en la famosa escena del huerto, que gravitará de continuo en la doctrina de San Josemaría Escrivá:
Transcribo una ficha autógrafa del año 1935:
Otra, tomada de un guión de predicación sobre «Cristo resucitado» :
Incluso en medio de las penalidades de la guerra civil, la «inminencia» del tiempo que urge está viva:
Este «hodie, nunc», que predicaba de continuo para referirse a las responsabilidades cotidianas, siendo tan inmediatamente operativo, está atravesado en San Josemaría de sentido escatológico, es decir, de urgencia en la respuesta al Dios que llama y que llega. La intuitiva traducción que un residente del hoy Colegio Mayor de La Moncloa (Madrid) –no precisamente un latinista– hizo de estas palabras, que formaban la leyenda de un repostero, divertía mucho al Autor. Era teológicamente certera: «hoy o nunca»... En Surco, 155 da la razón de fondo de su pensamiento:
Vid los puntos 253, 254 y 711, donde el tema «hoy, ahora» se aborda en el ámbito de la conversión personal. Vid también el punto 404. [1] M. Tullius Cicero, Philippica VI, cap 7; Opera omnia, fasc XXVIII: In M. Antonium orationes. Philippicae XIV, Paulus Fedeli (ed.), Teubner, Leipzig 1982, pg 95, in 25-26. [2] Instrucción, 9-I-1935, nº 46. [3] Confessiones, lib 6,11, 18; BAC 11, 4ª ed, 1963, pg 242. [4] «Quamdiu, quamdiu: ‘cras et cras’? Quare non modo? Quare non hac hora finis turpitudinis meae?» (Confessiones, lib 8,12, 28; BAC 11, 4ª ed, 1963, pg 327; traducción y cursiva mía. San Josemaría aludía con frecuencia en su predicación a San Agustín en la escena del huerto. [5] AGP, sec A, leg 50-04, carp 1, exp 6. Nótese el posesivo cariñoso, tan frecuente en los escritos del Autor. [6] Meditación. «Enseñanzas de la Resurrección», Madrid, mayo 1936; guión nº 34. [7] Carta de San Josemaría a Isidoro Zorzano, Madrid 1-V-1937; EF 370501-1. Escribe desde la Legación de Honduras dándole instrucciones precisas sobre la reclamación ante el gobierno republicano por los daños causados en la Residencia de Ferraz 16 con motivo de su incautación por la CNT. Vid supra IntrodGen § 4 nt 8. |