Menú
|
Capítulo
|
Punto 367
Formación · Punto 367
El manjar más delicado y selecto,
si lo come un cerdo (que así se llama, sin perdón) se convierte,
a lo más,
¡en carne de cerdo!
Seamos ángeles, para dignificar las ideas, al asimilarlas. —Cuando menos, seamos hombres: para convertir los alimentos, siquiera, en músculos nobles
y bellos, o quizá
en cerebro potente... capaz de entender
y adorar a Dios.
Pero...
¡no seamos bestias,
como tantos y tantos!
|
Comentario

Este punto p rocede del Cuaderno IV, nº 233, 19-VIII-1931:
«Margaritas ad porcos! El manjar más delicado y selecto, si lo come un cerdo (que así se llaman, sin perdón), o sale del inmundo animal convertido en excremento repugnante o se convierte, a lo más, ¡en carne de cerdo! Seamos ángeles, para dignificar las ideas, al asimilarlas. Cuando menos, seamos hombres: para convertir los alimentos, siquiera, en músculos nobles y bellos o quizá en cerebro potente… capaz de entender y adorar a Dios. Pero… ¡no seamos bestias, como tantos y tantos!».
«Que así se llama, sin perdón». Es una alusión implícita a un conocido pasaje del Quijote:
«En esto sucedió acaso que un porquero que andaba recogiendo de unos rastrojos una manada de puercos –que, sin perdón, así se llaman– tocó un cuerno, a cuya señal...».
Sobre el tema «ser ángeles», leer los puntos /22 y 122.
|