Menú
Capítulo
Punto 367
Formación · Punto 367

El manjar más delicado y selecto,
si lo come un cerdo (que así se llama, sin perdón) se convierte,
a lo más,
¡en carne de cerdo!
Seamos ángeles, para dignificar las ideas, al asimilarlas. —Cuando menos, seamos hombres: para convertir los alimentos, siquiera, en músculos nobles
y bellos, o quizá
en cerebro potente... capaz de entender
y adorar a Dios.
Pero...
¡no seamos bestias,
como tantos y tantos!

Comentario

Este punto procede del Cuaderno IV, nº 233, 19-VIII-1931 [1]:

 

«Margaritas ad porcos! El manjar más delicado y selecto, si lo come un cerdo (que así se llaman, sin perdón), o sale del inmundo animal convertido en excremento repugnante o se convierte, a lo más, ¡en carne de cerdo! Seamos ángeles, para dignificar las ideas, al asimilarlas. Cuando menos, seamos hombres: para convertir los alimentos, siquiera, en músculos nobles y bellos o quizá en cerebro potente… capaz de entender y adorar a Dios. Pero… ¡no seamos bestias, como tantos y tantos!» [2].

«Que así se llama, sin perdón». Es una alusión implícita a un conocido pasaje del Quijote:

«En esto sucedió acaso que un porquero que andaba recogiendo de unos rastrojos una manada de puercos –que, sin perdón, así se llaman– tocó un cuerno, a cuya señal...» [3].

Sobre el tema «ser ángeles», leer los puntos /22 y 122.



[1] Futuros puntos de Camino transcritos ese día: 367, 332, 946, 398.

[2] Cuaderno IV, nº 233; glosa en Vázquez de Prada, I, pg 572.

[3] Miguel de Cervantes, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, Primera parte, cap 2 (Valencia 1993, edición del IV Centenario, pg 27).