Menú
Capítulo
Punto 381
Formación · Punto 381

No te importe si dicen que tienes espíritu de cuerpo. ¿Qué quieren? ¿Un instrumento delicuescente, que se haga pedazos a la hora de empuñarlo?
 

«Espíritu de cuerpo». La expresión es de origen francés: «esprit de corps», y alude, en la vida civil, al sentimiento común a los individuos de una corporación o grupo social, en fuerza del cual todos se interesan en su prosperidad y buen nombre y lo defienden frente a los extraños.

San Josemaría considera que la expresión «Espíritu de cuerpo» aplicada a una empresa apostólica, resulta nadecuada, y aconseja al lector no que darle importancia.

Comentario

Este punto, con esta redacción, es el más moderno de Camino: fue insertado por San Josemaría en 1950 en la sexta edición del libro.

En las ediciones anteriores, desde la primera, se leía bajo este número el mismo texto de Consideraciones espirituales, en sus diversas ediciones, que pasó a Camino como el punto 940:

«No olvidemos [1] que la unidad es síntoma de vida: desunirse es putrefacción, señal cierta de ser un cadáver».

Como se ve, la repetición se daba ya en el impreso de Consideraciones Espirituales editado en Cuenca y nadie lo advirtió entonces, ni después en Burgos, cuando San Josemaría preparaba la edición definitiva de Camino. Leer en este sentido el comentario al punto 940.

Mons. Cormac Burke –Prelado de la Rota Romana, traductor de Camino al inglés, actualmente residente en Nairobi–, con ocasión de los trabajos de la traducción en Dublín, en el año 1949, fue el primero que advirtió la repetición [2].



Cormac Burke con San Josemaría, en Roma

Lo comunicaron a la editora española de Camino. En España tenían una edición del libro a punto de imprimir, y Florentino Pérez Embid, que era el Presidente de Ediciones Rialp, viajó a Roma en enero de 1950 y se lo comentó al Autor [3]. Solía contar el Prof. Pérez Embid que San Josemaría, al oírlo, le dijo con toda naturalidad:

«Bueno, pues escribe tú mismo algo que lo sustituya».



Florentino Pérez Embid. Efigie en Aracena

La broma no impidió el embarazo de Pérez Embid –a pesar de que su buen humor era proverbial y tenía una excelente pluma–, que resolvió el propio San Josemaría pidiendo que le trajeran sus textos recientes publicados en la «Hoja Informativa» [4] para elegir uno adecuado. El texto que seleccionó fue el de la Hoja de dos meses antes:

«Amad a la ‘Madre guapa’, aunque, a pesar de vuestra discreción, haya quien diga que tenéis espíritu de cuerpo.

¿Qué quieren, un instrumento delicuescente, que se haga pedazos a la hora de empuñarlo?» [5].

La 'Madre guapa'. Expresión familiar de San Josemaría para referirse a la Obra que el Señor le había encomendado. El Autor hizo una sencilla readaptación del texto para incluirlo ya en la siguiente edición de Camino [6], que, como he dicho anteriormente, fue la de 1950.

El tema del nuevo texto, escrito diez años después de los demás, se inscribe lógicamente en una experiencia más prolongada de San Josemaría. El colofón de esa sexta edición tiene fecha de 24-II-1950, unos meses antes de la aprobación definitiva del Opus Dei por la Santa Sede (16 de junio de ese año), cuando la Obra estaba extendida ya por muchos países de Europa y América.

A mi entender este nuevo punto guarda relación con la temática del punto repetido, que ahora queda dentro del capítulo «El Apóstol», y se encuandra teológicamente dentro del espacio espiritual del capítulo «Comunión de los Santos».

La unidad y comunión de los que trabajan en una misma empresa apostólica –en la experiencia histórica concreta que está en el origen de este punto se trata del amor que sus fieles tienen al Opus Dei–, siendo tan esencial, puede no ser comprendida e, incluso, censurada, calificándola de «espíritu de cuerpo». Ahí incide el nuevo texto de San Josemaría.

«Espíritu de cuerpo». La expresión es de origen francés: «esprit de corps» [7], y alude, en la vida civil, al sentimiento común a los individuos de una corporación o grupo social, en fuerza del cual todos se interesan en su prosperidad y buen nombre y lo defienden frente a los extraños [8].

San Josemaria considera –parece implícito en el tenor del punto– que la expresión, aplicada a una empresa apostólica, resulta inadecuada, pero le dice al lector que no hay que darle importancia: es un «diagnóstico» meramente humano, que no va a la raíz de las realidades sobrenaturales; no va, en este caso, a la fraternidad bien sentida de que habla en el punto 545:

«Vivid una particular Comunión de los Santos: y cada uno sentirá, a la hora de la lucha interior, lo mismo que a la hora del trabajo profesional, la alegría y la fuerza de no estar solo».

Este ámbito de comunión, que es «síntoma de vida», es netamente distinto de un «cuerpo» cuyo espíritu es defender intereses comunes y organizar apoyos mutuos.



[1] Los dos puntos de Consideraciones Espirituales en sus diversas ediciones, son idénticos. No así los de Camino, ya que San Josemaría en el punto 940 pasó al estilo dialógico y cambió «No olvidemos» por «No olvides». .

[2] Carta de Cormac Burke a Pedro Rodríguez, Nairobi 13-III-2000:

«Incluso antes de incorporarme a la Obra, en Dublín (a principios de 1948) me puse a traducir ‘Camino’ al inglés. Lo había leído en castellano –que ya cursaba en la Universidad– y me había causado una profunda impresión. Estuve trabajando en la traducción a lo largo de todo aquel curso, hasta octubre de 1949. En esa operación es cuando saltó el número repetido.

De esto me di cuenta al llegar al punto 940, que es como sabes, el que reproducía el texto por segunda vez: al leerlo para traducirlo tuve la impresión de que ya lo había traducido y buscando encontré enseguida el nº 381, que es donde el texto figura por primera vez. La cosa no ofrecía duda».

La traducción fue publicada en Cork en 1953, ya con el nuevo punto.

[3] Estuvo en Roma del 11 al 19 de enero de 1950. Diario di Villa Tevere, 19-I-1950 (AGP, sec N, 3, leg 0436-16).

[4] La «Hoja Informativa» era una modesta publicación mensual a multicopista (1949-1953), que se enviaba desde la sede del Consejo General del Opus Dei a todos los Centros de la Obra con noticias y comentarios de la labor apostólica en el mundo. Comenzaba la «Hoja» con una sección titulada «Del Padre» y que consistía en una frase breve y sustanciosa del Fundador –una «gaitica»– que se ofrecía a la consideración de todos. Se conservan en AGP, sec A, leg 5, carp 7, exp 1.

[5] «Hoja Informativa», nº 9, noviembre de 1949, pg 1; AGP, sec A, leg 5, carp 7, exp 1.

[6] Tomo esta información de conversaciones y cartas del Rvdo. Dr. Peter Haverty (Manchester) y del Coronel médico peruano Dr. Hugo Calienes (Chiclayo), que escucharon el relato de estas cosas al Prof. Pérez Embid. Vid carta de Hugo Calienes a Pedro Rodríguez, Chiclayo 4-III-2000; carta de Peter Haverty a Pedro Rodríguez, Manchester 5-III-2000.

[7] No deja de ser interesante que las ediciones en lengua inglesa traduzcan la expresión española por la francesa, en cursiva: esprit de corps.

[8] Vid Enciclopedia Espasa, ed 1924, vol 22, voz «Espíritu», pg 266. En este sentido ha sido habitual en España hablar del «espíritu de cuerpo» que tienen, por ejemplo, los artilleros en la vida militar, los ingenieros de caminos entre las profesiones técnicas o el notariado en las actividades jurídicas.